Cuando Alexandra cambió la expresión de su rostro y salió corriendo de la oficina el señor Rey se asustó muchísimo, ¿Qué pasaba? ¿Era algo malo? Tan bien que iban las cosas.
¿Reina qué pasa? – Preguntó el señor Rey muy agobiado alcanzando a Alexandra -
¡Alguien se robó a Dulce! – Contestó Alexandra llorando –
¿Qué dices? – Preguntó él completamente afectado –
Una persona entró en la casa, golpeó a la nana y se llevaba a las niñas… Kary pudo escapar y se escondió… pero se llevaron a la bebé – Lloraba Alexandra volviendo a correr hacia su auto, debía informar a las autoridades y llegar a casa lo más pronto posible, el señor Rey dejó que se fuera, debía informarle a alguien más sobre lo sucedido –
¡Piero se llevaron a Dulce! – Exclamó el señor Rey entrando en donde estaba Piero que se quedó mirándolo muy asustado –
¿Cómo?...
Alguien entró en la casa y se quería llevar a las niñas, sólo pudo llevarse a Dulce ya que Kary escapó…
¿Pero quién…? ¡Oh no lo puedo creer! Ya sabemos quién – Dijo Piero levantándose y saliendo a la casa de Alexandra también –
Llegaron a la casa y la policía ya estaba ahí… Piero corrió a lado de Alexandra que lo abrazó sollozando.
¡Piero… Dulce!...
¡Lo sé mi amor! La vamos a encontrar, lo prometo – Le dijo acariciando su mejilla y dándole un beso para tranquilizarla, ella estaba muy mal –
¡Papi! – Exclamó Kary que corrió hacia él llorando –
¡Tranquila princesa! Todo va a estar bien – Trataba de calmarla Piero –
Papi, un hombre entró a la casa y golpeó a la nana, agarró a mi hermanita y a mí también… yo mordí su mano y salí corriendo a esconderme en el closet de mi mami, pero…
Lo sé mi niña, encontraremos a tu hermanita, tranquila – La abrazaba y besaba Piero, pero la verdad no tenía idea de dónde empezar –
¡Podemos poner carteles y colocar la foto de Dulce en internet! Alguien la tiene que ver y al saber que es robada nos va a informar – Sugirió el señor Rey y todos estuvieron de acuerdo, hasta el policía que llevaba el caso, de ahora en adelante se iban a concentrar en encontrar a la bebé –
Cuando se percataron, también notaron que Maribel y Cristian habían desaparecido, en ese caso ellos tenían que ver en ese secuestro y se levantó una demanda formal contra ellos, añadiendo también los cargos de robo y estafa por parte de Maribel y complicidad por parte de Cristian, ellos ya eran buscados por la justicia.
Esa noche Alexandra recibió una llamada, era una señora que estaba segura de haber visto a la bebé que mencionaban en brazos de una mujer que habían llegado ese día como nuevos vecinos, parecían una pareja de esposos con su bebé… pero, la niña era la de la foto, por eso habló, al escuchar eso Alexandra y Piero no dudaron en ir a comprobarlo, los acompañó la policía, si eran ellos definitivamente caerían esa noche.
¡Espero que sean ellos! – Exclamó Alexandra tomando del brazo a Piero –
¡Sí será Alexandra! Tranquila – La consolaba Piero mientras veían como una policía vestida de civil se acercaba a la casa que la señora les había indicado, querían comprobar que fueran ellos y que la bebé estuviera ahí –
¡Buenas noches! ¿Tiene azúcar? – Preguntó la oficial encubierta fijándose muy bien en la persona que abrió la puerta y esperaba la señal que le indicarían por medio de unos micrófonos escondidos con sus audífonos cuando Alexandra y Piero reconocieran a cualquiera de los susodichos –
¡Piero sí es Cristian! – Dijo Alexandra con un nudo en la garganta –
¡Sí son oficial! La niña debe estar adentro – Exclamó Piero dando luz verde para que arrestaran en ese mismo momento a Cristian –
La oficial de inmediato forcejeó con él y pronto se vio apoyada por más policías que sometieron a Cristian, otros entraron y vieron a la niña que estaba en una habitación… pero Maribel escapó.
¡Dulce! – Decía Alexandra mientras corría a tomar a Dulce en sus brazos y con gran felicidad y alivio agradecía a los oficiales y besaba a su hija –