Mayda se despertó sintiendo una extraña energía en su cuerpo. Se sentó en la cama y miró alrededor de su habitación, preguntándose qué estaba pasando.
De repente, recordó el libro que había leído el día anterior. Se levantó de la cama y se dirigió a su escritorio, donde había dejado el libro.
Lo abrió y comenzó a leer de nuevo, sintiendo una conexión más fuerte con los hechizos y los demonios. Mientras leía, la habitación comenzó a oscurecerse y el aire se llenó de una energía oscura.
Mayda se sintió atraída por el poder de los demonios y comenzó a leer en voz alta, invocando a una entidad oscura. La habitación se llenó de un ruido ensordecedor y la luz se apagó por completo.
Cuando la luz regresó, Mayda vio a una figura oscura frente a ella. Era un demonio, uno de los más poderosos que había leído en el libro.
- ¿Qué deseas, Mayda?, preguntó el demonio en una voz profunda y oscura.
Mayda se sintió asustada, pero también emocionada.
- Quiero aprender a controlar mi poder, dijo. Quiero ser la reina de la maldad
El demonio sonrió.
- Te enseñaré, dijo. Pero debes estar dispuesta a pagar el precio.
Xarath sonrió, mostrando sus dientes afilados.
- El precio es alto, Mayda, dijo. Debes estar dispuesta a renunciar a algo precioso para obtener el poder que deseas.
Mayda se sintió nerviosa, pero también determinada.
- Estoy dispuesta a pagar el precio, dijo. ¿Qué debo hacer?
Xarath se acercó a ella, su voz baja y seductora.
- Debes realizar un ritual de sacrificio, dijo. Debes ofrecer algo que te sea querido para demostrar tu compromiso con el poder oscuro.
Mayda se sintió un escalofrío en la espalda. ¿Qué debía sacrificar? ¿A quién o qué debía renunciar?
Pero antes de que pudiera preguntar, Xarath desapareció en una nube de humo negro, dejándola sola en la habitación.
Mayda se sintió confundida y asustada, pero también emocionada. Sabía que había dado un paso importante hacia el poder oscuro, y que no podía volver atrás.
Se acercó a la ventana y miró hacia afuera, viendo la luna llena en el cielo. Sabía que debía tomar una decisión importante, y que su futuro dependía de ella.
Mayda se pasó el resto del día pensando en el ritual de sacrificio que Xarath le había pedido. No sabía qué debía sacrificar, pero sabía que debía ser algo importante.
Mientras caminaba por los pasillos del castillo, se encontró con su hermana Lisha.
- Mayda, ¿qué pasa?, preguntó Lisha, notando la preocupación en su rostro.
Mayda dudó, sin saber si debía confiar en su hermana. Pero algo en su interior le dijo que debía hablar con alguien.
- Lisha, necesito tu ayuda, dijo finalmente.
Lisha la miró con curiosidad.
- ¿Qué pasa?, preguntó de nuevo.
Mayda respiró profundo y le contó todo a Lisha: su encuentro con Xarath, el ritual de sacrificio, y su deseo de obtener el poder oscuro.
Lisha la escuchó en silencio, su rostro cada vez más preocupado.
- Mayda, no debes hacerlo. dijo finalmente. El poder oscuro es peligroso, y no vale la pena arriesgar tu alma.
Mayda se sintió un poco decepcionada, pero también sabía que Lisha tenía razón. ¿Debía seguir adelante con el ritual, o debía escuchar a su hermana y abandonar sus planes?
Mayda se sintió un poco decepcionada, pero también sabía que Lisha tenía razón. Sin embargo, su deseo de obtener el poder oscuro era demasiado fuerte.
- No puedo abandonar ahora, dijo finalmente. Debo seguir adelante con el ritual.
Lisha la miró con tristeza.
- Entiendo, dijo. Pero prométeme que tendrás cuidado. El poder oscuro es peligroso, y no quiero que te hagas daño.
Mayda asintió.
- Lo prometo, dijo. Y gracias por preocuparte por mí, Lisha.
Lisha sonrió débilmente.
- Eres mi hermana, dijo. Siempre me preocuparé por ti.
Mayda se sintió un poco mejor después de hablar con Lisha. Sabía que su hermana no entendía su deseo de obtener el poder oscuro, pero también sabía que la apoyaría sin importar qué.
Con renovada determinación, Mayda se dirigió a la biblioteca del castillo para buscar más información sobre el ritual de sacrificio. Sabía que debía estar preparada para lo que estaba por venir.
Mientras buscaba en los estantes, encontró un libro antiguo y polvoriento. Lo abrió y comenzó a leer, descubriendo que el ritual de sacrificio era más complicado de lo que había pensado.
Mientras leía el libro, Mayda descubrió que el ritual de sacrificio requería un objeto precioso y personal. Algo que le fuera muy querido y que fuera difícil de renunciar.
Mayda se sintió un poco asustada. ¿Qué podía ser ese objeto? ¿Qué era lo que debía sacrificar para obtener el poder oscuro?