No hemos vuelto a saber nada de malakai, tampoco hemos partido aun hacia el mundo de nathe el cual también es mío y se llama Larousse, no entiendo porque ese nombre pero que puedo decir.
He estado entrenando con Dalia y Nathe, y ya voy mucho mejor que antes, obviamente, entre nosotros no ha habido mas que miradas, no se que le pasa o a mí pero siento más atracción hacia el de la que podría decir.
Solo han pasado cinco días desde lo ocurrido, no me culpen que cada ves que voy a una fiesta es hacer desastres la verdad es que nunca les tome aprecio a esas personas que se hacían llamar compañeros.
Ahora estamos en mi casa en la piscina, estamos tomando un descanso, bien merecido diría yo, pues estos entrenamientos suben de nivel a cada nada, si lo preguntan no, no he desarrollado más habilidades, Nathe me dijo que es probable que más adelante si suceda.
-Oye nathe podemos hablar. -le digo desde la tumbona en la que estoy, estoy decidida a terminar con esto de una vez. Me explico es que tengo unas ganas de besarlo a cada nada, pero siempre me contengo y siento que no debería.
-Vamos a la cocina entonces. -me dice y lo sigo hasta allá sin decir nada aún.
-Quiero que me digas que pretendes, me gustas, te quiero besar y hacer muchas cosas más, eres una puta tentación y no me ayudas en nada porque no me aclaras así que dime porque me tienes en la friendzone si me dijiste que te gustaba. -hablo tan rápido que no me doy cuenta de cuanto hablo.
Él se queda mirándome en silencio y eso me hierve la sangre, literalmente hierve porque mi pelo se está poniendo rojo.
-No te tengo en la friendzone, de verdad me gustas reina mística... es solo que pensé que era muy pronto para pedirte tener algo, de echo estaba pensando en invitarte a salir antes de irnos.
Yo me quedo en silencio, bueno acabo de arruinar nuestra salida, pero ya no hay vuelta atrás.
-Entonces... -digo medio avergonzada o lo estoy fingiendo porque estoy muy contenta de que me quiera invitar a salir. -Ya no lo vas a hacer.
-Oh no, si lo are estaba preguntándole a Dalia donde podría llevarte ya sabes las chicas se entienden y esas cosas... -lo callo con un beso, un beso muy salvaje diría yo, bueno que les digo de verdad me gusta, el me sigue el beso y pone sus manos en mi cintura atrayéndome más hacia su cuerpo.
Siento que nos movemos de lugar y él ya está sentado en el mueble del salón y yo estoy a horcajadas sobre él, esto es subiendo de intensidad y este tipo besa como la muerte dios mío.
Le entro las manos por la camisa y ciento sus duros y fuertes pectorales, nos separamos por aire y nos miramos fijamente.
-Quiero intentarlo nathe, de verdad.
El me mira sin entender muy bien, pero al parecer ya lo ha entendido porque esboza media sonrisa y me vuelve a besar, ahora es un beso más lento.
-Nathe, Kate hay alguien que los busca. -nos dice Dalia desde la entrada terminando con el momento.
Pero nathe no me suelta por nada y tengo que levantarme yo, él se pone de pie y me sujeta de la cintura.
-Oye cálmate, vamos a ver quién nos busca y luego continuamos con lo que estábamos.
Lo escucho suspirar pesadamente, pero me sigue a la salida sin protestar, cuando vamos a la parte delantera de la casa vemos una chica de piel muy linda y delicada ella es morena de estatura media, tiene el pelo recogido en un moño desordenado y lleva puesto un pantalón negro junto a una camisa blanca, la verdad es que no tengo idea de quien es esta chica.
-Hola en que podemos ayudarte? -le pregunto amablemente.
-Estoy buscando a Katia. -me dice sin dar mas explicaciones, al fijarme mejor ella tiene una mirada sombría oh por dios cuanta maldad en sus ojos.
-Y quien eres y para que la buscas? -pregunta Dalia colocándose a mi lado.
-Me llamo Esmaily, y soy la portadora del poder del agua, y vengo a buscar refugio junto a nuestra madre la Reyna Mística. -dice y yo miro a mis dos acompañantes con recelo, la verdad es que ya no confió en nadie.
-Bueno bienvenida seas entonces, la Reyna no está presente, tuvo algunos inconvenientes familiares y salió de la ciudad. -le digo antes de que los chicos hablen por mí, ellos me miran extrañados, no entienden nada, pero esa chica no me da confianza para nada.
Ella tiene cara de desilusión ella esperaba verla aquí.
-Bueno y cuáles son tus intenciones con la Reyna? -pregunta nathe entendiendo mi desconfianza.
-Solo busco refugio pues el señor de los trisha ya está en la frontera de nuestro Reyno y la necesitamos.
Miro a los chicos con algo de angustia, al parecer tendremos que irnos ya mismo.
-Siendo así pasa adelante si quieres espéranos en la piscina o entra si te apetece, mientras nosotros trataremos de hablar con la Reyna para comunicarle lo sucedido.
-Claro no tengo problema, esperare lo que necesiten. -dice Esmailyn mirándome a mi precisamente con algo de malicia en sus ojos. -esperare en la piscina, tómense su tiempo.
Nosotros subimos hasta mi cuarto, desde donde podemos ver nuestra visita en la piscina mientras hablamos.
-Tenemos que irnos Katia, mi madre está sola allá en el Reyno, y esas personas necesitan nuestra ayuda.
-Lose nathe estoy pensando, es solo, y mis padres aun n han regresado de que se supone que haga.
-Katia tus padres van a estar bien, tu pueblo te necesita ahora y lo sabes mejor que nadie.
-Él tiene razón Kate ya es hora de ir.
-Lo sé y nos iremos esta misma noche. -digo determinada a hacer lo que tengo que hacer.
-Nos iremos en 2 horas.
-Nathe espera, quédate quiero hablar contigo, y Dalia, quiero que interrogues a Esmailyn, no confió en ella.
-Si lo notamos, ella tiene un aura peligrosa, algo me dice que ella nos va a dar muchos problemas.
-No la dejaremos hacerte daño, eso tenlo por seguro. -dice Dalia antes de salir por la puerta, respiro con más tranquilidad ahora que estoy con nathe.