9. El hombre

— Medea —  estamos en el granero, todos me ven con cara de sorpresa enojo y preocupación

— Yo me desperté por unos ruidos—  voy a mentir—  Los ignore pero sonaron más fuertes, salí a ver qué pasaba y vi al hombre tirado en el suelo sangrando

— ¿Tu sola?, no se te ocurrió hablar con tus hermanos o conmigo

— Al principio solo eran sonidos, pensé que tal vez sería un animal atorado o algo así— pongo cara de niña buena, Brayden me abraza

— Lo importante es que está bien y que salvo a un hombre pa— Brayden me defiende—  Además ha demostrado lo valiente que es —  me guiña un ojo

—  Para la próxima nos llamas primero —  dice la—  Y báñate —  sale del granero y entra a casa

— ¿No estas lastimada amor? — pregunta ma

— No ma—  si lo estoy, la cintura y el tobillo me arden pero no les diré

— Bueno toma una ducha y regresas con el a cuidarlo —  me da un beso y entra a casa

— Preparare el baño —  dice Brayden

— Loca—  me dice Ev, seguido me abraza—  Casi muero pensando que te habías lastimado—  lo alejo

— Te manchare—  digo el ríe y sale, regresa con una espada—  Si se levanta e intenta algo le cortas la cabeza —  me la da, me da un beso, sale a casa

— Ya está el baño, yo cuidare del raro, después tú lo harás, tú lo salvaste tú lo cuidas — me río y asiento, salgo y me baño, me tardo ya que parece de la sangre se ha secado y es más difícil quitarla, además me lavo bien los cortes de mi cintura y mi tobillo, cuando acabo me pongo un vestido y me dirijo a donde el hombre

— Listo—  Brayden se levanta, se despide y entra a casa, yo me quedo sentada no muy cerca del hombre, me quedo pensando en lo que paso, sé que debo inventar una muy buena historia sobre lo que le paso al hombre, estoy casi segura de que Brayden lo llevara con Brighnam para que le diga que sucedió, y decir que algo así como una lagartija gigante te atacó no es creíble

— Mea fémina- dice el hombre, me levanto y me acerco a él, todavía está pálido — Mea fémina —  se mueve y parece tener pesadillas —  parce mihi pro salute eius non- todavía habla y no le entiendo nada—  mea fémina
(perdóname por no salvarla)

— Tranquilo señor, ya estamos a salvo —  me acomodó al lado de él y le paso las manos por el cabello —  Todo está bien

Poco a poco amanece, el sol entra lentamente dentro del granero, el hombre se ha quejado varias veces más pero no ha despertado 
Me levanto y decido ir por algo para comer, tengo hambre, salgo del granero y camino a casa, un brillo llama mi atención, proviene donde el hombre tropezó, voy hacía ese lugar y me agacho para recoger la cosa que brilla, es un collar, es una piedra liza azul y verde, está sujeto por un cordón de cuero gastado

Lo tomo y lo guardo, tal vez sea del hombre, mi estómago ruge así que ahora si voy por comida, entro a casa, no hay nadie despierto, hago avena con miel y frutos que ma recogió ayer, lleno una jarra con agua fresca y me dirijo de nuevo donde el hombre
El sigue tirado en la cama, me siento y desayuno, el hombre ya no se queja ni dice cosas

— ¿No ha despertado? —  pregunta ma, yo doy un brinco, no la he escuchado entrar

—  Ma casi me matas de un susto, no, solo habló unas cuantas veces, no entendí nada de lo que dijo

Ma se acerca a él y revisa la herida, la limpia y sale, no tengo nada que hacer, cuidar a un hombre que está herido no es entretenido, salgo y me pongo a hacer cosas, de nuevo tallo piedras y hago cestas para guardar las cosas 
Pa no me ha dejado ir con él, dice que ya que yo salve al hombre yo debo cuidarlo, ¿Que haré todo el día aquí? , entro a casa y me pongo a ordenar, el tiempo pasa de vez en cuando voy a revisar al hombre pero sigue dormido, ma no está, fue a ayudar a pa con la mercancía, Brayden está en el palacio y Ev está en la herrería

— Que divertido ¿no crees Fortem? — Estoy sentada afuera del granero, hablando con mi caballo, Dux no ha dado señales de vida , ya está atardeciendo y yo he acabado de hacer cosas—  ¿Que me dirías si te contara lo que en verdad sucedió? —  me río de manera falsa —  Obviamente no me creerías, un monstruo rojizo y con cabeza de lagarto me atacó y este hombre me salvó, después los papeles se invirtieron porque yo lo salvé a él con cosas que salen del suelo porque yo alce mis manos, a me falto mencionar la voz que me dijo que hacer claro cómo se me pudo olvidar

El caballo está comiendo una zanahoria ignorándome — ¿Ahora qué hago con ese hombre? , ciertamente estos días han sido extraños, los hombres que vinieron de los otros reinos son raros, me preguntan por una marca de nacimiento y si creo en magia, a que viene todo eso, y por no hablar de la bruja que dice que no estoy segura aquí en el lugar en donde he vivido toda la vida—  ¡Fortem! Deja de ignorarme necesito desahogarme con alguien—  el caballo sigue comiendo—  Gordo —  le aviento otra zanahoria

— ¿Hablando con un caballo Medea? —  por segunda vez en el día doy un brinco, me doy la vuelta empuñando una amenazante zanahoria como defensa

— Aléjese—  apunto mi temible zanahoria —  ¿Ronan? —  está parado justo en donde empieza la propiedad

— No me haga daño con esa zanahoria, aprecio mi vida —  el alza las manos como si estuviera indefenso, me pongo roja y le aviento la zanahoria a Fortem

— ¿Que hace aquí? —  ahora estoy apenada

— Pase al mercado y su padre me contó que estaba aquí, quería hablar con usted —  se acerca y me da un beso en la mano, yo la retiro

— Qué alegría que quiera hablar conmigo—  mi tono es sarcástico—  Adelante dígame, y después regrese de donde vino señor

— Veo que mi presencia le incomoda—  se aleja unos pasos de mi—  ¿Ayer le paso algo? —  me dice mientras me examina con la mirada

— No, ¿porque debería pasar algo? —  este hombre sabe muchas cosas, el saco, la marca, y ahora esto

— Bueno, su tobillo tiene vendas y hay un vestido colgado repleto de manchas de sangre —  señala el tendedero donde deje el vestido, es uno de mis preferidos así que lo deje al sol con esperanza de que las manchas se quiten