La vida de Yudith

♡Cosas del destino♡

Yudith llegó a París, y lo que vió le fascinó, ya que todo era distinto, y las personas de allí eran muy amables.

Pasaron 4 años desde que Yudith se había mudado, y por suerte aún seguía en contacto con Amelia, pero en ese tiempo no supo nada de Mark, ni de Erick.

Yudith había ingresado a un nuevo colegio, y por suerte se adaptó bien, aunque ya no quiso saber nada de hacer nuevas amistades, y prefirió mantener a todos alejados de ella. Yudith ya estaba en su último año, a punto de dar un gran paso para ingresar a la universidad, aún sin saber que carrera seguir.

Un día, Yudith se dirigió a la Torre Eiffel, para despejar un poco su mente, ya que necesitaba mirar un buen paisaje y relajarse. 
Al llegar, subió hasta el segundo piso, pero al querer sentarse se dió cuenta que había un chico, y Yudith se le acercó para preguntarle si podría sentarse a su lado. 
Caminó hacía el chico, pero no se dió cuenta que el piso estaba mojado, entonces se resbaló, cerrando los ojos, y cuando estaba a punto de caer al piso, el chico se levantó rápidamente, y trató de sostenerla, pero terminaron cayendo juntos al piso.

Cuando cayeron, ambos quedaron en una situación muy incómoda, y cuando Yudith abrió sus ojos, vió el rostro del chico frente a ella, y se levantó abruptamente.
Al instante el chico también se levantó, y ambos se miraron por un breve momento.

Conversación:

Yudith: Eres Mark?? ¿O solo es mi imaginación?

Mark: Soy yo tonta, -riendo- ya sé que me he vuelto más hermoso que antes, pero aún así me tendrías que reconocer.

Yudith: -riendo- Veo que ahora te has vuelto más egocéntrico.

Mark: Por cierto, ¿cuando despertaste? -agachando la cabeza- Lamento haberte dejado de visitar cuando estabas en coma, no era mí intención.

Yudith: Desperté un mes después de que te fuiste a Francia. -agarrando su mano- No te preocupes mis padres me contaron todo.

Mark: -soltando su mano y abrazándola- Me sentí tan culpable en aquél día, no supe que hacer para ayudarte, fui un completo idiota, perdóname.

Yudith: No tengo nada que perdonarte, fue mí desición continuar con aquella pelea. Así que deja el pasado atrás.

Mark y Yudith se sentaron a mirar el paisaje desde aquella torre, y hablaron por algunas horas contándose todo lo que había pasado en esos 4 años.

Llegó la noche, y ya tenían que volver a sus casas, pero Mark frenó a Yudith.

Conversación:

Mark: -con una sonrisa pícara- Yudith no te parece que ya es tiempo de que me pases tu número?

Yudith: Si el destino nos vuelve a reencontrar de nuevo, te lo daré, así que espérame.

Mark: Está bien, pero no tardes mucho en aparecer ante mis ojos de nuevo.

Ambos se despidieron con un abrazo, como si fuera el último, y Yudith regresó a su casa contenta, aunque con la ropa un poco sucia por la caída, en la torre.
Ahora Yudith tenía un nuevo lugar favorito, La torre Eiffel.

Pasaron los días y los meses, y ya era el cumpleaños de Yudith, al fin cumplía sus 18, y aún no sabía que carrera elegir en la universidad.

El día de su cumpleaños, Yudith salió a visitar una gran biblioteca, la cuál nunca había podido visitar por falta de tiempo, y siempre la veía en internet, pero al fin pudo ir.
Al entrar vió que todo estaba lleno de grandes estantes con un montón de libros, era lo más hermoso que había visto, jamás se imaginó que existiera un lugar como ese.
Yudith comenzó a explorar ese lugar sin fin, y encontró un libro que no había podido comprar en ningún lado, así que lo tomó y lo leyó, no pudo terminarlo pero en su mente había quedado una frase única de aquel libro.

 

"Un hilo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse sin importar el momento, el lugar o las circunstancias. El hilo puede alargarse o enredarse, pero nunca se romperá."

 

Para Yudith, leer esa frase significaba que, tal vez podría reencontrarse con Mark nuevamente, aunque vuelva a pasar mucho tiempo.

Yudith vió la hora en su celular y ya era un poco tarde, así que rápidamente salió de la biblioteca, pero inesperadamente vió la silueta de un chico parecido a Erick, así que lo siguió sin pensar.
Después de seguirlo un buen rato, el chico había entrando a una gran casa, que parecía de personas millonarias, así que Yudith decidió irse de allí, y volvió a su casa.

Al llegar todo estaba oscuro, era todo muy raro, así que Yudith prendió la luz, y al prenderla se escuchó "¡Sorpresa!", sus padres le habían armado una pequeña fiesta sorpresa.
Yudith se alegró mucho, y juntos pasaron una linda noche cantando karaokes como una loca familia, y al final sus padres terminaron por cantarle el feliz cumpleaños.
Al terminar de festejar su cumpleaños, Yudith entró a su cuarto y vió que había un regalo sobre su cama, al abrirlo un gato saltó sobre ella, ahora ya no tenía un solo gato, ahora tenía dos. 
Al instante sus padres entraron a la habitación y ambos le dijeron: "Feliz Cumpleaños hija". Yudith se rió, y les dijo que no se esperaba tener dos gatos, pero aún así le eligió un nombre a la gatita, y le puso "Cereza", porque era un poco redonda y gordita.

Al día siguiente Yudith se levantó pensando en aquel chico que se parecía a Erick, así que por la tarde fue nuevamente a la biblioteca, para ver si lo encontraba.
Casi llegando a la biblioteca Yudith vió que el mismo chico parecido a Erick estaba saliendo de la biblioteca, así que lo siguió nuevamente, pero en un momento el chico entró a un edificio con dos hombres vestidos de trajes negros atrás de él, así que Yudith retrocedió sus pasos y se fue.

Cuando Yudith estaba cruzando las calles varias preguntas invadieron su mente; 
"¿Porque estoy siguiendo a éste chico?"
"¿Acaso me importa Erick?"



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En el texto hay: soledad, juventud, sociedad

Editado: 24.04.2020

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