DOMINGO 19 DE MARZO 11 AM
Al menos eso es lo decía la pantalla de mi celular.
Hoy era como cualquier otro domingo, se levante más tarde de lo usual, fui a la cocina, vi si había algo de comer y como siempre no había nada.
Hice berrinche porque tendre que ir a comprar algo con Doña Carmen y perderé una hora de mi vida escuchando a porqué su hijo es mejor que yo.
—Ahg no mejor no desayuno — mi gato apareció de la nada y se tallo entre mis piernas
—Miau!
—Qué pasho reina? Comida? —le preguntó a mi gato mientras buscaba sus croquetas, después de una exhustiva búsqueda descubri que tampoco tenia.
—Dios en esta casa no hay NADA! —
—Miau!! —Respondió mi gato... Si ya sabés ellos también hablan.
No tuve otra opción más que ir a comprar a la tienda de doña Carmen.
Al estar ahí toque su timbrecito.
—Buenas noches!!! —Dijo con su irritable tono de voz — tan tarde y con pijama mijo? —
Aah y aquí vamos
—Buenos días Doña carmen
Has hecho o visto de esas sonrisas que más que una sonrisa parece que llevas tres días extriñido y por más que haces fuerza no te sale?
Bueno esa es la cara que tengo yo
—si ya ve, es domingo, Día de descansar.
—mmh Pues no mijito, un hombre no descansa, un hombre tiene qe ser productivo cómo mi niño se fue desde las 8 a la iglesia.
No podría importarme menos
—Si bueno cada quién desperdicia su tiempo cómo quiere — Dije con una sonrisa tan hipócrita y a la vez tan satisfactoria
El ceño de doña Carmen se frunció y su boca se abrió como si hubiera dicho la peor barbaridad.
Esperaba su sermón pero nos interrumpió una chica.
—Buenos Días, señora Carmen — ambos volteamos a verla, al verla un escalofrio recorrió mi cuerpo.
—ay —me sacudí, ahora la vista de ambas estaba sobre mi
—Buenos días —Dijo esta vez para mi
—Buenos Días — respondí
Justo hoy que vine a la tienda con mi pijama que consiste de un short con un hoyo, mi playera del PRI y las chanclas de mi mamá.
JUSTO HOY tenia que encontrarme con una chica que parece una princesa sacada de Disney
Definitivamente Dios me odia
—Buenos Días siloe!!, cómo estás preciosa, Hoy no puede ir a la iglesia... Me toco atender la tienda
Bueno esta señora a que hora me va a despachar
—Muy bien hermana gracias a Dios, si si me dijo mateo, que no se preocupe Dios sabe que tenia el anhelo de ir.
Si no hablo no me va a atender.
—Disculpe doña carmen, podría darme un kilo de croqueta para gato, una leche y unas galletas por favor.
—ay perdoname mijo, se me olvido que estabas ahí, si claro, permiteme siloe —eso último lo dijo viendo a la chica
Siloé... Nunca había escuchado ese nombre
Doña carmen me despacho y cobro las cosas.
—Gracias
—Por nada mijo, nos vemos
—nos vemos, tenga buen día.
Voltee hacia la chica
—buen día
Que creían... Que iba a ser un maleducado? Podre ser marihuano, amargado, narcisista, vago pero maleducado nunca.
—igualmente —me sonrió siloé
Llegué a mi casa, desayune, le di de comer a Muse y pase el resto de la tarde escuchando música.