Capitulo VIII

El impacto de la verdad golpeo a los dos oficiales de policía como una tempestad de frio en Pensilvania, la cruda realidad de los hechos que había relatado Javier solo mostraban que el verdadero monstruo estaba manipulando las cuerdas de un joven que ya no tenia nada que perder. Un joven que paso de ser uno de los caballeros blancos mas importantes de Pulok a una simple sabandija desalmada, que solo pensó en si mismo y en sus propios beneficios. —Tu debes de estar bromeando, por solo un rechazo asesinaste a esa familia… Un momento ¿por que nos cuentas esto, que ganas con decirnos esto a nosotros? —ahora comentaba el oficial Chaindez, que despertaba del sentimiento de impotencia por no haber ayudado a los inocentes asesinados—. —Algo tramas tu, y esa maldita sociedad. Por que un odio contra los jefes publ… —¡CALLATE FERNANDEZ! —Ahora respondía Javier con dura firmeza en su voz contra el oficial Horacio Fernandez—. Se quien eres, me contaron del pasado de aquellos que intentaron detenernos. —¿De que habla compañero?. Un silencio incomodo se presento en la habitación, algo le ocultaba Horacio a su compañero respecto a la sociedad. ¿Pero que era realmente?. —Hace años, mi padre, junto a un grupo de oficiales escogidos de manera aleatoria fueron seleccionados para infiltrarse en la organización conocida como el jurado de Arkon, pero papa y sus compañeros fueron asesinados por estos bastardos… —Sabia que querías conocer los secretos de la sociedad, pero no sabia los motivos… Horacio, no lo sabia —ahora respondía el oficial Alfonso—. —Es conmovedor que se hallan entendido, pero lo que no te dice tu amigote sobre este peculiar caso, es el motivo de sus asesinatos. —¿No entiendo? —Preguntaba Alfonso—, que quieres decir con el “motivo”. —La sociedad, no elimina a sus objetivos por que si, tenemos un código. Un reglamento que seguir, veras —Javier empezaba a relatar los hechos que lo llevaron a confesar el acto cometido—, admito que hice muchas cosas mal. Pero no me arrepiento de ello, Pulok es una maldita isla que debe ir al purgatorio para redimirse de su muchos pecados, empezando por el gobierno de Rivera, ese hombre o puerco. Como quieran llamarlo, esconde muchos de los secretos mas importantes de la isla, yo mate a esa familia por mero gusto personal, pero ellos planean algo grande, y eso. A mi me preocupa mucho. —Y que pretendes que hagamos ¿que te creamos y te dejemos libre? —respondia Horacio—. —Por supuesto que no, estoy loco y como tal, sere llevado a un manicomio. Pero ustedes demostraron mas lealtad a la isla que muchos de los corruptos que viven en ella. Salven la isla y averigüen que buscan, no me importa quien gane, solo estoy seguro de algo… —¿Que? —Aquí habrá sangre por doquier. Y asi fue como un oficial llego de repente para pedir permiso y llevarse a un lunatico silencioso al hospital psiquiátrico mas cercano, los oficiales que lo interrogaron no sabían que hacer y estaban cada vez mas sorprendidos con lo que sucedía. —Y ahora que Horacio, se lo llevaron y no tenemos pistas de donde estén. —Alfonso, descubrimos su nombre verdadero y que quieren, la destruccion de los poderes gubernamentales de Pulok. Aun así, me preocupa algo. —¿Que cosa? —Y si le mintieron, y si todo lo que le contaron esos bastardos es pura mierda. —No creo compañero, el se metió en este trabajo de sicario muy bien, de algo estamos seguros, no mentía en lo que decía, el quiere que el jurado actué, pero tenia miedo de lo que pudiese pasar si lo hacia. —Solo hay una manera de solucionar esto, 1990, la época donde mi padre fue asesinado, hay algo crucial ahí, ellos estaban involucrados con ellos, pero todos ellos están muertos, maldita sea. —No estoy tan seguro Fernandez. —¿Alfonso?. —El jurado de Arkon, nunca tomo el veredicto sobre la vida de ese crio, el único de la familia que pudo sobrevivir a la masacre de esa época. —¿Quien? —Tu sabes mejor quien fue. Carlos Garcia, el lector de huesos.