La sonrisa del Ángel

Capítulo 23 “El pasado”

Había vuelto al olimpo con Luke y Kitten, estábamos organizando el siguiente informe del mes, Luke ya no estaba tan molesto conmigo.

Espero que tengas todos los casos en la carpeta o te regresaran el informe –me regaño Kitten

Claro jefa –le dije sarcástica

Samara... -me regaño una vez más Kitten

¿Porque nunca nos dijiste que tuviste una relación con Dante? –pregunto de repente Luke y yo abrí más los ojos, al igual que Kitten

¿Qué? ¿Pp...porque preguntas eso en este momento? –tartamudeo Kitten

Jamás dejamos de trabajar, ¿hay otro buen momento? –pregunto Luke

B...bueno tal vez pudiste preguntarlo con más tacto –respondió Kitten de nuevo tartamudeando, notablemente nerviosa

¡Vamos Kitten habla! –le ordene

No se los dije porque esta prohibido, entre menos ángeles supieran menos peligro, no creí que el fuera a hacer lo que hizo, pensé que solo eran ideas locas, él era un buen trono –termino de decir melancólica

¿Aún lo amas? –pregunte rápidamente

¿Qué? No... para nada –dijo lo último con un tono de voz más bajo, iba preguntarle cómo había sido que se enamoraron pero sentí una punzada en la cabeza e imágenes aparecieron en mi mente, era Santiago y Dante, ¿qué estaba haciendo Santiago con Dante? No...

¿Samara que sucede? –me gritaba Luke

Samara –grito Kitten

Dante esta con Santiago, no era una predicción del futuro, está sucediendo ahora, Dante quiere asesinarlo, se dio cuenta que el libro es falso, tengo que ir ahora mismo –dije y corrí a la puerta pero Luke me tomo del brazo

No iras sola –me dijo con preocupación- iremos contigo, vamos Kitten –ella asintió, buscamos a Santiago pero no estaba en su casa, ni Levi en su departamento, llame a Levi con desesperación pero no me contestaba, al cabo de media hora Levi me devolvió la llamada

¿Dónde estás? –le grite- ¿porque no contestas?, te he estado llamando ¿dónde está Santiago?

Samara, déjame hablar carajo –me grito Levi- Santiago está bien, está conmigo, llegue a tiempo y le causo unas pocas heridas solamente pero nada de gravedad, estamos en el hospital

Voy para allá, dame la dirección –le exigí

¿Está todo bien? –pregunto Kitten

Están en el hospital, tengo que ir –Luke y Kitten asintieron y nos dirigimos a la dirección que me dio Levi, cuando llegamos corrí hasta Levi y le pregunte – ¿cómo está el?, dijiste que no era grave ¿porque están el hospital? Cualquier herida menor sanaría rápido en casa

Dante le quebró un par de costillas y tuve que traerlo para que le pusieran algo, el dolor le era insoportable, sabes que esa herida tarda más en sanar aunque sea un Nefilim –explico Levi- afortunadamente llegue antes de que... -Levi no quiso continuar pero sabía lo que iba decir, llego antes de que lo matara

Es mi culpa –dije frustrada- lo matare, lo juro

Samara cálmate –me quiso tranquilizar Luke y yo me enfurecí, mis ojos y mi cara cambiaron a mi forma de ángel, Levi me arrastro a otro lugar con menos gente

¿Estás loca?, los humanos no te pueden ver así –me regaño Levi, trate de calmarme

¡Quiero verlo! –exigí

De acuerdo – Levi hablo con unas enfermeras y me dejaron pasar

Samara –dijo Santiago cuando me vio entrar, tenía el labio roto y un moretón en la mejilla, además de los vendajes en el torso

Perdóname –le dije y mis lágrimas salieron

¿Porque? No, mi ángel no es tu culpa –dijo con desesperación y ternura, me estiro la mano para que la tomara

No debí dejarte solo, debí saberlo antes, no sé porque no lo vi antes -de mis ojos no dejaban de correr lágrimas, me acerque a Santiago y le tome con fuerza la mano

¡Para Samara! no es tu culpa ¿de acuerdo? –me dijo en un tono más rudo

Lo matare te lo prometo –dije sin pensar

No digas eso, tú no eres esto Samara –Santiago me toco la mejilla con la mano

Vas a estar bien –asegure

Por supuesto, te lo prometí –me sonrió

Debo... volver, pero te prometo que estaré aquí mañana –le dije con tristeza

Está bien –sonrió, me di la vuelta –Samara –me hablo pero no me gire a verlo- te amo –mi corazón palpito rápido, pero cerré los ojos con fuerza y seguí caminando hasta la puerta, salí y me encontré con los demás

¿Está bien?, ¿lo viste? –dijo Levi

No, no está bien, matare a dante –dije con furia- lo hare pedazos

¡Samara! –dijo Luke

Deja de decir mi nombre como si eso fuera a cambiar mis decisiones –le solté a Luke- iré donde Dante

Nosotros vamos contigo –dijeron todos, pero no había rastro de él, los días pasaron y Santiago volvió a casa, se recuperaba muy bien, y seguíamos sin encontrar a Dante, íbamos y veníamos del olimpo a la tierra, teníamos miedo de que en cualquier momento Dante fuera a buscar a Santiago, así pasaron un par de meses más y en ese lapso de tiempo me encontré algunas veces con Micaela para conversar, me parecía un ser amable, amistoso y no veía nada fuera de lo normal en ella

Hola –dijo la chica que tocaba previamente la puerta en cuanto la abrí en casa de Levi

¿Qué haces aquí Micaela? –pregunte sorprendida

Te dije que me llamaras Mica –respondió la chica de manera fría y luego sonrió- dijiste que podía buscarte

... -me quede en silencio unos segundos aun sorprendida- no recuerdo haberte dicho donde vivía

Oh no lo hiciste –dijo riendo pero no me causo gracia- mi habilidad me permite encontrar a las personas, con solo haberlas visto una vez

¡Ya! Bueno ya veo, pasa –le dije esta vez dedicándole una sonrisa más amable, algo me hacía sentir insegura pero también me parecía que estaba siendo un poco paranoica

Hola –dijo Mica a todos los presentes

Te veo de nuevo –respondió Levi- Eres Mica entonces...

Así es –contesto ella sonriente

Bueno ellos son Kitten, Luke y Santiago –dijo Levi dirigiéndose a ellos que estaban en el sillón sentados, Mica miro a todos detenidamente pero a Santiago lo miro más de lo normal, note la incomodidad de Santiago



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En el texto hay: angeles, romance juvenil, ficcion

Editado: 03.07.2021

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