¡Imagen nítida, cuánto te deseamos los pequeños e incapaces!
Lo sabemos... "¿de qué sirve?"
Lo entendemos... "inútil sea".
Lo podríamos lograr... "es preferible seguir así".
Las flores de luz custodian a la nada,
Desvían sus calamidades rocosas hacia otras canteras,
¡Cuánto temor a descubrir esos regalos vacíos en la infinidad!
Una vorágine de tiempos frágiles desde el momento de la catástrofe.
En una bola de cristal millones de motas inmóviles.
Otras tantas se ciñeron a la entropía y no quieren detenerse,
Quieren destruirse con su propio caos antes de que la esfera caiga.
Algún día quizás el abismo hable de gusanos conocedores
O el ciclo se cerrará sin respuestas ni nuevas preguntas.
Las flores mueren, pero sus pétalos de salvaje luz se perpetúan,
Hay algo perpetuo después de lo inocuo, lo irascible y lo seco
¿Seremos más que cenizas, más que polvo, más que haces?
¿Arrastraremos en sacos cosechas milenarias en vano?
"Que se redoblen las monotonías binarias. Non plus ultra".
La decisión ha sido llenar el pozo hasta estallar.
Non plus ultra han dicho los ignorantes sabios.
La resignación: tozudez de no zafarse una cuerda inexistente.