Octavio
Tiempo, es el mayor juez de todo; tanto para lo bueno como para lo malo, es mi mayor aliado y a veces está en mi contra, lo digo porque hoy hay un represamiento de carros tan grande que no avanzamos, mi nivel de paciencia es 0 en este momento.
Cuando logramos avanzar ya es tarde y tengo llamadas perdidas de kailam, se que no es ella quien me llama, alguien me cronometra la llegada a la casa.
Al llegar a las escalinatas de la casa, veo al causante de que mi teléfono quiera explotar, no me ha visto, observo todo lo que pasa en este momento en la casa a través de una de las ventanas.
Han pasado 3 años desde que me case con kailam, no ha sido fácil, a veces suelo ser un tanto desesperante, pero ante todo esta nuestra familia y nosotros como pareja; el embarazo fue tranquilo hasta el parto, tuvo complicaciones, pero al final todo se resolvió de la mejor manera y decidimos; mejor yo decidí, que no tuviera mas bebes por seguridad, no soportaría verla tan frágil y con temor a perderla.
Levanto la mirada y me enfoco con mi hijo menor, ya me vio, la relación con Javier es más cercana, si tuvimos otro varón, Ivana ahora dice que es la reina de casa; y rafa se comporta como el mayor, no necesitamos niñeras ni nada de eso, con los chicos nos bastó y sobró, las travesuras aumentaron un 200% porque Javier es muy inquieto, diríamos que les da catedra a los hermanos.
- ¿Porque no entras a la casa? - kailam esta de pie en la puerta yo sigo en las escalinatas de la casa –
- Estaba pensando en todo
- ¿Tengo que preocuparme? – frunzo el ceño, me acerco a ella y la beso-
- No para nada, mira – le muestro el teléfono y el montón de llamadas perdidas, sonríe –
- Ese es Javier Almoraz, posesivo, imagínatelo con novia en unos años – sonreímos -
- Ni lo digas todavía kailam, falta mucho para eso – entramos abrazados a la casa –
Javier viene corriendo hacia mí, trae unos papales entre las manos y son dibujos que hizo los observo detalladamente y son de nosotros como familia, todos hasta la bola de pelos esta en el dibujo; Alaska es otro cuento, se nos escapaba a cada rato hasta que nos dimos cuenta que estaba embarazada de quien sabe que perro callejero por ahí, y si, tuvo 4 cachorros, los chicos lloraron pero no había cabida para todos en la casa, así que Gael y Sofia adoptaron a pepperoni, mi amigo Fabricio se llevó a Akira para Milán, Ian se llevó a Cronos y pues nos quedamos con manola.
Feliz es poco para describir lo que siento por mi familia, me siento completo, afortunado y pensar que cuando decidí querer tener hijos, dije muchas estupideces tales como que las mujeres eran un fastidio y que querían devoción exclusiva y mil cosas más; cuando conocí a Kailam pensé que quería mi dinero y la trate muy mal al darle un maletín con dinero, pero ella como siempre me tapo la boca, aparte de ponerme el maletín en la frente y dejarme un chichón inmenso, dono todo el dinero sin siquiera mirarlo o saber cuánto había ahí.
Aparte de mi esposa, amante, compañera de vida y demás, trabaja para mí, es una buena administradora de empresas, como empresa hemos crecido muchísimo y todo gracias a su gestión y apoyo, es todo lo que cualquier hombre desearía a su lado, pero es mía; solo mía.
Kailam
Estos 3 años han sido para mí han sido maravillosos como toda pareja hemos tenido altibajos, pero los hemos podido sobrellevar y afrontar como una familia, la empresa ha crecido en este tiempo, pues trabajo con Octavio, al principio los empleados me veían raro, pero me gane tanto su confianza como su respeto, ya no me ven como la esposa del jefe y dueño, si no, como una compañera más.
Ian empezó a trabajar con Octavio, pero para ser sinceros no era su área, el estudio otra cosa muy distinta a lo que la empresa le ofrecía, aun así, nunca se quejó hasta que nos dimos cuenta, ahora está trabajando con Fabricio en Milán, que por cierto se compromete con una linda chica de allá, mi amigo y hermano encontró su lugar.
Tengo en mi pecho a Octavio dormido; es muy temprano todavía, pero soy mama y dos chicos tiene escuela
- Octavio ... muévete para allá- lo trato de mover, pero nada-
- Mm... estoy cómodo ...
- Aplastas a mis chicas – sonríe –
- Son mis "chicas" Kailam, duerme si
- Ivana y rafa tienen escuela y tengo que alistarlos, si no llegan tarde, tu sabes que son dormilones
- Tienes razón - se mueve lentamente y me da espacio para levantarme-
- Ya te traigo al gordo – asiente con los ojos cerrados –
Literalmente corro al baño ha asearme, al salir me encamino al cuarto de los chicos para que se alisten rápido, cargo al gordo aun dormido y se lo llevo a Octavio; mis hijos en cuestión de dormir son iguales a su padre, rafa se ha tomado muy enserio el papel del hermano mayor y pone a marchar a Ivana, ya desayunados y listos esperando la ruta. Muchos piensan que me abruma todo esto de los chicos, lo del colegio, el control médico de Ivana, la llegada de javie, la empresa, ser esposa y no, me gusta hacerlo, ante todo no le delegaría a nadie ese papel Octavio lo sabe y lo entiende, que soy todo terreno.
Al regresar al cuarto todavía siguen durmiendo, los observo duermen exactamente igual, Javier llego a nuestras vidas en el momento exacto, Octavio no vivió la etapa del embarazo de los mellizos, pero si su crecimiento y es lo que yo no viví con ellos, con Javier estamos viviendo cada cosa, pero juntos.