La tortura eterna

09.

Mientras tanto en la comisaría...

Un policía tocó la puerta del gefe de la comisaría.

 

—Pase.

 

Sin esperar más abrió la puerta, pasó y la cerró.

 

>>Siéntate por favor.

 

Se sentó.

 

>>¿Y bien? ¿A qué se debe tu visita?

 

—Siento interrumpirlo gefe, pero quería hablar de algo con usted.

 

>>Dime, soy todo oídos.

 

—El otro día estaba patrullando cerca de donde vivían los Johnson y había una mujer ahí.

 

—Eso no pudo haber pasado, eso ocurrió hace años, ya nadie vive ahí.

 

—Lo sé, hay ciudadanos que dicen también haber visto a una mujer.

 

—Haremos una reunión, hay que solucionar esto.

 

••••

 

Todos los ciudadanos y policías se habían reunido porque los policías habían convocado una junta.

 

>>Silencio por favor.

 

Todos dejaron de murmurar.

 

>>Nos hemos reunido aquí para solucionar el caso de los Johnson.

 

Unas mujeres comenzaron a murmurar entre ellas.

 

>>Al parecer hay gente viviendo ahí.

 

Una mujer se levantó.

 

—Yo opino que de una vez remodelen la calle, a estado abandonada por mucho tiempo, además, ese lugar no es lugar para niños, ¿qué no recuerdan la matanza que hubo? No creo que nadie viva ahí después de eso.

 

Otra mujer se levantó.

 

—Mi hijo y yo sí hemos visto una mujer viviendo ahí, yo opino que primero hablemos con la mujer para no quitarle su casa.

 

—Esa calle está en ruinas, ¿cómo crees que alguien podría vivir ahí?

 

—La petición es remodelar la calle —dijo el gefe de la comisaría—, ¿quién está a favor?

 

Casi la mayoría de las personas presentes levantaron la mano.

 

>>Entonces haré una petición para que la calle sea remodelada e investigaremos si alguien vive ahí, con eso me retiro.

 

Mientras tanto en la casa de Sharon...

—Megan —dijo Sharon—, apaga la televisión, vamos a comer.

 

—Sí mami.

 

Tocaron la puerta. Sharon abrió.

 

—Andrea, ¿a qué se debe tu visita?

 

—Disculpa, les traje este pastel que preparé, espero no estar interrumpiendo algo.

 

—Íbamos a comer.

 

—Bueno, te dejo el pastel y me voy, que lo disfrutes.

 

Andrea le dió el pastel a Sharon y se fue. Francisco y Megan pusieron la mesa.

 

—¿Y ahora? ¿Por qué tan obedientes?

 

—Solo queremos ayudar mami.

 

Se sentaron a comer y al final se sirvieron pastel.



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En el texto hay: muerte, famila, casa

Editado: 16.12.2020

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