La UtopÍa Del Tiempo.

UNO: Inesperado

 

 

Pueden leer este capítulo con la canción Here de Alessia Cara.Siento que esta canción identifica a Hall con cada letra que aparece. Espero que les guste esta historia tanto como a mí, no quiero decir que es mi favorita pero le tomé un gran cariño, espero que lo disfruten. Y creo que ya esta demás decir que no copien la historia, de verdad no es necesario.

 

[***]

 

 

—¡Dieciocho años aguantándote!, ¿Porqué no cumples tu palabra y te vas de una vez?, no te soporto—Hanna vociferó tan alto logrando despertarme.

—Ahhh.... ¿Ahora resulta que yo soy él que no cumple su palabra?—contraatacó él.

—¡Sí, tú!

—Yo no ando detrás mío robándome la vida, consigue la tuya y deja de joder.

—¡Hiro, controla tu vocabulario que estas en la casa, no en la calle!—regañó mamá—. Si no se callan ahora mismo, no salen a ningún lado los dos, y también les quito todo, celular, computadora, laptop, esa consola de juegos, todo ¿entendieron?

El silencio no se hizo esperar en la casa. Salí de mi habitación y abrí la habitación que daba enfrente mío.

—Buenos días, pa—saludé lanzándome a su cama para abrazarlo mientras él aun estaba sentado leyendo un libro.

—¿Te levantaron?—preguntó cerrando el libro y dejándolo en su mesita de noche, asentí.

—Son muy ruidosos, es muy difícil no despertarse con todos eso gritos—me acomodé entre las sábanas para esconder mis pies en ellas y calentarlas del frio gracias al principio del invierno—. ¿Qué pasó?

—Tus hermanos quieren salir a una fiesta, pero a una distinta cada uno, y tu madre quiere que ambos vayan juntos o no salen.

—¿Y por qué no van juntos y listo?

—Eso no me lo preguntes a mí.

Tomé el control, encendiéndola.

—Salió un nuevo capitulo de nuestra serie, ¿la vemos?—pregunté con una sonrisa en el rostro.

—Sí, apuesto que Ignacio es el asesino, creo que a estas alturas es fácil de detectar.

—Yo no lo creo, para mi que es la carta de otra persona...

Nos quedamos viendo la serie por varios minutos hasta que el teléfono interrumpió nuestro entretenimiento. Desde la sala mamá contesto, pasaron unos minutos y se escucharon pasos aproximarse. La puerta de mi cuarto fue abierta de un golpe.

—¿Dónde estas?—gritó mamá, molesta.

Miré a papá entre horrorizada y temerosa, él solo miraba la puerta esperando los gritos de mamá.

La puerta fue abierta de un tirón mostrándome a una mujer totalmente molesta capaz de destrozar a cualquiera que se tope en su camino.

—¿Me puedes decir que hiciste el viernes en la mañana?—pregunto aparentemente serena, y digo aparentemente porque sé que se avecina el mismísimo demonio.

—¿Fui a la escuela..?—respondí dudosa.

Mierda creo que me descubrió.

—Ahhh... fuiste a la escuela—repitió amenazadora—¿Entonces el director está loco como para llamar y decir que no fuiste?

—Vaya a sa...

—No me contestes—gritó logrando espantar hasta a mi papá—. ¿Hallie, donde demonios fuiste ayer?—silencio sepulcral—. Contéstame.

—Pe...

—Apúrate y nada de peros.

Dios esta mujer cada vez se vuelve más loca, me dice que no le conteste y luego que le conteste. Cómo quieres que te entienda mujer, ¿cómo?.

—Lincon me pidió que cubra su turno y no pude decirle que no, me iban a pagar más—expliqué lo más rápido que pude.

—¿Y se puede saber con el permiso de quién?

—Lo siento—susurré.

—Nada de lo siento mamá, castígala como a nosotros—interrumpió mi hermano y pude escuchar un "sí" desde la sala.

Malditos traidores.

Con estos hermanos, mejor los mato. Sí, lo sé, no rima, pero no tiene que hacerlo cuando es lo que siento ahora.

—Tú cállate que no pedí ayuda—respondió mamá aun molesta.

—Pero mamá a mi me castigaste yendo con Hanna a la fiesta, porqué a ella no la castigas también.

—No te metas, metiche—grité.

—Yo me meto si quiero.

—¡Cállense todos!—gritó mamá espantándonos—Los tres están castigados. 

—Pero dijiste que nos dejas ir, ya no puedes retractarte—habló Hanna apareciendo por la puerta.

—¿Me estas retando?

—No mami—respondió una Hanna atemorizada.

—Esta bien, van a ir juntos como hemos acordado.

La cara de mis hermanos se iluminó.

—Pero llevaran a su hermana o no salen.

De la misma forma en la que se iluminó, se apagó

—¿QUÉ?—gritamos los tres al unísono. 

—Pero mamá...

—Pero nada, o es eso o nada.

—¿Y yo porqué?—pregunté histérica.

—Ese es tu castigo por andar de mentirosa y desobedecer, o que crees tú, ¿qué la escuelas se paga sola?.

—Pero no te mentí.

—Me ocultaste información y es lo mismo

—Ya pues mamá, suficiente con Hanna para que ahora también tenga que ser niñero de Hall—renegó Hiro.

—Es eso o nada, ustedes eligen.

—Mami yo no quiero ir, por lo que más quieras que sea cualquier cosa, todo menos eso—rogué.

—He dicho y se hace lo que he dicho, mientras estén en mi casa se hace lo que YO digo—hizo énfasis en la penúltima palabra.

Sí, esta casa es de mamá, pero no solo de ella. 

Como si mis hermanos me hubieran leído la mente volteamos a ver a papá que yacía sentado en la cama leyendo, ¿Cómo puede leer con semejante escandalo?. Él levantó la mirada sintiendo el peso de ellas.

—Papi...—hablamos al unísono.

—A mi ni me metan...

—Pero papá..

—No, si hago lo que ustedes quieren luego la furia de King Kong me caerá a mí.

—¿De quién?—preguntó mamá alzando la ceja con una mirada retadora.

—De nada, cariño.

—Cobarde—susurramos los tres.

—Entonces ya no quiero ir—habló Hiro.




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