Pasaron unos días después de que Diana comenzó a hablar más con Abraham. Ese día se había quedado después de la escuela con él.
-Tus calificaciones están bajando aún más, ¿no lo crees?- pregunto Abraham sentado en una de las jardineras con Diana.
-Supongo que si, necesito un tutor o algo así- respondió ella. Ambos se quedaron callados un rato, como si Abraham le quisiera pedir algo. Poco a poco la entrada de la escuela se fue vaciando. Las únicas que quedaban era Regina, Wendy y Sara. Que parecían estar viendo hacia algún lado, pero estaban muy atentas hacia ellos. Diana comenzaba a sospechar.
-Ah, Diana… quería darte algo- empezó a decir Abraham y metió la mano a su mochila. ¿Era necesario tanta ridiculez? seguramente sacaría alguna rosa o regalo.
No se equivoco, Abraham sacó una rosa. Las chicas parecían emocionadas desde lejos. Ya sabia que iba a pasar, pero no lo iba a rechazar enfrente de las demás. ¿O si?
Se la extendió y ella la tomo con un poco de nerviosismo. No quería oír la pregunta.
-¿Quieres ser…?-
-¡Si!- dijo interrumpiéndolo. Él se quedo un momento pasmado, no sabia que responder. Diana miro hacia las chicas. Estaban muy atentas a lo que pasara. Se vio forzada a comprobarles que ya eran novios. Entonces se abrazaron y de inmediato las demás estallaron en gritos de emoción.
Después de eso, Abraham la llevo a su casa. Aunque Diana permitió que la tomara de la mano mientras estaban enfrente de las chicas, se soltó en cuanto estuvieron solos. No quería hablar con él y solo hablaron enfrente de su casa.
-Gracias por traerme- dijo mientras abría la puerta.
-De nada… ¿Te gusto la rosa?-pregunto sin saber que decir.
Ella solo se encogió de hombros. Afirmo con la cabeza.
-¿No querías ser mi novia verdad?- pregunto de repente con una voz demasiado triste. Diana sonrió para sus adentros. le parecía gracioso.
-¿Por qué lo dices?-
-Ni siquiera has hablado conmigo- dijo muy triste.
-Perdón, es que de verdad no me lo esperaba- trato de explicarse ella.
-Esta bien, nos vemos mañana… Amor-