La reina que se enamoró

Capítulo 8

Aura

Fingir.

En eso se basaba mi vida. Fingía que nada estaba mal, fingía amar a un hombre y fingía ser feliz.

Sonreía falsamente.

—Míralos —habló.

—¿Qué?

—Crees que no sé qué tú y ese guardia tuvieron algo —mi cuerpo se tensó—. Vamos, cariño. No hace falta que sigas fingiendo, te estas muriendo por dentro al verlos juntos. Solo te pido que no nos dejes en ridículo, puede que tengas poder, pero no amor y ella es mejor que tú, porque logró que él se enamore al instante de ella.

Abrí la boca para hablar, pero él cambio de ritmo avisó el cambio de pareja.

Me dejó y se fue con la rubia, me agarraron las manos. Subí la cabeza y ahí se encontraba Tayden, le sonreí de costado danzando en un mismo ritmo. Estaba tan distraída que no me había percatado que ellos también habían estado bailando.

Escuché risas a mi costado, miré de reojo, su perfecta cabellera rubia, su bonita figura.

Saqué mi vista de ahí al instante.

Suspiré pesadamente, ganándome su mirada. Cada vez se me hacía más dificultoso mantener todo en orden.

Me quedé quieta en el centro, solté nuestro agarre y caminé hacia la afuera de toda la multitud que bailaba con sus parejas, sentí como un escalofrío me heló todo el cuerpo. Caminé hacia las afueras de salón con los guardias siguiéndome, me agarraron la mano impidiéndome seguir caminando.

Puse mi mano en mi pecho y sentí como mis ojos se aguaron.

—Aura...

—Ahora no, Tayden...

Caminé con prisa hasta llegar a la biblioteca.

—¿Entonces cuando?

Intentó acercarse a mí, pero los guardias se pusieron delante de mí protegiéndome.

—Está bien, déjenlo —hablé a los guardias—. Pueden retirarse.

Me senté en el escritorio que ahora se había convertido mío.

—Tayden, Tayden, Tayden —canturreé—. No sabes cómo me alegra saber que te casarás. Tendremos otra cosa que celebrar, no es así.

Se quedó callado.

—Dijiste que amabas y le profesas amor a otra persona.

—No seas hipócrita, estas comprometida con una persona y lo amas, crees que no te he visto mirarlo cuando bailaba con Vania.

Lo veía porque ella es tan libre, tan perfecta.

—Que me case, no quiere decir que ame a esa persona —caminé hasta él—. Nunca pensé en ser reina, tampoco estaba en mis planes, murió Aarón y debían poner a alguien al mando. Ambos sabíamos que, si eso sucedía, iba a pasar esto. No me eches la culpa por aceptar lo sucedido, no me eches la culpa por haberte amado. No soy como tú, me educaron de diferente manera. Me educaron para sonreír, saludar, dar órdenes, espalda recta y cabeza en alto, eso es lo último que he escuchado en estos últimos años.

—Tú eres la única que puede elegir lo que quiere, puedes tomar las riendas de tu vida.

—Yo no puedo elegir, elijen por mí. Tú ya deberías saberlo Tayden.

Quitó su vista de mis ojos.

—¿La amas?

—No, pero trataré.

Asentí.

—Ella es perfecta, ella no es reina. Es tan bonita, tan perfecta para ti. Nunca dejes que alguien vea que es tu debilidad, no dejes que otras personas vean lo mismo que tú. Tómalo como un consejo de amiga.

—¿Por qué estás tan enojada?

—No estoy enojada, solo me estoy adentrando a mi papel de reina y así conseguir lo que quiero.

⊷⊶

Omnisciente

—Qué lástima.

Habló riendo.

—Su jueguecito se caerá lentamente, se lo aseguro —habló con un rastro de seriedad—. Acá solo habrá un ganador.

—Y ese seré yo.

—No queremos salir perjudicados.

Se miraron entre ellos.

—Nadie lo hará, siempre y cuando me ayuden, den información que sea cierta y me ayuden a desmentir todo esto.

—¿Qué quiere lograr con todo esto?

—Que el reino del que va a ser parte se dé cuenta del verdadero monstruo que es.

Sonreí cínicamente.

—Por lo que me han dicho es que él mató, al príncipe Aarón.

—Exactamente, como se sabe el Reino Merleau, está más actualizado que cualquier otro —asentí—. Y el rey Rodrick quiere eso. Mató al príncipe Aarón, quería el poder y que mejor que pedirle compromiso a la princesa y ahora reina, si no llega a cumplir su cometido es capaz hasta de matarla.

—Entiendo —la gran sonrisa creció en mi rostro.

Todos se quedaron callados.

—Estarán bajo mi respaldo, les aseguro que nada les sucederás. Pero si se les ocurre traicionarme las consecuencias serán muy caras.



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En el texto hay: realeza

Editado: 05.04.2022

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