Estaba emocionada, ya era hora de irnos, al fin todo estaba bien, todo era como antes, ya no tenía más esos raros sueños que tenía noches atrás, por fin era libre, y pensar que me estaba convenciendo que aquella leyenda era real, eso no pasa, sonreía.
-¡Katia!- mi abuelo me llamaba, -¿Si?- respondí adentro de mi habitación.
-¿Estas lista?- decía afuera de mi puerta.
-Si- salí del cuarto.
-¿Quién eres tu?- me miro asombrado, -Abuelo, soy yo, tu nieta ¿quién más?- reímos un poco.
-Estas hermosa, eres tan parecida a tu madre.- me sonrió, -Gracias-
-¿Y Cora? ¿crees que ya estará lista?-
-No lo sé iré a ver- me dirigí a la habitación de Cora, -Toc toc, ¿Cora estas lista?- toque su puerta.
-Ammm no lo sé, Katia no estoy segura de este vestido.-
-¿Puedo entrar?-
-Si-
Entre al cuarto y la vi enfrente del espejo. Me quede asombrada, estaba hermosa.
-¿Qué tiene de malo?- pregunte.
Su vestido era largo, de tubo, color negro, tenía escote de hombros caídos y una apertura en el muslo.
-¡Te ves muy bien!- le dije.
-No crees que es demasiado- dijo señalando la apertura del muslo.
-Vamos Cora que te ves hermosa, ¿no entiendo por qué te incomoda tanto?- la tome del brazo. -Vámonos-, la jale y la saque del cuarto.
-Katia suéltame.-
Reí, -Ya estas afuera, ¿Te paso algo?-
-Basta- volteo los ojos.
-¿Están listas?- pregunto mi abuelo atrás de nosotras.
-Sip- mire a Cora.
Suspiro, -Si señor-
-Te ves muy bonita Cora-
-Gracias- bajo la cabeza.
-Vámonos ya que se nos hace tarde.-
Íbamos saliendo de la casa cuando recordé que no traía los boletos, -Esperen olvide los pases-
-Rápido Kat, ve por ellos-
Corrí rápido hacia el estudio, cuando entre no supe dónde estaban, no pregunte, empecé a buscar en los cajones de su escritorio, esperaba encontrarlos rápido. Rebusque en cada cajón no los encontraba, busque en el último cajón con la esperanza de que estuvieran ahí, y si ahí estaban, los 10 boletos, agarre los que ocupaba, cuando lo cerré no me fije que mi vestido quedo agarrado, di unos cuantos paso y solo sentí el jalón y el ruido cayendo al suelo, rayos, no podría ser tan torpe, tome las cosas y las volví a colocar en su lugar sin arreglar nada, tome una carpeta con el fin de colocarla leí lo que decía en la portada, "Caso O'Brien", debía ser la carpeta de investigación de lo de hace unos meses, lo hojee rápido una parte me llamó la atención, la declaración de las personas que entraron a la casa, "Ella era un monstro, no era un humano" el corazón se me aceleró, enfrente di mi vi unos ojos, blancos mirándome fijamente. -¡KATIAAA!- el grito de mi abuelo me hizo despertar, -¡RÁPIDO!-.
Deje la carpeta donde estaba, coloque el cajón y baje rápidamente.
Mientras estábamos en el carro me quedé pensando, en aquella imagen y en lo que decía de mi aquella carpeta; esos ojos se me hacían tan familiar, donde los había visto, estaba segura que nunca los había visto pero mi mente me decía otra cosa.
-Kat, llegamos- no escuche los que dijo mi abuelo estaba perdida en mis pensamientos.
-Katia, te estoy hablando.- tomo mi hombro y me zarandeo poquito. -¿Qué?- dije,
-Ya llegamos, ¿Kat dónde estás?.- sonrió.
-Perdón, estoy emocionada es todo.-
Bajamos del carro y Cora tomo mi hombro, -Katia ¿está todo bien?- pregunto, -Si está todo bien solo me perdí un rato.- asintió con la cabeza.
Mi teléfono vibro, era Mel.
-¿Dónde estás?-
-Sí, hola Mel ¿cómo estas?, yo bien ¿y tú?-
-Perdón es que llevamos rato esperando.-
-Perdón, se nos hizo tarde, ¿dónde están?.-
-En el lobby.-
-Ya voy-
Colgué..
-Kat,- alguien me hablaba por atrás, me di la vuelta y vi a Adrián, -Hola- me saludo con la mano, me acerque a él.
-Hola, que bueno que viniste- lo abrace, - ¿y Gadea?-
-Se le hizo un poquito tarde, pero si vendrá- se quedó mirando unos segundos el edificio. -Es muy bello, pensé que iba a ser menos imponente.- rio, Adrián ya sabía de este lugar cuando éramos novios se lo había contado todo.
-A mí me gusta-
-A mi también, ¿tiene ese nombre por tu mamá?-
-Si-
-Ella estaría tan feliz, siempre que las oía hablar de este lugar las dos se emocionaban tanto, parecían niñas-, el cementerio de Adrián me hizo reír.
-Hay que entrar, me están esperando, a por cierto aquí tienes tus boletos.-