Daniela...
Experimentar algo distinto crea un caos en nuestro interior, nos llena de preocupaciones y de inquietudes, cada persona lo transmite de forma diferente pero todos en algún momento sentimos ese pequeño cosquilleo.
Era viernes en la mañana aquí estábamos los 7 sentados en la mesa tomando desayuno sin decir nada.
—Disculpen no tengo hambre, iré a mi habitación.
—Hijo, pero.
—Déjalo mujer, tal vez no tiene apetito.
Mi tía Mariela se veía muy mortificada, hace una hora habían regresado de Sevilla, desde que Jeison regreso de dejar a Alexa y Elizabeth a su casa no dijo nada, a estado así todo el tiempo, Camila volvió a estar como antes de que llegara Teo y Oliver también estaba muy extraño, los únicos que no entendíamos y seguíamos sin decir nada éramos Teo y yo todo era muy incómodo.
Después de la extraña noche que tuvimos el día anterior me despedí de Emanuel, cuando llegamos a casa él se había ofrecido llevar a lo demás chicos a sus casas ya que estaban cerca de la suya , su sonrisa me tranquilizaba, pero no dejaba de observar su celular, se veía preocupado, pero preferí no insistir sé que algo oculta pero no quiero presionarlo, no nos conocemos mucho para tenernos tanta confianza, pero por alguna razón me gusta que este cerca de mí, me siento en calma.
Pero con Oliver es distinto, no me siento incomoda cuando está cerca de mí, siempre esta cuando me siento triste y sonríe haciendo que mi corazón se acelere.
No lo entiendo.
¡Me va a explotar la cabeza!
Mis tíos salieron a hacer unas compras para el fin de semana solo teníamos 4 días para regresar a clases teníamos que aprovecharlas al máximo al menos ese había sido mi plan.
—Chicos si salimos un poco...quiero decir solo falta pocos días para regresar a clases y...—Camila me observo cruzando los brazos mientras se colocaba de pie...
—Es una tontería, no estamos en una guardería Daniela, conmigo no cuenten, iré a dar una vuelta.
¿En qué momento cambiamos tanto?
No lo sé.
—Teo—Observe a mi mejor amigo mientras el desviaba la mirada.
—Dani, no me lo tomes a mal, pero suena aburrido—Rodé los ojos mientras respiraba hondo.
—Lo siento primita, pero tengo sueño y planeo quedarme todo el día en la cama—Jeison se colocó de pie mientras subía las escaleras, observé a Oliver, pero no dije nada.
Sin decir más decidí subir a mi habitación, no es lo que quería, pero aun puedo ir sola.
— ¿Te sientes mal porque ya nadie te sigue?, date cuenta no todos somos como tu así de...—Gire la mirada, ella me observo de pies a cabeza mientras hacia un gesto de asco, bufe mientras ella me observaba y pasaba a mi lado empujándome.
—Así de tonta, quítate me estas estorbando el paso—La observe molesta tenía ganas de decirle todas las cosas que pensaba, pero...no dije nada, me hice a un lado mientras ella cerraba la puerta.
Respire hondo intento que los recuerdos de aquellos años de amistad no me lastimaran, comencé a buscar algo de ropa entre mis cosas, necesito salir.
Entre lo poco que había traído de la academia solo había cosas que habíamos comprado las dos en símbolo de nuestra amistad.
—Esto significa que estaremos juntas siempre, tal vez no es muy lujoso, pero siempre te cuidara Camila
— ¡Es hermoso!, ¡me encanta!
Los recuerdos flotaban por mi mente.
— ¿Qué es eso?
—Es una cadenita de la amistad la señora que los vendía dijo que solo si se rompen, la amistad entre la persona que la tenga terminara...cuídala bien Dani.
— ¡Claro que sí, aquí la que rompe todo eres tú!
— ¡Por supuesto que no, yo no soy tan torpe!
— ¡Tonta!
— ¡Boba!
Risas, muchas risas.
—Eso es hermoso, el mío será el negro.
—Entonces yo quiero el blanco.
—Como el yin y yang
— ¡Sí!
— ¿Qué hacen vestidas así?
—Ay mamá, nosotras somos hermanas y las hermanas se visten así ,no es cierto Camila.
—Claro que si...el corazón nos hizo hermanas.
—Estaremos juntas.
— ¡Siempre!
—Has visto ese chico nuevo, es muy guapo
—Solo piensas en eso.
—No me digas que no lo has visto, yo te vi.
—C-claro que no, aparte a mí nunca me gustaría alguien que le gusta a mi mejor amiga.
—Ay, a mí sí.
— ¿Cómo? Eres una tonta Camila
—Ya hombre solo bromeo.
—Deja de hacerme cosquillas terminare en el piso, Camila.
— ¡Tú te lo buscaste...el señor cosquillas llega a su última estación!
— ¡Y-ya...pa-para...T-teo...Te.teo...Tu también!
— ¡No espera!
Las lágrimas no dejaban de caer por mis mejillas...había muchas fotos de nosotras haciendo muecas raras.
En qué momento cambiamos... ¿fue cuando crecimos? Tal vez antes.
Después de haber llorado como una hora y parecer un hermoso panda.
¡Noten mi sarcasmo!
Aquí estaba, por alguna razón siento que ya conozco este lugar, aunque antes me gustaba caminar mucho y hacerlo sola era mucho mejor, pero ahora me sentía mal , como si me faltara algo.
Me senté sobre una de las bancas que había en el parque no muy lejos de casa como a unas 15 cuadras, bueno si estaba lejos, pero necesitaba despejar mis pensamientos y sentía que aquí lo iba a hacer o al menos poner en orden mis sentimientos.
Me sujete el cabello en una cola alta, al final decidí colocarme un vestido no muy corto de color celeste con flores rojas, era sencillo, llevaba una mangas cortas y un pequeño broche detras, calze unos botines negros