La Venganza del Alfa

Capítulo 1: Opción

Cuatro años después…

Cuatro difíciles años de los que mi vida se ha hecho lenta luego de aquella desgracia que sucedió esa noche... Todo cambió de un segundo a otro, busque la forma de encontrarla pero nada dio resultado y he pasado todo este tiempo tratando de conseguir respuestas de cualquier forma a fin de seguir manteniendo esas esperanzas de que aún sigue con vida, por no dar excusas o darles la razón a otros sobre que al final, ella ya no está con nosotros.

No he querido llegar a ese punto, pero es complicado de verlo de diversas formas cuando las probabilidades han disminuido con el tiempo y todos mis planes ya casi se han agotado al utilizarlos cada vez que tengo esa corazonada de que pueda estar en algún lugar. Me duele tener que sacar conclusiones inmediatas cuando aún por la noche, llego a mi hogar, intentando creer que ella pronto aparecerá y que todo lo que viví antes solo fue una terrible pesadilla de la que pronto desaparecerá, pero no es así, cuando al atravesar esa habitación que compartíamos la encuentro vacía, fría y sin su aroma del que se ha ido perdiendo a través de los años.

Los únicos recuerdos que me quedaron de ella fue nuestro anillo de compromiso, un vestido roto y una prueba de embarazo de la que ahora, su resultado ya casi está por borrarse. Este último, es el que me duele más y me hace recordar que entre todos los alfas de mi familia, soy yo quien ha llegado a tener una parte más humana que los demás, pero no es de menos cuando nadie ha sufrido por lo que estoy pasando, si no me he vuelto loco es porque aún hay hombres lobo que me hacen volver a pésima y dura realidad de la que debería superar ya para seguir con mi vida, lo cual ese es el problema, porque nadie ve que a veces terminas por arrastrar tu pasado hacia el presente y que de esta forma, es como arruina tu futuro.

Quisiera que todo fuese diferente e incluso tener ese poder de volver al pasado para cambiar ciertos hechos de los que ahora, no me hicieran entorpecer y decir porque la tuve que dejar esa misma noche solo con una guardiana de la que fácilmente iban a asesinar cuando eran más de tres contra uno. Tenía que haber estado ahí para ella, para protegerla y ayudarla a salir de ese lugar; sin embargo, nunca creí que, una simple trampa sería la forma correcta para dejarme atrapado mientras que un sinfín de cosas sucedían dentro de mi manada.

A pesar de ello, sigo creyendo que está viva. No tengo pruebas para demostrar lo contrario, además de un vestido sangriento del que cualquiera pudo llenarlo de su sangre para hacerme creer que está muerta; por eso, es que he hecho de todo para buscar su paradero, no me he rendido y día tras noche seguiré tras ella hasta saber que le sucedió.

Muchos me han querido convencer de que Gemma está muerta, que los assasin se la llevaron y de ser posible, al descubrir que era una humana la asesinaron para no revelar su identidad a fin de cobrar venganza por lo que le hicieron. De por sí, toda la manada ha sacado sus propias teorías, desde aquellas que van que Gemma se escapó, a otras más fuertes de que el vestido ensangrentado solo es una señal para darnos a entender de que los assasin siempre estarán por delante de nosotros. Realmente prefiero no creer en nada, cada quien tiene su propia hipótesis de la que ninguna ha salido cierta, más porque nadie conocía a Gemma tanto como yo y sus amigos, por eso, prefiero mantener todo incierto mientras que sigo averiguando su paradero.

Doy un respiro para abrir los ojos en el instante en que una brisa cálida abriga mi piel, miro a mi alrededor para ver como los árboles del bosque han crecido en los últimos cuatro años, eso sin añadir que, al caminar por la tierra los pies se me hunden entre la maleza y se quedan pegadas aquellas hojas que han caído al suelo húmedo; cruzo los brazos para ver nuevamente la altura en que se supone en que Gemma se tiro de aquel acantilado, la única razón que existe para que lo haya hecho es que los assasin la hayan acorralado, aunque por la caída era poco probable que sobreviviera a no ser que el golpe la haya dejado solo inconsciente y luego la hayan sacado del agua para asesinarla o llevársela... Mierda, le he dado vueltas a la misma teoría por años y sigo sin resolver el punto clave de esto, como suele ser el vestido y eso sin añadir, el que no hubiera llegado a haber una pista de aroma o huella dentro del bosque negro, algo que me sigue dejando desconcertado porque sería muy difícil que sucediera.

—Ya no es una sorpresa que te encuentre acá. —Me giro a un lado para ver a Vernon.

Encogí los hombros para dejarlo de ver y seguir viendo la vista panorámica que ofrece el lugar desde aquella alta distancia; creo que todos mis conocidos saben que este es el lugar ideal para encontrarme cuando desean buscarme para algo importante, así que ahora les resulta más sencillo saber dónde me encuentro a ciertas horas para terminar por arruinar mi paz.

— ¿Qué quieres ahora, Vernon? —Meto mis manos en los bolsillos de mi chaqueta.

—Nada, solo quería asegurarme de que estuvieras bien. —Elevo una ceja.

Es una estupidez que sigan creyendo que haré una tontería cuando no lo he hecho en estos cuatro años que Gemma lleva desaparecida. Además, si hubiera querido suicidarme, ya lo hubiera hecho hace tiempo pero no soy de esas personas que toman de forma precipitada esas decisiones sin antes conseguir lo que quieren y no dejaré este mundo sin antes saber la verdad de lo que pasó con Gemma.

—Deja de mentir, ¿qué es lo que quieres? —Se puso a mi lado en el instante en que le hice esa pregunta.




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