La Verdad Entre Humo Y Espejos

Capitulo 9

—¿Que?, ¿Quienes son? -Preguntó Sebastian increíblemente tranquilo, a pesar de que pronto nos atraparían y era obvio lo que harían con nosotros.

—El conejo de pascua y una manada de unicornios, es obvio que son los malos que los quieren descuartizar -Su sarcasmo era más que obvio.

Creo que Isabel estaba más preocupada y ansiosa que nosotros. Lo cual es extraño porque ella descuartizó a todo ese ejército sola.

—Ya entendí, gracias. ¿Que tan cerca están?.

—Pues, ahora deben estar a solo pasos de tocar la puerta.

Y como por arte de magia alguien tocó la puerta, no sólo la tocó parecía como si quisieran derribarla. Isabel nos hizo una señal para que nos escondiéramos, pero no logramos encontrar un lugar. No entendí muy bien como pasó, pero en cuestión de segundos Sebastian y yo traíamos ropa diferente a la nuestra, él estaba vestido como un leñador o algo así, su ropa "elegante" había desaparecido y yo, yo sólo traía pantalones cortos y unas gafas muy raras.

La casa había cambiado por completo, el circulo en el piso y las velas se habían ido, parecía una simple cabaña normal. Isabel sonrió como orgullosa de su trabajo, era claro que ella lo había hecho, pero no podía creer aún con que rapidez nos había cambiado y a ella también.

—Buenos dias, caballeros. ¿Que se les ofrece? -Preguntó Isabel con una amable sonrisa.

Eran dos hombres y una chica quien estaba al frente, traían armas ocultas en su ropa y uno de ellos tenía un rifle en la mano. Me dio la sensación de que tal vez no eran cómplices del tipo que tiene a mi padre, tal vez eran cazadores y Sebastian me lo confirmó en voz baja. La chica fue quien empezó a hablar, su voz era muy suave y se escuchaba amable, otra ironía más.

—Escuchamos que hubo un pequeño... Altercado en un bar cerca de aquí y estamos revisando todo el lugar para encontrar a los responsables. Aquí están sus retratos, tal vez se le hagan conocidos -Le entregó dos hojas de papel.

En ese momento mi corazón empezó a palpitar con más fuerza de la que ya lo hacía, mis piernas templaban por los nervios. Nos estaban buscando y tal vez a mi no me harían nada, pero temía por ellos.

—¡Dios!, esperamos que no hayan heridos -Me sorprendía lo buena actriz que era Isabel, se veía muy creíble todo lo que decía.

—Hubieron algunos heridos y por eso queremos encontrarlos. También son responsables y deben pagar por ello.

—Aquí no hay nadie más que mi esposo, mi hijo y yo. No sabíamos que había pasado tal tragedia, deberían seguir buscando. Cualquier cosa extraña buscaremos como avisarles.

—En realidad pensábamos revisar la casa. Estos individuos son... Diferentes y muy listos, con habilidades muy grandes y extrañas. Podrían estar escondidos aquí y son peligrosos.

—Estamos seguros de que no hay nada aquí. No hemos salido en todo el día, nadie pudo entrar.

—Solo es una revisión, por su bien -La chica entro en la casa seguida de sus compañeros, haciendo a un lado a Isabel.

Sebastian negó ligeramente con la cabeza al ver lo molesta que estaba ella, sabía que no era una buena idea evitar que entraran o serian mucho más obvio. Yo sólo permanecí en mi lugar sin moverme ni hacer nada, mientras los cazadores revisaban el lugar y uno de ellos subía las escaleras hacia las habitaciones de arriba. Sebastian se acercó a ella y le dijo algo al oído muy suave y disimuladamente, a lo que Isabel sólo asintió como si no tuviese otra opción.

—Ven, cariño. Deja que ellos hagan su trabajo —Ella extendió su mano y yo la tomé colocándome justo en el medio de ambos.

—Bueno, parece que tienen razón. No hay nada extraño aquí -Comentó uno de los desconocidos a la que al parecer, era su líder.

—¿Por qué viven a la mitad de la nada?, ¿Desde cuando están casados? -Ella ni siquiera hizo caso a lo que su compañero le dijo, seguía concentrada en buscar cosas.

—Pues, no nos gusta el ruido de la ciudad. Es mucho más tranquilo vivir aquí y estamos...

—Quiero que él me responda -Señaló a Sebastian y se acercó a nosotros mirando directamente a él.

—Desde hace 10 años  -Respondió sin titubear, creo que él único asustado aquí era yo.

—Ya veo -Asintio he hizo una señal a uno de sus compañeros para que sacara algo de su mochila.

Era una pequeña bolsa de tela, se la entrego y ella la abrió con cuidado sacando un poco de un polvo extraño color azul entre sus dedos. Por la expresión en sus rostros se notaba que ellos tampoco sabían que era eso o para que lo usarían.

—Es sólo un experimento para estar seguros de ciertas cosas -Se acercó a nosotros vaciando una gran cantidad de ese polvo en su mano- No deben preocuparse, no les hará nada.

Ella soplo el contenido de su mano justo en nuestro rostro, no hizo nada más que hacerme estornudar un par de veces, pero ellos no la estaban pasando muy bien, como si eso los debilitará. La sonrisa de la chica se hizo más grande y sombría, era obvio que sospechó de nosotros y por eso lo hizo.



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En el texto hay: brujos, homosexual, sobrenatural

Editado: 03.01.2019

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