Capítulo 3: Vicioso

I'm not asking for forgiveness

Yeah I'll make you go ballistic

Your torture is my business

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Ezra era completamente distinto a sus hermanos, lo sabía por rumores pero ahora, estando sentada frente a él podía asegurarlo. No solo por la suavidad de su mirada o la calma con la que hace y dice todo, era agradable, era normal, al menos por el momento.

—Entonces estuve más de dos semanas con el cabello fucsia — carcajeó — mi madre quería matarme cada vez que manchaba algo

Llevaba ya mi quinto trago y ante esa anécdota de la adolescencia no podía dejar de reír, en verdad lo estaba haciendo sin fingir, creo que ¿el alcohol está ayudando un poco no?

El bar estaba repleto de gente que iba y venía sumidas en sus temas, incluso el aire ya se había llenado de humo, miré sutilmente el reloj en mi muñeca, hacía casi tres horas que estaba sentada aquí solo charlando.

— ¿Cómo lo quitaste? — pregunté graciosa

— Bueno... Joss, mi hermano mayor, me persiguió por toda la casa con una máquina afeitadora y me dejó calvo — su voz fue de una resignación vergonzosa y ambos comenzamos a reír

Por unos instantes nos quedamos en silencio y fue cuando alcance a oír nuevamente los chillidos de las mismas chicas de la fila que habían básicamente acampado en ese lugar de la pista

— Vaya... parece que se desinflan — dije en voz baja sin pretender que Ezra escuchara, pero al estar cerca lo hizo y soltó una gran carcajada que llamó la atención de varias personas

— Evi no las soporta — dijo tomando un trago — vienen al bar desde hace mucho y han intentado seducir a Joss un par de veces

— Bueno eso explica porque la fastidian tanto — asentí

—Eso y que la rubia le tiró una bebida encima a Ev una vez — dijo con una sonrisa en sus labios, ante mi mirada de sorpresa negó enseguida — ella le dio su merecido

Ezra centró su mirada en mí por unos segundos — Y Jen, ¿Qué te trae a Alemania?

«Arruinar la vida de tu familia» reí internamente con cinismo.

Comí una papa mientras meditaba por un segundo lo que le diría, que en cierto punto no era algo ajeno a lo que siempre había querido — He oído que Alemania tiene una de las mejores escuelas de arte en Europa — suavice mi voz — pero la colegiatura es un poco... costosa ¿sabes? así que mientras junto lo necesario trabajando aquí, practico mi idioma y conozco la ciudad

— Entonces haremos que tu estadía por aquí sea positiva — dijo sonriendo de lado.

Comencé a sentir como mi teléfono vibraba en mi bolsillo y no podía sacarlo frente a él, entonces miré otra vez la hora mientras hacía una mueca de "resignación"

—Muy bien — dije levantándome de la butaca — hasta aquí llego yo, mañana debo levantarme temprano — le sonreí

El menor de los Meyer, me sonrió de vuelta y por un pequeño instante sentí que analizo mis movimientos. Ezra miró hacia otro lado e imite su gesto solo para notar que era hacia donde estaba Joss junto a otros tipos. Cuando regresé mis ojos a él ya estaba parado y acomodando su saco.

—¿Quieres que te lleve? — preguntó señalando la puerta

No era mala idea un aventón a estas horas y más aún con el clima tormentoso que había, pero dada la insistencia de la vibración de mi móvil, sabía que probablemente Vittore o alguno de los chicos estaría esperándome cerca.

—Descuida el hotel solo queda a unas cuatro calles desde aquí — Volví a sonreírle con ¿calidez? ni siquiera estaba intentando seguir el papel que me había planteado al llegar aquí. «Bendita mierda»

— ¿Segura? no me cuesta nada

Asentí y me acerqué para despedirme antes de apresurarme y mezclarme entre la multitud. No podía involucrarme de esta manera y olvidar lo que venía hacer, era por mucho una estupidez lo que había hecho.

Mientras iba caminando hacia el hotel repasé un poco lo que vi esta noche; Cómo que Ritter, ese bastardo, no había ido al bar. Claramente era la base de operaciones de los Jäger  y algo importante al parecer se acercaba, demasiadas personas importantes hicieron presencia hoy y podía distinguir las expresiones de ansiedad desde cualquier parte donde me sentara.

Vi a mi amigo y mano derecha en la esquina cerca del bar, estaba tan perdido en su mundo que no noto que estaba cerca.

— ¡Hey freak! — grité saltando frente a Vittore, el pobre se asustó tanto que hizo un movimiento de Karate al aire, que, si no me movía seguramente acabaría en mi rostro

— Monstruito — masculló con una pequeña risa, mientras que yo no dejaba de sonreír con altanería — No atiendes el teléfono

Ni siquiera me miró directamente al decirlo, estaba molesto obviamente, soltó el humo del cigarrillo casi con fastidio

— Llamas demasiado — le respondí con el mismo tono — estaba en medio de Skulls, no podía solo atenderte

Vittore resopló y se acercó — ¿Por eso les diste la noche libre a todos? Gen... es mi responsabilidad mantenerte a salvo, aunque digas lo contrario — se adelantó cuando quise refutar — si algo te sucede y Dante se entera, bien sabes que lo hará, me va a colgar de las pelotas por no haber cuidado a su única familia