Habían pasado ya dos meses, Natalie y Robert seguían con sus vidas.
Aquel día era especial, era el cumpleaños de Natalie, cumplía treinta años, e iban a celebrarlo.
Habían invitado a su casa, a unos amigos, a los padres de Natalie y a los suegros de ella, todos ellos venían con regalos para Natalie.
Y no podía faltar la única y querida hermana que tiene Natalie.
Melody es la hermana mayor, era totalmente diferente que Natalie,
morena de piel, con el pelo castaño, de mediana estatura, y muy simpática.
Melody se había quedado viuda, hacia cinco años, justo cuando se había quedado embarazada de su esposo, ahora vivía sola con su pequeño hijo en un apartamento en Londres.
Robert estaba preparando unas salchichas, costillas de cerdo, pollo, maíz y hamburguesas para los niños, la barbacoa estaba en una esquina del Jardín de la casa.
Había preparado una mesa grande, en el centro de la mesa había, un gran ramo de flores que le había regalado su esposo. Bebidas vino y cerveza y refrescos para los niños.
Desde allí los invitados tenían unas vistas maravillosas del jardín.
Los niños mientras tanto correteaban por el jardín, de un lado para el otro.
Las mujeres hablaban entre ellas bebiendo unas copas de vino blanco, y los hombres hablaban tomándose unas cervezas.
Natalie había preparado ella misma, la tarta de cumpleaños, se había pasado la mañana anterior haciéndola, era bizcocho relleno de crema y por fuera recubierta de chocolate, decorada con nata y unas flores blancas de adorno.
Robert termino de hacer la barbacoa, y todos los invitados se sentaron en la mesa a comer.
Entre risas y bromas, la fiesta iba pasando e iba llegando el momento más deseado por los invitados, esperando la ansiada tarta, sobre todo por los niños.
Natalie fue a la cocina a buscar la tarta, que estaba en la nevera, en una bandeja de color de plata.
La puso en la mesa estaba con sus velas puestas y con un número su edad, treinta primaveras.
Todos empezaron a cantar happy birthday to you.
Natalie estaba muy contenta, apago de un soplo las velas y pidió un deseo…ansiado por ella.
Se puso abrir todos de los regalos de los invitados, sus padres le regalaron una nueva cafetera, que Natalie había visto, unas semanas antes, con su madre cuando fueron de compras.
Su hermana le regalo un picardías de color negro con trasparencias y encaje.
Natalie cuando lo abrió, delante de sus invitados se puso colorada.
Su hermana como la conocía se empezó a reír.
El ultimo era el de Robert, era una gargantilla con un corazón Heart de nácar en oro.
Robert se lo puso en el cuello, la gargantilla a Natalie, te ves muy hermosa amor, sabes que te quiero más que a mi vida —le susurró al oído Robert.
—Muchas gracias amor, yo también te amo —le dijo Natalie.
Cuando de repente sonó el timbre de la puerta.
Natalie se sobresaltó como si tuviera un presentimiento.
¿Quién sería? se preguntó, a esa hora.
Se levanto de la silla de un golpe.
—¿Dónde vas? solo faltaría que irías tú, la cumpleañera, voy yo, no te preocupes, quédate sentada. — dijo Melody.
Fuera había un coche de policía, se acercó a Melody.
—Hola buenas tardes señora, está la señora Natalie y su esposo, soy el agente Adán.
—Si claro, están dentro, ¿Pasa algo malo agente? Soy la hermana de ella, me llamo Melody.
—No para nada, no te preocupes, no es nada malo, ¿Puedo pasar? Solo será un momento. —dijo Adam.
—Estamos celebrando el cumpleaños de Natalie—le dijo Melody.
—Entonces vengo en buen momento —le dijo Adán sonriendo.
—Pase estamos en la parte de atrás en el jardín—le dijo Melody.
—A venido el agente Adán a hablar con vosotros Natalie —comentó Melody.
Natalie se levantó y sonrió, tiene una bonita sonrisa, y unos labios sensuales.
—Buenas tardes, que le trae por aquí —dijo Robert.
—Quiero hablar con ustedes, ¿puede ser? sé que están en un cumpleaños, no les voy a quitar mucho tiempo, les traigo muy buenas noticias —les dijo Adán.
—Me ha costado conseguirlas, pero por fin las tengo, y veo que vengo en un día muy especial para ti, me dijo tu hermana que hoy es tu cumpleaños, felicidades Natalie —dijo sonriendo Adán
—Muchas gracias —contestó Natalie.
Natalie estaba tan nerviosa, como una niña esperando su regalo, no sabía que nuevas noticias traía Adán y le daba miedo saberlo.
—Bueno, no os hago sufrir más, la pequeña se encuentra en la agencia de adopción que está en Cambridgeshire, gracias a dios está aquí cerca en Londres.
—La pequeña está muy bien, yo mismo fui a verla, esta preciosa—les dijo Adán.
—¿Crees que nosotros podríamos presentarnos para adoptarla? —le pregunto nerviosa Natalie.
—Creo que eso sería maravilloso, lo mejor que le podía pasar a la pequeña, y para vosotros por supuesto, además no podría tener unos mejores padres. —les dijo mirando a los dos.
Los amigos y familiares de Robert y Natalie se pusieron todos a aplaudir de alegría, la madre de Natalie la abrazo.
—Te lo mereces hija, eres mi dulce hija pequeña, has sido siempre buena hija, y sé que serás mejor madre—le dijo su madre entre lágrimas.
—Gracias mama, — le dijo Natalie.
Natalie lloraba de alegría y de emoción, sentía algo dentro de ella esta vez no era de pena…era de mucha alegría que no cogía en su corazón.
—Melody la abrazo, eres una mujer maravillosa, la vida no te ha tratado muy bien, sé que vas a ser una buena madre, y lo sé por qué lo he visto con mis propios ojos, como tratas y mimas a mi hijo, además te lo mereces eres y serás siempre una gran mujer. —le dijo Melody.
Natalie ya no podía más, —ya vale dijo—no voy a poder dejar de llorar.
Hasta se me corrió el rímel ya, tengo que estar horrible.
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Editado: 15.02.2023