EL ASPIRANTE INDESEADO

Harry se comunicó con su hermano en cuanto llegó a casa, le dijo sobre el interés del psiquiatra por conocerlo y las consecuencias que podría traer dejar una mala primera impresión al invitado.

-Quiero decir Jack que debes comportarte como un hombre inocente, sin chistes malos, sin ironías y por favor nada de los comentarios chovinistas que acostumbras.

-Comportarme como inocente? SOY INOCENTE!

No tengo que pretender nada, ni porqué fingir, soy inocente, así que no sé que quieres que haga o diga en esa cita que me has impuesto.

-El psiquiatra propició la oportunidad, prácticamente me obligó a invitarle. ¿Qué podía hacer, más que aceptar?

-Ok vendré, pero seré yo mismo, no tengo nada que ocultar.

-Sí tienes algo que ocultar, no quiero que hables de papá.

-Harry, obviamente se tocará el tema, que quieres que diga, si él pregunta por nuestra familia hay que hablar de papá y…. de mamá.

-Si se presenta el tema déjame manejar ese punto.

-Ok como digas, pero desde ya te digo que esta exposición innecesaria de mi persona, no me gusta y yo no la busqué.

El detective Méndez había dedicado este tiempo al repaso de la investigación de los homicidios foráneos que se le atribuían al asesino del manto purpura, las tres victimas con idénticas heridas e idéntico final, no había huellas, ni testigos, este asesino era el hombre más eficiente que había visto en su carrera.

Decidió salir a tomar aire, llamó a sus compañeros y les dijo que salieran con él para tomar un café un fumar un cigarrillo, sentía que las paredes lo ahogaban.

Se situaron en un café al aire libre en el boulevard, hablaron un rato de sus nulos adelantos y de lo frustrante de la situación, no era común encontrarse tan perdidos, la regla era que siempre el trabajo fluía y cuando se concentraban en un caso los resultados positivos no se hacían esperar, siempre una indiscreción, una amante, esposo o esposa ofendida, un vecino envidioso o un mal amigo daba una pista, así como también los mejores aliados de la policía; los teléfonos móviles que vinculaban a una persona a un lugar en un momento determinado y las maravillosas redes sociales que eran un lugar donde siempre se podía pescar información con solo deslizar un dedo.

 De vez en cuando aparecía un caso como éste, que representaba un reto frente a un delincuente con alto coeficiente intelectual y esos eran los casos que mas se amaba y odiaba, por el reto que comportaba y la oportunidad de demostrar superioridad del investigador frente al infractor, era realmente una lucha de egos.

Los cuatro detectives se quedaron en un momento en silencio cada uno viendo su respectivo teléfono celular, cuando Medina grito:

-Centurión!!! Este reportero lo llama Centurión.

-A quién?

-Al asesino, a nuestro asesino del manto purpura, les mando el link, lean la descripción y vean el video.

El reportero en cuestión no era más que un influencer quien sin ningún tipo de preparación académica hacía de reportero en su propio canal de YouTube, sin embargo era un joven muy bien parecido, lo que en las redes es sinónimo de likes, y por lo tanto de alcance mediático, al leer cada uno la nota y ver el video completo, inmediatamente comenzó el algoritmo a enviarles información a los cuatro detectives de otros autodenominados periodistas o reporteros que repetían la nueva denominación del asesino, el público al final de ese día ya lo llamaría El Centurión.

Mendez llamó a Lars quien se maravilló ante el nombre tan significativo que le habían puesto al asesino.

-El Centurión? Que bien Méndez por lo menos el reporterito hizo la tarea, fue un centurión quien ultimó a Jesús no se sabe si por piedad o por maldad, debes recordar que hablamos de Longinos el día que nos conocimos.

-Si lo recordé doctor, justo por eso lo llamo, por lo menos como usted dice, el reportero se molestó en leer.

-Quiero confesarte algo Méndez, necesito que me disculpes una indiscreción de mi parte.

-Que paso?

-Es que tuve un encuentro con el Profesor Harry Van Horn y su esposa.

-Y eso como fue? Casualidad o propiciado por usted?

-Debo admitir que fue propiciado por mí, necesitaba conocerlos, espero esto no me haga perder tu confianza.

-Eso depende de qué temas trataron en su encuentro.

-Nada que ver con el caso, solo nos conocimos.

-Quien sabe doctor tal vez sea bueno que los conociera, total este juego está trancado, no vamos ni para adelante ni para atrás.

-Solo generalidades quería conocerlos y ver a que nos enfrentamos una vez atrapemos al hermano.

-Está bien doctor no se preocupe, la verdad no fue prudente, pero ya para qué molestarse, lo que hay es que prepararse porque esos dos mueven billete e influencia a la par y no son tontos, ambos tienen cerebro.

-Gracias Mendez, nos vemos mañana después del mediodía, descansa, mañana será un largo día.

Maura estaba recibiendo aspirantes a ocupar el lugar de Jackeline como compañera de habitación, habían desfilado ya tres mujeres que no fueron aceptadas una por tener un bebé, la segunda por ser notablemente desaseada con unos dreslos que hace mucho tiempo no habían tocado el agua y la tercera porque era una metalera de mediana edad con look estilo gótico y una notable hiperactividad ya que se movía por la habitación nerviosamente y se golpeaba la pierna insistentemente imitando seguir algún ritmo musical muy agitado, además un transgenero que fue rechazado por tener 2 gatos aunque era una persona muy pulcra y educada.