36: "Verdades"

   El cielo está pintado de tonos anaranjados cuando finalmente alcanzamos la playa una vez más. Un hombre con su mascota juegan en la playa desolada, pero hacen caso omiso de nuestra presencia mientras cruzamos la arena rumbo al estacionamiento en silencio.

   En cuando alcanzamos el auto soy el primero en acercarme y abrir la puerta del conductor, me senté en el asiento con los pies aún en el asfalto y me apoyé de lado contra el respaldo. Estoy agotado, y todavía tengo que conducir.

   Segundos más tarde, Einar se acercó y se dejó caer en el asfalto al lado de mis pies, llevó las rodillas hacia su pecho y se recostó contra mis piernas, llevé mi mano de forma automática hacia su hombro.

   Luna se quedó de pie frente a nosotros y cruzó sus brazos mientras nos observaba con curiosidad.

   — La fhyza ahora mismo ya debe de haber huido de esa cueva. — Habló en voz alta de forma distraída.

   — Probablemente — Corroboré. —. No fue agresiva, pero me dejó en claro que nuestra visita no le gustó.

   Me pasé la mano libre por el pelo y me lo aparté de la frente mientras Einar me miraba.

   — ¿Qué pasó ahí dentro? — Finalmente me preguntó, le devolví la mirada.

   — Primero hice lo que me pediste — Comencé a contarle. —, no me acerqué demasiado y le dije quién era, le dije que quería hablar con ella y que no tenía intenciones de hacerle daño.

   — ¿Te contestó? — La voz de Luna me sorprendió, me giré a observarla.

   — No al principio, pero eventualmente lo hizo y al final me ordenó que me acercara a la cueva y entrara a ella.

  — No confiaba en ti — Einar susurró distraído. —, quería que estuvieras donde pudiera verte y controlar lo que hacías.

   — Fuera lo que fuere — Continué mientras miraba el suelo. —, ella dijo que ya sabía lo que yo quería saber, pero no comprendía por qué quería averiguarlo, así que hablé con ella y le expliqué básicamente todo lo que me ha pasado desde que Kot se empecinó conmigo, porque por alguna razón no lo sabía — Levanté la mirada hacia Luna otra vez. —. Al final me dijo dónde encontrar a Sol y luego me dijo que me fuera de allí, me llevara a mis Dioses conmigo y nunca volviera a acercarme a ella.

   Luna contuvo la respiración por algunos segundos.

   — Kennet, ¿Dónde está Sol?

   Apreté los labios, nervioso. — Me dijo que fuera al encuentro de Dix y que allí encontraría también a Sol.

   Un silencio espeso nos envolvió mientras ambos analizaban mis palabras con detenimiento. El viento sopló suavemente, arrastrando por el suelo hojas secas y envoltorios brillantes. Comencé a acariciar el hombro de Einar con mi pulgar con nerviosismo cuando él habló.

   — Pero… — Levantó la mirada hacia mí, confuso. — Tú y yo ya hemos ido allí, hemos hablado con Dix… Y, aparte de él, no percibí a nadie más en ese claro. — Hizo una pausa por algunos segundos mientras analizaba mi rostro. — Kennet, no había nadie más allí, ¿Estás seguro de…?

   Un fuerte golpe nos interrumpió.

   Miré a mi izquierda sólo para ver el pequeño puño de Luna estampado contra el costado del coche. Dejó una pequeña abolladura.

   — Maldito saco de mierda — Susurró. Se apoyó contra el auto de costado y cerró los ojos. —, fui a verlo cuando comencé a buscar a Sol, me dijo que no sabía nada de él, me dijo que si se enteraba de algo me lo diría…

   — Luna, quizás la Fhyza se refiera a que Sol irá allí…

   Me interrumpió con brusquedad.

   — ¡No es así! — Estalló. — Sé que no es así — Se separó del auto y le dio una patada a una de las llantas. —. Ese maldito encontró la forma de ayudarlo a ocultarse, lo sé. Me mintió la última vez que lo vi y todas las veces anteriores, lo sé. Creí que sabía cómo buscarlo, que eso me estaba ocultando… ¡Pero lo ha ocultado consigo todo este tiempo!

   Otra patada.

   Se separó del auto y me señaló. — Mataremos a Kot primero, pero Dix será el siguiente — Asentí sin dudarlo. —. Einar, ¿Hablaste con Luz y Muerte?

   Guardé silencio y evité mirarla, consciente de la respuesta. No lo ha hecho. Había dicho que lo haría antes de abandonar Everain, pero no lo ha hecho.

   — No, todavía no. — Murmuró con la mirada perdida.

   Ella dio un paso hacia él.

   — ¿Por qué no?

   — Todavía estoy intentando pensar en cómo darles la noticia — Inclinó la cabeza hacia adelante y se revolvió el pelo con una mano mientras cerraba los ojos. —. No creo, sé, que no les va a gustar escuchar que sólo tú y Sol con divinidad y todo pueden matarlos.

   — No hay forma de suavizarlo, sólo ve y diles. — Exclamó.

   — Muerte es mi creador Luna. — Gruñó con frustración. — Si no manejo bien esto me rostizará vivo, Dios Fuego o no.

   — ¡Entonces deja que yo le diga!

   — ¡Hace menos de una semana estabas aterrada de él y Luz! — Le contestó con fiereza. — Pero si tan decidida estás ahora entonces ve — Le señaló un grupo de árboles a un lado del estacionamiento. —, ve allí hacia esos árboles e invócalo mientras Kennet y yo esperamos aquí. Anda — Luna lo miró con fiereza, pero no le respondió. —. Eso creí.

   Silencio se cernió sobre nosotros, Einar suspiró sonoramente y tomó la mano que descansaba sobre su hombro, entrelazó sus dedos con los míos y acarició mis nudillos.

   — Tienes que decirles… — Luna susurró entre dientes.

   — Ya lo sé — Le espetó él en respuesta. —, pero todavía no. Busquemos a Sol primero, y cuando estén los dos juntos yo me encargo de Luz y Muerte, ¿Está bien?

   — ¿Les vas a decir todo a último minuto? — Se horrorizó. — No, tienes que decirles ahora, ¿Qué haremos si se niegan? Tendremos que pensar en otras opciones, si es que las hay, y no podemos…

   — ¿Por qué te importa tanto? — Le susurró Einar con suavidad, interrumpiéndola. — Lo único que tú querías era que te ayudáramos a encontrar a Sol y eso estamos haciendo. ¿Qué más te da si logramos matar a Kot o no?