La sombra

Ante tus ojos

Siendo que la “masacre escondida” había terminado hace sólo unos cuatro meses atrás, los estragos que había dejado eran tan graves que muchas personas aún no se recuperaban de ello. Pero, a pesar de todos estos estragos causados, en estos momentos cada una de las grandes fuerzas que dominan todo el mundo se encuentran en busca de las nueve sombras, que se dice que están en diferentes partes del mundo y, aunque se rumoreaba mucho acerca de un décimo, no tenían tanto interés en algo que era nada más que una historia para calamar todos los corazones desperados de las personas y la gran avaricia que traía consigo el tener un poder como este.

 

En lo lejano, en un pueblo que apenas y se podía mantener de pie, los Reguños que habían retrocedido, ahora se encontraban retomando nuevamente el mando de todo lo que estaba pasando y entre sus primeros ataques estaban este pueblo entre otras ciudades de nivel medio.

 

Mientras todas las personas caminaban y se esforzaban por poder recuperarse de cada una de sus pérdidas que tuvieron ante la “masacre escondida”, había una pequeña y ligera brisa que recorría entre las sombras y que no se dejaba notar en lo más mínimo. Esta pequeña sombra que parecía contener un signo débil de vida consigo, no dejaba de deambular entre un lado a otro en busca de no ser descubierta y lograr conseguir un punto en el cual poder descansar por un momento. Pero, por más que intentaba lograr conseguir un momento de paz, en cada una de las ciudades que había visitado, tanto de alto nivel como hasta el de menor, no logró conseguir ni un solo momento en el cual pudiera mantenerse en paz sin que ellos intentaran hacer algo con él. Aunque en este pequeño y devastado pueblo alejado y casi a las afueras de la comunicación de las grandes potencias, sintió que sería una buena oportunidad si llegase al fin encontrar un lugar en el cual poder descansar hasta que tuviera que seguir su marcha entre los estragos que había quedado de todo este ataque y que se encontrara nuevamente en cualquier parte en la que el tener que alejarse lo más que pudiera de meterse en problemas fuera un hecho absoluto.

 

Al encontrar un rincón en una casa que parecía estar casi abandonada por estar cerca de donde debería de ser los muros que protegen al pueblo, se recostó en la parte de atrás entre un polvoriento montón de trapos destrozados que se guardaban en esa parte.

 

Este, sintiendo al fin que podía tomar un pequeño descanso dijo – no puedo creer que haya tardado tanto tiempo para que las nueve sombras empezaran a aparecer, aunque sea verdad o no esta información, no creo que me tendría por que preocupar mientras no me tope con ni uno de ellos. Por más que odie decirlo, no soy quien pueda soportar el tener que lidiar con personas como ellos ni mucho menos el tener que tratar de hacer que todos crean más en lo que está oculto entre las sombras. Aunque… – bostezo – al final de todo esto, no puedo sentir que deba de lograr conseguir nada en ni un lugar. Todos temen lo que no entienden y lo que hoy ven como un héroe mañana lo pueden ver como su peor enemigo. La forma en que actúan todos es muy aterradora, aunque… – cerró lentamente sus ojos – no soy quien para decidir algo como eso, ni mucho menos poder decir que no puedo estar asustado de mí mismo – y con esto quedó profundamente dormido.

 

El tiempo empezó a transcurrir. En este tiempo que iba pasando, esta pequeña sombra había quedado en un profundo sueño del cual no parecía despertarse por más ruido que hubiera a su alrededor. Todo era insonoro ante él, no era posible que lo notaran mientras no entraran en aquel lugar donde se encontraba durmiendo y tampoco era tan fácil el poder percibirlo si en caso pasaran cerca a él. Todo esto se debía a que siempre que pasaran durante la noche, él podría ser completamente camuflado por la oscura noche. También tomo ciertas medidas en la cual se quedó completamente en un punto en el cual no le llegaría la luz del sol tan fácilmente para que nadie lo molestara mientras dormía.

 

Aquel pueblo, que en cuestión de unos dos días se encontraba envuelto por los Reguños, todos sus habitantes se encontraron envuelto en un gran pánico al verlos por primera vez. Aunque no podían identificar completamente sus figuras de cada una de estas criaturas que los estaban atacando, lo único que podían asegurar es que podían ver una silueta negra en ellos y sus ojos rojos.

 

El pueblo, que no contaba con ni una sola forma de poder sobrevivir al ser que aún no contaban con la suficiente fuerza como para poder contenerlos, sumando a todo esto el que habían quedado incomunicado con otros pueblos y ciudades cercanas. Es por ello que sólo tuvieron que tomar entre sus manos las pocas armas con las que contaban y, aunque con poder de armas de fuego no poseían, no se dejarían vencer sin siquiera haber puesto resistencia en poder sobrevivir ante la amenaza que estaba en frente a ellos. Con un temor que podían sentir cada uno de sus habitantes, miraron como la noche se ponía lentamente sin siquiera dejar que el sol volviese a salir durante aproximadamente cinco días completos. Durante este tiempo, todas las personas trataron de usar sus linternas para poder ver a través de esta densa oscuridad en la cual se dice que no es tan fácil hacer que algo brille e ilumine más que tener que permanecer en la oscuridad total que podría poner a cualquiera totalmente loco al no poder ver nada más que la oscuridad, esto sin mencionar las incomodidades que trae consigo el no poder tener nada más que les ayudase en realizar sus actividades cotidianas y también el evitar que puedan dirigirse sin querer hacía alguna parte totalmente peligrosa y perder sus vidas durante este tiempo.



#9134 en Fantasía

En el texto hay: peleas

Editado: 27.03.2022

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