Bueno pude convencer al wey de que no me sacara del grupo, pero a cambio tenía que limpiar todo el gimnasio para que aprendiera la lección, este wey se tomaba estas cosas en serio.
Eran las 6:45 de la tarde y había terminado de limpiar todo el gimnasio sola, cerré la puerta con seguro y metí las llaves en mis bolsillos traseros. El wey me había dejado la copia de la llave para cuando terminara de limpiar cerrara con llaves el gimnasio, aún me quedaba una hora para ir a la casa de Evan, así que lo tomaría con calma, cenaría luego una ducha larga y caliente para ir a su casa.
Subí a mi auto y conduje por las calles de Londres.
Llegue a mi casa estacione mi auto en el garaje, entre por la puerta del garaje que da a la cocina, me encontré a la arpía y la Incultiperra en la cocina, esta última estaba en bata de baño.
—Buenas noches— escucho la voz de Nathalie mientras saco de la nevera jugo de naranja y lasaña.
—Buenas noches—digo caminado hacia el microondas para calentar la lasaña.
— ¿Pudiste recuperar tu trabajo en la cafetería?—pregunta sentándose en unas de las sillas que hay en la cocina apoyando sus codos en el mesón muy pendiente a cada uno de mis movimientos.
La arpía se giró para escuchar mi respuesta, estaba cortando unas verduras, ni idea del veneno que cocinaría hoy.
—Noup—digo sacando la lasaña de microonda—ya buscaré otro trabajo.
—Ah bueno, lo siento—responde.
—Bueno podría ayudarte con eso o si quieres podemos hacer algo mientras buscas trabajo—la arpía se gira completamente deja el cuchillo en la mesa y toma un trapo y se limpia las manos.
La observo por unos segundos, eso podría ayudarme a investigar sobre el tal Pedro, pero ahora mismo no quería lidiar con ella, ya me bastaba con su hija por ahora.
—Gracias. Pero rechazaré la oferta por ahora—digo tomando el cartón de jugo y salgo de la cocina directa hacia mi habitación.
Me senté en mi cama a cenar mientras miraba la televisión.
~*~
Estaba parada en mi armario buscando opciones para esta noche.
Cuando decidí empezar con este plan malvado también decidí cambiar mi aspecto, comencé hacer ejercicios y bajé los kilitos que subí durante mi depresión, cuidar más de mi cara y cuerpo haciendo mascarillas y exfoliaciones para eliminar el acné, y mi estilo de ropa.
Al principio todo me resultaba difícil, pero las razones del porqué lo hacía me animaban a seguir adelante, sabía que era bonita solo tenía que pulirme y para eso tenía que ponerme en forma y arreglar mi problema del acné así se me facilitarían más las cosas. Era como sacar esa belleza escondida.
Elegí algo sencillo después de todo era una simple reunión donde solamente hablaríamos un rato mientras bebíamos.
Unos pantalones negros, blusa blanca corta y tenis del mismo color. Me rice las puntas del cabello y me maquille un poco, tome la misma cartera cuando fui a la cita con Lucas y entre ahí mis llaves de la casa y del auto, mi teléfono y cargador, y otras cosas más.
Salí y toqué a la puerta de la Incultiperra y esta abrió la puerta enseguida, estaba hermosa como siempre.
— ¿Lista?
— ¡Si! Ya tomo mi teléfono y nos vamos—dice y se da vuelta y toma su teléfono de la cama y luego sale de su habitación cerrando la puerta.
Camine por el pasillo y baje los escalones seguida por ella.
En la sala está la arpía y mi padre.
—Ya nos vamos—anuncia la estúpida y ellos se giran a mirarnos.
—Bien tengan cuidado, chicas—habla mi padre—Nathalie estas a cargo, eres la mayor.
Miro mal a mi padre "Nathalie istis iquiguis iris lo miyir" ¡pendejo!
—Buenas noches—digo entrando a la cocina para ir al garaje entro a mi auto y Nathalie se monta de prisa en el asiento de copiloto.
— ¿Estás bien?—pregunta poniéndose el cinturón.
—Perfectamente—respondo a la vez que salgo de ahí cuando la puerta del garaje se abre.
#31915 en Novela romántica
#7359 en Joven Adulto
amor adolescente, amor amigos traicin dolor, aventura odio secretos rey reina
Editado: 06.09.2020