La Sicario

Capitulo 11

 El Hijo del Viejo, su nombre de pila era Sebastian. No era como su padre, llevaba una vida hostentosa y su personalidad era explosiva.
Llegan a la casa de Sebastian y Kalevi ingresa  a los gritos. —¡¿Qué carajos pasó allí afuera?!

Sebastian se pone de pie y le pide al gato que lo acompañaba que se retirará. —¡Hola mi dúpla explosiva!  Lara es un placer tenerte nuevamente ¿Por Dios se ven desastrosos qué les pasó?

Lara se sirve un trago. —¡Eso mismo quiero saber yo! El tipo ese Juarez gritó mi apellido. Y mencionó algo de mi padre y la Cia ¿De qué mierda hablaba?

Kal pone su arma en la cabeza de Sebastian. —¡Dame una explicación y dí la verdad porque juro que te mató maldito idiota! ¿De qué se trata todo esto? Casí nos matan y saben quienes somos. Nos vigilaron, sabían que ibamos a estar en Medallin y ahora está en riesgo la familia de Lara ¡Idiota piensa  un poco, ella tiene un hijo pequeño!

Sebastian. —¡Calma! Baja el arma. Mis chicos están vigilándote y en este preciso momento podrías caer. Hablemos como gente civilizada. Tomen asiento y les contaré todo lo que quieran saber.

Kal. —¡Habla, te escucho!

Sebastian relata su historia. — El tema es así, la CIA me viene investigando y puedo caer por mis trabajos ilícitos. Me pidió ayuda para dejarme limpio y ofrecí mis dos mejores hombres para el trabajo.

Lara lo interrunpe. — ¿Te refieres a Kal y a mí?

Sebastian. —¡Bueno, si lo dices así, sí! Ellos buscan a Juarez desde hace año y lo quieren vivo para llevarlo a los Estados Unidos y condenarlo allí por narcotrafico ya que en Colombia tiene a todos comprados. Yo para safar, ofrecí sus servicios, les puse un precio porque a ustedes hay que pagarles y aceptaron. Así que ustedes estarían trabajando como doble agentes para la CIA. Yo voy a conseguir protección para tu familia Lara. Me había olvidado de decirles que el sujeto tenía que regresar vivo y en una sola pieza, (se reía). 
Kal le da un puñetazo y le rompe la boca.
—¡Es lo menos que mereces hijo de puta!

Sebastian se limpia. —Van a tener que regresar para capturarlo. Ellos pagarán el doble y van a recibir ayuda de sus agentes. Deberían agradecerme, todos darían su vida por ser parte de un equipo como el de ellos. Y Lara ¡Mi hermosa arma! Tu padre, trabajó para la CIA un tiempo pero bueno, fue distinto fue bajo su concentimiento.

Lara. —¡Pero tu nos mentiste rata inmúnda! (patea una mesa y rompe todo lo que había en ella).

Sebastian. —¡Ya están adentro! Si se niegan irán presos porque tienen información de sus trabajos y los concideran gente peligrosa.

Kalevi caminaba de un lado a otro. —No tenemos opción Larita. Ya esta, hagamos esto y terminamos acá. Te aviso inmundicia, ( y le apuntaba con su arma a Sebastian), Este es nuestro último trabajo para tí. Para salvar tu pellejo nos usaste y nos mandaste a la guillotina maldita basura.

Sebastian. —Bueno. Estiy agradecido pero igual la suma es millonaria y no necesitarán volver a trabajar de esto. Voy a llamar a mi contacto para que junten a su equipo y ustedes se unan a ellos.

Lara y Kal,  miraban a Sebastían con ganas de matarlo pero sabían que el mínimo movimiento morirían ahí dentro. 
Kalevi se acerca a Lara y le susurra al oido. —Cuando esto termine nos encargamos de este traidor.

Lara llama a su esposo para avisar que se iba a quedar un día más porque había trabajo para hacer. Le pidió que cuidará de Jared y si podía,  que abandone la casa y fueran ambos con de su madre, que al regresar se lo explicaría, Jukka  tomó muy mal  la noticia que ella le daba y empezaron a discutir, Kal se acerca y le sacó el teléfono y colgó. 
—¡Te necesito aquí conmigo! —dijo Kalevi mientras abrazaba a Lara y le daba un dulce beso en la mejilla —. Ellos estarán bien ¡Vamos asegurarnos de que manden agentes a cuidar tu casa y a tu familia! Todo saldrá bien te lo prometo por mi vida.


MEDALLIN-COLOMBIA
— Jefe aquí tiene los datos que me pidió. Los investigamos. Están trabajando como encubiertos para la CIA, al parecer lo quieren vivo mí jefecito —comentó un empleado  Juarez —. ¡Este país ya no es seguro para usted! Debería irse por unos meses.

Juarez. —¡Yo no voy a esconder la cabeza como un  abestrúz! Me voy a quedar aquí, (le gritó y rompe una botella)  ¡¡¡Yo soy Pablo Juarez y no soy un cagón, no tengo que esconderme de nadie porque yo no le temo a nada!!! Llevan años queriendo atraparme y cada vez que lo han intentado han fallado. Sus agentes mueren en tierra colombiana.

Pablo Juarez lee nuy por arriba  los papeles que le entregaron y mira las fotos de Lara y Kalevi.

Juarez. —¿Son pareja?

El empleado. —No señor, son compañeros desde que eran chicos, ella es casada y tiene un hijo pequeño. Pero su casa debe estar custodiada.

Juarez. —Su familia aquí no tiene nada que ver, vamos a dejarlos afuera por ahora, si algo sale mal los presionamos por ese lado.
Es una joven muy linda.

El empleado. —Si, pero lo que tiene de linda lo tiene de asesina, es un arma letal. Sirvió para el ejercito finés durante un año y medio para las fuerzas especiales y le dieron la baja por desacato, tiene carácter y no podían controlarla, también investigamos que tuvo problemas con las adicciones y se retiró. No sólo es un arma sino también es buena con las armas blancas, era instrumentista quirúrjica y puede matar a cualquiera con solo un lapiz, sabe que organo tocar para matar y por problemas le sacaron la matricula. Se retiro del trabajo hace 5 años y ahora regresó al rodeo. Su compañero era su amante pero algo hay entre ellos todavía.
Juarez lo miraba y movía su cabeza de un lado a  otro. —¡Es una chica rebelde! (acariciaba su barbila), me gustan esa clases de mujeres rudas pero con rostro angélical ¿Y qué me dicen de él?




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