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La Solicitud del desconocido.
 

Después de cenar voy a mí habitación y antes de prepararme para dormir abro mi facebook y ahí sigue la solicitud que casi hace que me consiga un castigo.

Y eso hace que me sienta un poco molesta ¿sería mejor si la elimino?

Entro al perfil y no hay nada que pueda hacerme saber si es alguien que conozco, no tiene información personal, no tiene fotos, solo una imagen de alguien con una capucha roja.

Ni siquiera se le ve el rostro.

La pequeña biografía de mi perfil dice claramente que no acepto desconocidos ¿A caso no la leyó? Después de ver ese perfil que es misterioso para mí dejo el celular en la mesita de noche y voy al baño para cepillar mis dientes, limpiar mi rostro y peinarme el cabello, me meto a la cama y lo último que debo hacer es desactivar la red Wi-Fi y activar la alarma para mañana.

Justo en el momento que voy a desactivar el Wi-Fi, vibra el móvil, sacándome un susto. Al parecer es una solicitud de mensaje. ¿Quién querrá comunicarse conmigo a esta hora? ¿Será Andrea? ¿Perdería de nuevo su cuenta? sin pensarlo dos veces, entro nuevamente a la App.

hola! 👋 acéptame la soli 😊

El remitente: Red Freckles. nada más y nada menos que: el del perfil misterioso.

Deduzco que es hombre por qué su nombre de usuario me parece un tanto masculino.

¿Pero quién podría ser? se necesita estar muy interesado para enviar la solicitud y luego mensajes para que te acepten.

Pero no puedo aceptarlo a menos que me diga su identidad, no estoy dispuesta a romper la regla imperdonable.

Después de pensarmelo unos minutos decido contestar.

Amy Welling: No sé quién eres, y por si no has leído mi biografía dice claramente que ¡no acepto a extraños! 😑

Red Freckles: Yo solo quiero ser tú amigo 💔

Amy Welling: Dime quién eres y vemos si cambia la cosa 😏

Red Freckles: Me has visto algunas veces, puede que no me recuerdes por qué fue cuando éramos niños.

Dos minutos después...

Red Freckles: En ese entonces si quisiste ser mi amiga 💔

Seguro es alguien tratando de jugarme una broma.

Amy Welling: ¿Fuimos compañeros?

Red Freckles: No que yo recuerde.

Amy Welling: Talvez decirme tu nombre ayudaría un poco ¿no crees? 😑

Cinco minutos después y no había respuesta.

Amy Welling: ¿Al menos una foto tuya?😁

El reloj va corriendo y espero su respuesta durante quince minutos, creo que soy la única pegada al celular, así que me desconecto esperando leer su respuesta mañana.

Si es que la hay.

***
Lo primero que hago al abrir mis ojos es revisar si hay respuesta del perfil misterioso. 
 

Y pues no, no la hay.

Mientras desayuno, después de pensarlo varias veces le pregunto a mamá.

-¿Recuerdas a mis amigos de la infancia?

-A algunos ¿por qué?

-Estaba recordándome de algunos pero no recuerdo sus nombres.

-Tal ves te ayude el álbum de fotografías.

¡vaya pero que gran idea!

-Recuerdame revisarlo cuando regrese.

De camino hacia el instituto no puedo dejar de pensar en su último mensaje "en ese entonces si quisiste ser mi amiga"

Pero de los únicos que recuerdo que eran mis amigos son Andrea y él primo de andrea, Tom. Aunque mamá para mis cumpleaños invitaba a todos los niños de la cuadra. ¿podría ser uno de ellos?

Necesito urgentemente ver ese álbum.

Abro nuevamente la aplicación y lo mismo. No hay respuesta.

-¿En qué piensas tanto eh? -me interrumpe Andrea.

-Nada. sólo trato de recordar algo... -en ese momento reaccionó, quizá Andrea si recuerde más que yo. -¿qué sabes de tu primo Tom?

-¿Desde cuándo estás interesada en Tom?

-Es que solo recordaba una de mis fiestas de cumpleaños- mentí.

-No lo sé. Bien. Supongo.

¿Qué persona no sabe nada de su familiar?

No podía decirle a Andrea lo que estaba pasando exactamente. Yo era la partidaria de no hablar con extraños. 
Abría que dar muchas explicaciones y ni siquiera yo entendía lo que estaba pasando como para poder explicar.

Desde que esa solicitud de ese desconocido había llegado no había estado tranquila, así que sintiéndome molesta/irritada/confundida y casi histérica volví a entrar al perfil, viendo las únicas dos opciones que tenía confirmar o eliminar.

Tal ves con tocar cualquiera de esas opciones se resolvería mi molestia. Pero la cuestión era que si la aceptaba estaba violando la regla imperdonable y si la eliminaba no sabía realmente lo que pasaría. ¿Podía ese perfil misterioso dejar de escribirme?

De hecho ya lo había hecho.

Pero quizá había pasado algo. Y por eso no había contestado. ¿Se había quedado sin internet? ¿Quizá se había arruinado su teléfono?

¡Hay cosas que pasan, pero eso ni en las películas! me reclama mi voz interior.

Y con eso tenía para sentirme la persona más patética del planeta.