22/12/1990
Por favor, dejeme ver donde estoy – eso pensaba Paulo Fernandez cuando sufria el terrible acto de la tortura y el dolor por parte de personas que no conocia.
La tenue pero profunda oscuridad en la que estaba acorralado, ademas de los leves aromas que habian alrededor del aire hacian sentir al viejo doctor de 54 años años de un modo muy incomodo y de una manera claustrofobica la cual estaba conociendo en primera persona, el brusco movimiento de un lugar a otro mientras caminaban por diferentes lugares de los cuales el señor Fernandez desconocia totalmente, demostraban el poco conocimientos de los acontecimientos que sucedian y la poca voluntad que dominaba para poder liberarse de las garras del mal puro que lo dominaba en ese entonces.
—Les recomiendo que me dejen ir, tengo familia y hijos que desean volverme a ver... O quizas solo esten deseperados y quieran dinero, si es asi yo puedo...
—¡Callate basura! —gritaba una fuerte y macabra voz, a la vez un fuerte golpe en la cabeza del pobre doctor se sintio de una manera brusca y cortante, como si un jugador profesional de beisbol hubiera bateado una pelota de y esta ultima hubiera caido sobre una pequeña manzana y se destrozaba a si misma por la mitad—. Si vuelves a hablar pedazo de mierda, te juro que te partire la boca y te llevare directamente a la mierda donde perteneces tu familia y tu, ahora sigue caminando, ¿nos entendemos?.
El doctor tenia muchas preguntas y ninguna respuesta por parte del desconocido de porque a horas tan tarde lo atraparon y capturaron. Tenia que descubrir si era solo uno o varios hombres, pero estaba seguro del que el hombre que lo capturo llevaba una vestimenta muy peculiar, un traje negro y un pequeño sombrero de copa que tapaba la mayor parte del rostro del temido hombre, el doctor Fernandez no podia perder su valioso tiempo; Si habia algo que pudiera hacer en ese mismo instante de peligro mientras caminaba entre las sombras era averiguar al menos el motivo de su captura y el "por que" de sus o su atacante.
—Muy bien... Muy bien, calmemonos un poco señor, no importa a donde me esten llevando, no importa si estamos en la iglesia o en el puto parque de diversiones, solo digame que quiere de mi.
—La prueba llace en el papel, tus colegas y tu no conocen el secreto que la isla Pulok esconde.
—¿Y cual secreto es ese?.
—-نحن نبحث فقط عن عدالة جديدة لهذا البلد الجدي.
El misterioso hombre hablaba en un idioma desconocido para el hombre proveniente de España mientras caminaban, pronto los pasos del doctor se detuvieron y el desconocido lo agarro por los hombros para que no forzegeara mucho y poder asi amarrarlo a lo que parecia ser una silla de madera, pronto una brillante luz que llegaba desde el techo, que se encontraba en la parte de arriba de la horrible habitacion que tenia una especie de olor putrefacto como a ratas muertas. Atonito y desesperado el hombre debil e indefenso intento desesperadamente salir de su peligrosa situacion pero antes de que pudiera hacer algo, un misterioso susurro se presentaba en forma de eco en la habitacion y de pronto una mano fria como la de un muerto le quito la bolsa oscura que le impedia ver al infortunado viajero, pronto un hombre muy formal que se limpiaba el sudor de su frente color almendra se presento ante el, llevando consigo la deseperacion que atormentaria a muchos en el futuro actual, icluyendo a Carlos Garcia.