La última bruja del aquelarre

46. Tu condena

Me arrastro con desesperación a donde Brent, quemo las ataduras que tenían cautivas mis manos, lo atraigo hacia mí, sus ojos están abiertos y la sangre escapa de su boca, el tose, el tiempo pasa lento

— No, no, no, no, no— Tiemblo como nuca lo había hecho, las lágrimas nublan mi vista, no puedo hablar solo lloro, busco sacar la espada pero no puedo hacerlo, la vida va escapando lentamente de Brent, de mi protector, de mi amigo, de una de mis figuras paternas —  No te vayas me oyes no te lo permito y como tu señora debes cumplirla— El sigue escupiendo sangre la cual mancha su cara y su ropa

— Lo lamento Medea— Dice débilmente — Creo que no podre cumplir tu orden — Su mirada se pierde por unos segundos pero vuelve a enfocarse en mi

— No se te ocurra dejarme — El aire se queda atrapado en mis pulmones, no escucho nada ms que el latido frenético de mi corazón, la cara de Brent esta mas pálida, luce como la vez cuando me salvo, la primera vez que lo vi, pongo la mano en la herida e intento sanarla pero mi magia no sale, no hace lo que debería— No me dejes sola aquí por favor— Le ruego, el alza de manera lenta su mano y limpia una de las lágrimas que acurre por mí cara

—Siempre estaré aquí— Mueve de nuevo su mano y la deja en mi corazón

—No lo hagas Brent— El pánico regresa haciendo que tenga ganas de vomitar

—Te quiero mucho mi pequeña — Él sonríe débilmente— Te cuidare desde el otro lado lo prometo — Su mano cae, exhala su último suspiro y sus ojos pierden el brillo de la vida, todo mi ser se congela, emociones se pelean en mi interior, enfado, culpabilidad, tristeza, no sé qué sentir, esta vez lo abrazo por completo

—Despierta Brent, no me dejes sola— Lo muevo intentando que ese brillo regrese a sus ojos— Brent — No responde y mi corazón no aguanta mas, el sonido sale de mi garganta, el grito es espantoso, me recuerda a como grito Brent cuando vio que le arrebataban a mi madre, la garganta me duele, si creí que estaba rota cuando vi a Usher ahora me doy cuenta de que estaba equivocada, veo todo rojo, las lágrimas me nublan de vez en cuando, mi voz está rota, mi cuerpo tembloroso, pero el deseo que aparece es igual que cuando salve a Usher, obscuro, deseo matar no me importa a quien, dejo el cuerpo de Brent en el piso con mucho cuidado, seguido de esto me pongo en pie, el ambiente comienza a cambiar, la temperatura baja, el cielo truena avisándonos de una tormenta, es como ese día en el que mi madre se fue, llovía a raudales y tronaba, las lágrimas dejan de caer de mis ojos, alzo la vista y supongo que luzco como una loca ya que la sonrisa satisfactoria que tiene la matriarca de los De’Ath desaparece siendo sustituido por un brillo de temor, me siento llena de poder, pero no del bueno el que siempre esta conmigo, mas buen es pura oscuridad

—Medea no lo hagas— Escucho las voces de forma lejana, es la de Ronan — No lo hagas deja de caminar— Los aliados de Wolfgang corren a su lado para defenderlo pero con solo un chasquido de dedos hago que el aire no entre más a sus pulmones, verlos caer sin vida me agrada

— ¡Medea! — Ahora son los De’Ath los que se reúnen a proteger a su matriarca, pero yo deseo acabar con ella, los De’Ath corren hacia mi intentando lastimarme pero yo los aviento por los aires, algunos caen bien, otros no corren con la misa suerte, una vez que tengo el camino libre comienzo  avanzar lentamente, Wolfgang tienen una cara de terror pero aun así me apunta con su arma, escucho un susurro que me pide acabar con más vidas, algo bloquea mi camino, volteo a donde proviene la energía y veo que Usher y Declan están creando un abarrera que me impida pasar

—Medea recuerda lo que Brent dijo— El nombre de mi amigo hace que el corazón me duela — Esta en tus manos el que los seres con magia sean libres, no hagas que las personas que están aquí luchando con nosotros nos teman, condenaras a todos — Lo miro, en realidad una parte de mi lo entiende, me dice que piense de manera lógica, que debo solo hacer pagar a los culpables no a los que  estuvieron con nosotros pero esa parte obscura que se apodera de mi de manera lenta me dice lo contrario, ruega por matar por salir y acabar con todos, alzo la mano dejando que la obscuridad me controle, Ronan sale disparado hacia atrás llevándose consigo a Usher y a Declan

—Nunca fue feliz— Digo en voz alta— Siempre la paso mal y aun así era una buena persona— Camino más— Y ustedes lo condenaron— Miro a los que quedan del bando enemigo— Me rio sin ganas— Y lo pagaran— La lluvia por fin cae, la mirada de muchos soldados es de miedo total, unos pocos intentan correr pero la obscuridad los alcanza, gritan de terror, sus cuerpos se doblan de manera muy poco natural, la obscuridad se alegra al ver la muertes

—Medea— Volteo a donde las voces, son mis hermanos— No eres así nympha, por favor — Ambos tiemblan, la  obscuridad los ve como un delicioso platillo, desea acabar con ellos también, comienza a extenderse pero pongo un alto, no a mis hermanos, bloqueo a la oscuridad, siento algo escurriendo por mi nariz

—No— Veo como Usher cojea intentando llegar hacia mí— No dejes que la oscuridad te guie, no la dejes ganar una vez que entras no hay como salir— Armo un campo alrededor de mis enemigos y yo, aislándonos de las personas inocentes, Usher llega e intenta tocarme pero no puede— No Medea, no lo hagas, escúchame por favor, eso es lo que maneja a todos los De’Ath la obscuridad l sandias de matar, no la dejes apoderarse de ti

“No lo escuches” — me dice la voz en mi cabeza—“Ellos te lo arrebataron” — Una ola de odio total me invade alejando cualquier pensamiento coherente

—Llévatelos— Es lo único que digo, las palabras no salen claramente de mi boca— No dejes que los lastime, llévatelos— Le digo a Usher, el parece entender

— Toma a nuestros soldados y a los heridos y llévenselos — Grita a varios soldados — Ahora— Estos no se hacen del rogar, veo hacia afuera del campo, ahí está el cuerpo de Brent, inmóvil, la espada aun lo atraviesa, el dolor regresa, Usher sigue mi mirada — Mírame Medea— Yo lo hago— No eres así y ambo sabemos que él no querría esto— Me mira con cariño— No lo hagas amor mío, por favor no lo hagas, no dejes que la obscuridad se apodere de ti — Siento como mi esencia, lo que soy se antepone a la obscuridad que estaba ganando terreno, respiro pero antes de que Usher pueda volver a hablar veo cómo sale volando por los aires, volteo a donde Adelaine y como me lo esperaba ella es la causante, el poco progreso de alejar a la obscuridad desaparece, mi vista se pone en Adelaine, no lo pienso ni un poco, deje que el odio me controle, camino hacia adelante y antes de que Wolfgang pueda hacer algo le saco el aire haciendo que caiga de rodillas, su mira de terror no me da lástima más bien me incita a mas



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En el texto hay: secretos, aventura, magia

Editado: 04.07.2023

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