La última hija de la Luna

¿Todo Vuelve a la normalidad?

-¿Donde esta¡¡-

-Nos informaron que la ultima vez que la vieron se dirijia al sur... hacia el otro lado.-

-Sola¡¡, sin decirle a nadie¡¡ ¡Como una niña se les escapo del castillo¡¡-

-Majestad no sabemos si esta sola... creemos que esta con ella..perdonenos-

-!Vallan por ella¡-

-Si majestad-

-SUELTALA, No lo hagas¡¡-

-Te quitare lo más preciado que tienes...-

 

Un grito espantoso, lleno de dolor me despertó de aquel misterioso sueño, no habia imagenes, solo los escuchaba, no sabia a que se referian, solo sabia que una de las mujeres estaba asustada, mientras que la otra su voz era pura maldad y rencor me daba escalofrios recordarla.

Volvi a la realidad, volvia ver mi estado, aun no podia depender de mi misma comletamente, una lagrima recorrio mi mejilla, extrañaba correr, caminar. hacer todo lo que hacia antes, despues de un mes de lo ocurrido no me recupera al cien, solo queria correr de aquella casa, la casa se volvio como el hospital, triste y monotona, no era lo mismo sin mamá, ahora mi abuelo se la pasa siempre afuera de casa, en su oficina, casi ya no hablabamos, en pocas días nos volvimos extraños, ahora solo eramos Cora y yo, llevaba dos semanas en casa, hacia mis terapias en casa, ya que yo no queria hacerlas en el hospital, pero al parecer el hospital se volvio más animado que mi casa.

-Veo que ya despertaste- Cora entro con un plato de comida, -Aqui esta tu desayuno, tus favoritos: panqueques.-

Cora y yo nos habiamos vuelto muy cercanas, era muy amable, la queria.

-Gracias¡-

-A las 11 tomaremos la terapia- me dijo

-¿Por que mas temprano? ¿No puede ser mas tarde?- dije haciendo puchero.

-Jajaja, no hoy es temprano, tu abuelo me lo pidio, me dijo que quiero hoy estar contigo, que te tiene una sorpresa.-

-Oh, ¿encerio?, ¿sabes que es?- estaba entusiasmada.

-No, nada, ahora come, te hara bien-

Termine de comer, hice las terapias, me arregle y esperaba ansiosa a mi abuelo, eran ya las dos de la tarde cuando escuche que alguien habria la puerta.

-Katya¡¡ ¿estas lista?- grito mientras entraba.

-Si-

-Me asustaste pense que estabas arriba- dijo sobresaltado, -¿Que haces de pie? deberias estar sentada, sabes que no debes de agotarte- dijo preocupado.

-Estoy bien, Cora dijo que estaba bien se estaba parada un rato, que me servia de ejercicio y si me cansaba me sentara-

-Okey, esta bien aunque no me guste mucho, sabes que quiero cuidarte.-

-Lo se.-

-¿Quieres que lleve la silla de ruedas?-

-No esta bien, abuelo, yo puedo- dije abrazandolo, me sentia bien, y más ahora que él esta conmigo.

-Bueno, entonces vamonos.- dijo entrelazando su brazo con el mio.

-Me parece bien- sonreia de oreja a oreja.

-Adiós Cora- nos despedimos al unisono.

Salimos de la casa y subimos al coche, se me hizo raro que ahora mi abuelo manejara, por lo regular siempre tenia un chofer, pero hoy eramos solo él y yo. Al parecer hoy era un día especial.

-¿Se puede saber a donde nos dirijimos?- trate de cureosar un poco.

-No- sonrio.

-¿Ni una pista?-

-Mmmm...-

-Vamos dime, !me autoconsumo¡- 

-Jajaja, solo te puedo decir que es un nuevo lugar-

Veia por la ventana las casas, la gente y los carros pasar, hace mucho no hacia eso el simple hecho era muy bonito salir y no solo para ir al hospital.

-Llegamos- dijo mi abuelo.

Mire emocionada por la ventanilla, jamás lo habia visto y pasaba muy seguido por ahí.

 

 

 

 



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En el texto hay: seres miticos, guerra y amor, rencarnaciones

Editado: 03.12.2021

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