La Reina Del Mafioso

capitulo 51

Canciones:

Kehlani - Gangsta

Night Lovell ft. Lil West - Fukk!!CodeRED

 

  Seguí con la mirada la mano de Enzo la cual señalaba y tocaba las diferentes armas. Su voz estaba siendo grabada por mi mente la cual siempre se acordaba lo que mis oídos oían.

 - Por el momento usaras esta y sera tuya de ahora en más.- Enzo tomo una caja negras rectangulares y me la extendió.- Tenla como si fuera tu celular y escóndela como haces con las joyas cuando cruzas un callejón oscuro.- Tome la caja entre mis manos y la mire.

  Retire los seguros de plástico y tire para atrás la tapa la cual se sostenía de la otra parte por el mismo material en el que estaba echos. Observe el arma que brillaba por la luz fría de las lamparas de tuvo que están colgadas en el techo. Saque el arma de la esponja dura y negra y la mire con más detenimiento.

  - ¿Que tipo de arma es?- El aliento cálido de Enzo choco contra mi oreja dejándome saber que estaba detrás mio.

 - Una nueve milímetros.- Conteste sin apartarle la vista al arma.

  Le di vuelta al objeto mortal y unas inscripciones en su caño en cursiva de color dorado me llamo la atención.

 - La reina.- Leí en voz alta y sonreí de lado.

 - Mi reina.- Unos labios cálidos acariciaron mi mejilla derecha para luego hacer presión un breve momento.- Lamento obligarte a hacer esto, mi pequeña valiente.- Una sonrisa se escapo de mis labios.

 - Enzo. Ya te dije que te dejes de culpar, eso no nos ayuda a que esto pase más rapido.- Lo reprochee.

  Enzo suspiro y tomo mis caderas con sus grandes manos como antes lo había echo logrando que mis mejillas ardan por un instante al recordar aquel momento que antes vivimos. El nos hizo girar a ambos con sus grandes pies y con pasos torpes por mi parte caminamos hasta una de las cinco cabinas de tiro que había en la habitacion. Enzo dejo caer de golpe una caja que tintineo sobre la mesa de cemento que había frente nuestro a la altura de mi ombligo.

 - ¿Puedes repetir los pasos que te indique antes?- Asentí con la cabeza para darle una respuesta positiva a su pregunta.- Bien. Hazlo. Te corregiré si lo haces mal.- Ordeno con una voz neutra que me ponía los pelos de punta.

  Enzo tomo lo que parecían unas orejeras y cubrió mis oídos con ellas y luego coloco sus manos en el borde de la mesa dejándome entre sus brazos y su pecho rosaba con mi espalda haciendo que unas hondas de electricidad me recorrieran de pies a cabeza. Desbloquee el arma y saque el cartucho para luego retirar las balas de la caja y colocarlas una a una lo más rápido que puedo.

 - Solo concéntrate en hacerlo bien y no en el tiempo que pierdes al cargarla, eso luego lo practicaremos en casa.- Relaje mis movimientos y dejaron de ser torpes para ser precisos.

  Coloque el cartucho en su lugar y con un click supe que ya estaba trabado. Quite el seguro al arma y apunte al póster de una sombra humana con círculos blancos con números. Las manos de Enzo rodearon las mías y deje que estas movieran el arma que rodeaba con mis manos.

 - De esta forma no fallaras.- Dijo Enzo.

  Largue el aire que había oprimido en mis pulmones y entrecerré los ojos para poder ver a través del guion que había sobre el caño.

 - Ahora.- Enzo me susurro rozando sus labios con mi oído.

  Mis hombros se tensaron y presione el gatillo. El ruido estruendoso de la bala siendo expulsada del arma fue amortiguado por las orejeras. Vi como el pedazo de acero atravesaba el papel que colgaba del techo para luego detenerse en la muy agujereada pared de cemento. Mire el agujero que había en el papel y estuve muy cerca de darle al centro.

 - Bien hecho, amor.- Sonreí de lado por las palabras de felicitaciones de mi novio, el mafioso que conquisto mi corazón.

 - Gracias, cariño.- Dije mientras retiraba las orejeras para atrás dejándolas colgar de mi cuello.

  Tire para atrás mi cabeza con una sonrisa en mis labios y Enzo me dejo un cálido y tierno beso en ellos. Nuestros ojos se encontraron y se sonrieron felices del encuentro.

 - Ahora quiero que practiques hasta que no queden balas en la caja.- Mire hacia delante y mis ojos miraron las balas que había en la caja.

  Creo que alcanzan para llenas dos cartuchos más.

 - Dispara a la parte que tu quieras pero tiene que ser a la imagen, y recuerda.- Gire mi cabeza y lo vi a los ojos en espera a sus siguientes palabras.- Tomate el tiempo necesario por ahora, luego lo arreglaremos, ademas con el tiempo lo perfeccionaras como yo lo hice en el pasado.- Asenti con la cabeza y mire al frente nuevamente para luego colocarme las orejeras especiales para este "deporte".

  El ruido de nuestras pisadas al bajar por las escaleras para ir hacia el estacionamiento eran cubiertas por la música pesada que se escuchaba a todo volumen por los diferentes parlantes que había en el lugar. Mis ojos se llenaron de sorpresa al encontrar otro tipo de clientela en el lugar. Hombre con aspecto rudo y con cara de perro estaba usando las diferentes maquinas del local. Enzo rodeo mi mano y me sostuvo junto a su tenso cuerpo. Los hombres dejaron de entrenar y agacharon la cabeza quedándose quietos en sus lugares. Un hombre con el mismo aspecto que los demás pero más delgaducho y con la piel algo oscura se acerco a nosotros. Mire atenta cada uno de sus movimientos seguros y relajados. Cuando sus ojos de un marrón amarillento se encontraron con los míos de un cobre brillante me acerque más al cuerpo de Enzo y apreté su mano mientras miraba al flacucho con el ceño fruncido.



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En el texto hay: armas, romance, mafias

Editado: 06.07.2021

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