La Reina Del Mafioso

Capitulo 2

 

  La alarma de mi celular comenzó a gritar logrando que me despierte al primer tono, desactive todas las alarmas y desenrolle en blanco acolchado de mi cuerpo. Hace mucho frió. Me coloque mis pantuflas y baje las escaleras algo agachada ya que el techo era algo bajo, abrí la puerta que había en la cocina y me encontré con el baño, una ducha de pie, un bater y por ultimo un lava manos, por suerte se podía dar tres pasos en el lugar, me desnude y me metí debajo de la lluvia artificial, masaje mis músculos mientras repasaba mentalmente lo que había leído ayer por la noche, mi memoria es muy buena, siempre me acuerdo de lo que veo, sean palabras o como viste una persona, etc.

 Me coloque unos jeans, una remera manga larga roja, un suerte blanco y unas converse, prepare un café y lo coloque en mi termo, me acuerdo que fue un regalo de mi graduación por parte de la directora del orfanato, extraño esos días en que no tenia que preocuparme por que el dinero alcance para los gastos de un departamento.

 Salí al pasillo donde se encontraba la puerta de mi apartamento, deje en el suelo el termo y arriba de el una manzana verde que brillaba con la luz del pasillo, coloque la traba a la puerta y junte mis cosas del suelo, comencé a caminar hacia el ascensor bañada en mis pensamientos, mi abrigo de lona hacia ruido cuando mis brazos rosaban mi torso y la cola de caballo que me había hecho todavía estaba mojada con algunas jotas chocando contra mi cuello y el piso de madera el cual hacia ruido de unos golpes sordos cuando mis zapatillas impactaban contra el.

 Tengo que comprar el diario para ver en la clasificaciones de "empleos", necesito dinero urgentemente.

 Al abrirse las puertas del ascensor pude ver la recepción del lugar, unos sofás modernos cuadrados, mesas de café de cristal, plantas de plástico en mesetas de cementos y un puertas pesada de cristal, alta como los ventanales que se encontraban a sus lados.

 Le di un mordisco a mi manzana mientras caminaba con pasos apurados, estaba a unas nueve cuadras de la universidad y antes de llegar tendría que encontrar un puesto donde podre comprar el diario, observe como la gente corría con la misma necesidad que yo, llegar a tiempo a un lugar "X", observe un puestos de revistas en la próxima esquina y como puede trote un poco para llegar mas rápido, los bocinazos de los autos me exaltaron, el trafico era horrible y gracias a dios que todavía seguí usando mis piernas para movilizarme, apresurada por llegar a la biblioteca media hora antes de que comience mi primera clase para repasar mientras tomo mi café "especial", un café cargado con mucha cafeína que te tumbaría por lo amargo que es, pero yo le agrego mucha azúcar haciéndolo dulce sin quitar sus efectos, despertarme pero luego me deja desbastada por la noche, tomo un diario y lo pago con un billete con la cara de George Washington, vuelvo a retomar mi caminata hacia a la universidad con el diario debajo de mi axila.

 Empujo la puerta de madera de la biblioteca, el lugar se parece a el comedor de la escuela de la primera película de "Harry Potter", pero en esta en cambio es un espacio donde hay libros y puedes estudiar con tranquilidad, sin que un ruido te moleste, las paredes están repletas de estantes con libros y el piso esta ocupado por las largas mesas de madera obscura que lograba hacer un pasillo largo y algo estrecho.

 Tome asiento en una de las mesas libres de personas, deposite mi termo sobre la mesa y comencé a sacar mi estuche con re-saltadores y mi libro de Bioética, mi primera clase del día, comencé a leer y a remarcar las partes mas importantes con un color azul.

 La clase finalizo cuando todos se levantaron de sus asientos y se retiraron de la habitacion con murmullos, comencé a guardar mis cosas y lo ultimo que guarde fue el diario, estaba colorido en la sección de "Empleos", escuche unos pasos detenerse en la fila en la que estaba sentada, levante la mirada y mire hacia la derecha.

 - Hola, Martina.- Dijo mi profesora de Bioética.

 Era una mujer de cabello rubio, su sonrisa era cálida y su forma de vestir era elegante, es algo bajita y regordeta lo que le da un aspecto mas dulce.

 - Buen día, Señorita Mcclaren.- Dije con un leve asentimiento,

 - Vi que estabas marcando varias cosas en ese diario.- Dijo con una mirada curiosa.

 Me colgue mi mochila a los hombros.

 - Si, estaba viendo los clasificados de empleo de medio tiempo.- Conteste con una sonrisa.

 Su rostro se volvió pensativo para luego dar un respingon con una sonrisa, como si una idea le llegara como una descarga eléctrica por parte de la lamparita imaginaria que se encontraba sobre su cabeza.

 - Mi hijo trabaja para la empresa "Cock", hay una entrevista de trabajo de medio tiempo.- Dijo ella logrando que mi rostro se ilumine.- Si quieres le puedo pedir a el que te inscriba para la entrevista.- Volvió a hablar mi maestra.

 - Me encantaría, se lo agradezco mucho, Señorita Mcclaren.- Dije con un sonrisa que brillaba como los faros de un automóvil.

 - No hay de que cariño.- Termino de hablar con una sonrisa y siguió su camino para seguro descansar un rato sus cuerda vocales.

 Tome mi termo vació y salí del lugar para llegar a tiempo a mi próxima clase.



#3104 en Novela romántica
#1196 en Otros
#199 en Acción

En el texto hay: armas, romance, mafias

Editado: 06.07.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.