La Reina de Inglaterra

34. Una confección

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—Bienvenidos a todos los nuevos integrantes, espero que Melisa le allá dicho las regla.

Asienten.

—Perfecto, como ya saben ya tenemos todo lo que necesitábamos al igual como ya tenemos el día arreglado.

Vuelven asentir.

—Todos tomarán el mismo rumbo de sus vidas como antes, ya las investigaciones terminaron todo está listo solo falta esperar el día el cual está muy cerca—dije tomando de mi batido—dejaremos que disfruten sus últimas semanas plácidamente hasta que llegue la fiesta de los Morgan...

Me levanté de mi asiento—buenas noches—dije empezando a caminar hacia la salida.

—Buenas noches—respondieron todos.

Salí a la fría noche de Londres y caminé por el oscuro callejón hasta salir a la calle donde estaba mi auto estacionado al otro lado de la calle.

Crucé la calle y recibí un mensaje de Lucas * te espero entonces*

Subí a mi auto y conduje hacia la casa de Daniel hoy había reunión del club de lectura. Le había dicho a Lucas que llegaría un poco tarde, así aprovecharía para ponerle fin a mi trabajo de investigación para ir ya a la fase final del plan, ahora disfrutaría un poco de mi vida para después dar el golpe.

Encendí la radio y de inmediato se escuchó por todo el auto Believer de Imagine Dragons.

Solamente tarde treinta minutos en llegar a la casa de Daniel, estacione el auto frente a mi casa y salí caminando directamente hacia el garaje de Dani, toque y la puerta se abrió dejándome ver a un grupo de chicos hablando entusiasmados cada uno. Busque con la mirada a Lucas y estaba en una esquina tomando café a solas mientras miraba al grupo hablar.

—Hello—salude cuando llegue a él con una sonrisa.

Había pasado dos semanas desde nuestras citas en donde me sentía cada vez más rara estando con él.

— ¡Hola!—dice— ¿todo bien?—pregunta.

—Sí...—Me senté al lado de él mirando al frente— ¿y tú?—Pregunte.

—No podría estar mejor...—responde sonriéndome.

Le devolví la sonrisa.

~*~

Estaba hablando plácidamente con una chica nueva del club la cual se llamaba Cheyline, teníamos gustos similares.

Todo iba bien hasta que vi hacia donde estaba Lucas quien charlaba animadamente con una chica pelirroja a la cual olvidé su nombre. Los observé por unos minutos, él reía de la misma forma que lo hacía conmigo y ella... Se veía que estaba muy interesada por él.

Sentí la rabia surgir desde lo más profundo, mis manos se volvieron puños y escuchaba a los lejos las palabras de Chayline, estaba muy concentrada en esos dos.

—Discúlpame—me giré hacia ella con una sonrisa falsa—debo hacer algo—Ella me miro algo sorprendida, pero asintió.

Me levanté y caminé hacia ellos, hacía una hora que se había alejado de mí cuando Chayline y yo empezamos hablar, él dijo que así hacia amigas, ya que solamente tenía como amigos a él y a Daniel, "te hará bien hablar con una chica... Así hablan cosas de chicas, porque no lo puedes hacer con nosotros." Esas habían sido sus palabras.

Ah maldito hijo de puta, claro te hará bien, ¿verdad?, De seguro solo querías estar a solas con ella para hablar de la manera en la que lo están haciendo ahora... Como lo hacía conmigo.

—Hola—dije fríamente cuando llegué a ellos.

—Hola—respondió la pelirroja mirándome mal.

— ¡Hey!—exclama Lucas— ¿qué hay de nuevo rojita?

Lo veo seriamente— ¿De qué están hablando?—preguntó.

Él va a responder, pero la chica lo hace primero—No es de tu incumbencia saber de qué estamos hablando... Sin ofender—la miro levantando ambas cejas y luego a Lucas.

—Ok... —respondo dando media vuelta yendo a la salida. Escucho a Lucas llamarme, pero ignoro al traidor.

Salí de ahí rápido y camine hacia mi casa furiosa, no lo puedo creer...

Abrí la puerta y me encontré con el grupito ese en la sala, cerré la puerta fuertemente y subí las escaleras de dos en dos hasta llegar a mi habitación y tirarme en mi cama boca arriba llevándome las manos a mi cabeza a meditar lo que había pasado.

A ver respira Eva, lo que hiciste fue una estupidez, no hay porque enfadarse así si ustedes dos no son nada... pero es que ¡Caray si estaba tan feliz hablando con ella!

Conocía esa sonrisa porque era la misma que me daba cada vez que me escuchaba hablar de toda la mierda que se me cruzaba por la cabeza... Escuche voces abajo y unas de ellas fue la de él... Mi corazón dio un vuelco y empezó a latir frenéticamente.

¡Ah! ¡Ya ve como me pone! ¡Eso no es normal! ¡No puede gustarte alguien de La noche a la mañana Eva!

Me levanté arreglando mi corta falda roja y salí de la habitación me acerqué a las escaleras y me sorprendí al ver a Lucas sosteniendo por el cuello a Brad contra la pared y a Trevoll en el suelo con la nariz rota siendo atendido por Nathalie y Leo.

¿Pero qué?

—Lucas...—lo llamé.

Su cara estaba toda roja por la ira, una vena se cruzó por su frente y los fuertes brazos que había mencionado antes se le marcaban en la camisa negra que tenía. Rayos... Creo que hace un poquito de calor...

Baje un escalón y él me miro—Eva.

— ¿Qué está pasando aquí?—pregunte recuperando la compostura mirando a todos desde aquí arriba seriamente.

—Bueno este tipo entro como si fuera su casa buscándote—responde Trevoll parándose del suelo—lo detuvimos y ya vez como se puso de rabioso...




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