8. La cosa con garras

Me despierto, ya es noche, me quedé dormida en la tarde
Supongo que ma me dejó el plato de la cena, está encima de mi tocador
Hace frío, más que otros días 

—Medea — la voz resuena, quiero ignorarla pretender que no existe

—Medea— volteo a ver a la ventana, la misma bola que vi hace unos día está de nuevo ahí 
Me pongo la capa, tomo el cuchillo y salgo, quiero dormir por las noches, descansar, y acabar con todo esto

—Que quieres— digo al aire, la bola de nuevo va al bosque, la sigo 
Se para en el mismo lugar, ahora no se transforma  en una mujer

— ¿Alatar? — ese es el nombre que dijeron así que pruebo con él, Dux no aparece por ningún lado, me siento sola 
La bola solo se queda quieta, no hace nada, me acerco a ella de forma cautelosa 
Brilla, es de color blanco con manchas amarillas es muy bonita en realidad, el ulular de un búho me hace quedarme quieta, estuve a un pelo de tocarla 
Me alejo y veo a Dux llegar y ponerse en un tronco bajo

—Dux— saludo — ¿Dónde te habías metido? — me acerco a el

Este hace un ruido muy fuerte y hecho volar haciendo que caiga

— ¿Que pasa?— volteo a donde la bola, ahora ya no es de su color normal, ahora es roja, muy roja, se empieza a acercar, la luna es la única luz que tengo, me levanto pero tengo miedo, la bola ya no es una bola, tiene  pies y garras,  me echó a correr Dux viene detrás de mí, un ruido algo así como un rugido proviene del ser que está detrás de mí 

— ¡ Carajo!— corro como loca, he seguido la ruta normal pero no llego  a mi casa, estoy en un lugar que  no reconozco 
Es algo así como una cueva muy obscura, me tropiezo y caigo a la penumbra de la cueva 
—No no no — escalo y me lastimo los dedos , el rugido suena más cercano ,tengo mucho miedo 
Logro encontrar un punto de luz, lo sigo, escucho las alas de Dux pero no volteo, llego a donde la luz creo que he salido, el rugido es mucho pero mucho más cercano, me volteo y desenfundo mi cuchillo, la cosa llega es alta , su cabeza tiene forma de ¿lagarto?, tiene unas garras enormes su lengua es como la de la víboras, su color es rojo

— ¡Atrás! — grito mostrando el puñal, debe ser una pesadilla, la cosa se acerca más a mi mostrando sus dientes afilados y su asquerosa lengua, yo retrocedo, no veo a Dux por ninguna parte — ¡No! — doy un golpe con el cuchillo la cosa chilla y se echa para atrás, intento aprovechar para correr, pero esa cosa Salta hacia donde corro y cae directo en mí, pesa mucho

Emite ruidos raros, baba cae en mi cara, intento sacarme de debajo de usted ser
La cosa cae echando un chillido, un brazo me levanta y me jala hacia la cueva

—Espera— no sé si sea la mejor idea

—No hay tiempo mea fémina— una voz de hombre se escucha, el me jala con mucha insistencia, llegamos a algo así como una gruta y nos metemos ahí

— ¿Que está pasando? — tiemblo mucho, no se que decir, si pedir explicación de lo que me atacó o de donde salió el — ¡Que es esa cosa! — pone su mano en mi boca y no me deja hablar

—Mea fémina por favor cálmese, yo la protegeré —me acerca a su cuerpo y me abraza, nos quedamos ahí apretados tanto tiempo que ya no siento las piernas—Salgamos mea fémina

Salimos de la grieta y echamos a correr, el me sujeta de la mano 
Un punto de luz se ve, corremos hacia él, el aire llega por fin y la luna nos da la bienvenida, en todo el trayecto no hubo señal del bicho

— ¿Quién eres?¿Que era esa cosa? ¿Cómo me encontraste? — digo, estoy sudando, tengo ganas de volcar mi comida y tiemblo

—Mea fémina cálmese, se sentirá mal si no lo hace — se aleja un poco de mi

—Oh te aseguro que estoy a nada de volcar mi comida — tomo grandes bocanadas de aire

—Mea fémina debemos seguir antes de que encuentre el rastro — me toma de la mano y me jala de nuevo hacia el bosque

—Te seguiré pero que sepas que tengo un cuchillo que no dudaré en usar — intento decir con voz amenazante, pero el temblar, tener ganas de llorar y vomitar no me hacen convincente

—Entendido mea fémina— caminamos entre el bosque, de vez en cuando el hombre se para a escuchar los sonidos del bosque — ¿Le hizo daño? — pregunta

—Solo un rasguño— cuando estaba encima de mi tirándome sus babas me tenía muy bien sujeta y el hombre lo empujo por lo que sus garras lastimaron mi piel

—Déjeme ver — para y me examina

—Estoy bien, solo llévame a el pueblo por favor — el examina mi  cintura donde está el rasguño

— Esta sangrando, no mucho pero es mejor curarla — saca una botella que no había visto que tenía y hecha agua en la herida, corta un pedazo de su camisa y me lo pone— Eso servirá mea fémina

Pasos suenan al igual que el rugido, echamos a correr, llegamos a una zona donde hay muchos árboles

—Quédese aquí y no se mueva, si puede corra y no voltee atrás— me esconde detrás de un  árbol

— ¿Que? No puede dejarme sola — lo tomo de la camisa

—Cálmese mea fémina, haga lo que le digo por favor — me da un apretón y se va a donde la luna alumbra, el rugido suena las fuerte, el saca un cuchillo más grande que el mío y se pone en pose de pelea — ¡Aquí variabilis! — grita, los pasos se escuchan más rápidos y más cerca, la cosa llega y se acerca de manera gatuna a el hombre, se avienta y lo rasguña, el hombre da cuchilladas a diestro y siniestro, se ve que sabe lo que hace, va ganando la cosa esta sangrando, la cosa da la vuelta y con su larga cola le quita el cuchillo, se da la  vuelta y se abalanza sobre él, noto como le clava una de sus garras y el hombre sangra

— ¡Corra! — dice el hombre, intento echarme a correr pero no puedo dejarlo  así, el me salvó así que acato su orden pero no de la manera en la que él quiere, si corro pero hacia el

— ¡EE bicho! — grito, la cosa esa voltea a verme y me muestra algo si como una sonrisa y si lengua 
Deja al hombre y se acerca a mí, me rodea como si jugara conmigo , le aviento el cuchillo , gracias al cielo este impacta contra su cuello se distrae y corro para alejarlo del hombre