La Vida Después de ti.

TODO SE PAGA EN ESTA VIDA.

 

Me despierto y son las 7 de la mañana, Joshua aun duerme, puedo ver lo hermoso que se ve así, me levanté al baño y al regresar el ya estaba despierto, se puso de pie y vi su cuerpo desnudo perfecto, mordí mi labio al verlo así, se acerco a mi y me beso.

—Puedo hacerte mía por toda la eternidad, no me canso de ti.

—No, es hora de volver.

—Si, pero más tarde.

—Paul me va a matar.

—Es tu hermano no tu papá.

—Es como si lo fuera, él me ha cuidado todo este tiempo. —Acepto de mala gana, nos bañamos juntos y me toco ponerme la misma ropa, mi celular estaba muerto, totalmente descargado, mi hermano debe estar muy enojado.

Nos fuimos y al llegar, vi el carro de Alan afuera de edificio, Joshua se tensó, sabía que no le gustaba que el este aquí.

—¿Qué hace ese carro aquí?

—No sé, capaz mi hermano pregunto por mí, no se voy a tener que ver qué pasa.

—Voy contigo.

—No es necesario.

—Claro que voy contigo, voy a dar la cara, además no quiero que te haga algo.

—El no me va hacer nada.

—No importa voy. —No hubo manera de convencerlo, subimos y al abrir la puerta estaba Paul, Alan y un oficial de policía, como que estaban exagerando, Joshua me apretó la mano para darme confianza.

—¿Se podría saber donde estabas Irma? Estuve preocupado por ti toda la noche. —Mi hermano grita se notaba enojado, como nunca antes, Alan miraba a Joshua con odio, el policía solo miraba la escena.

—Yo… ¿Qué hace Alan aquí? —Pregunte.

—No me quieras cambiar en tema Irma. —Se acerca y me da una cachetada, Joshua lo aparta enseguida y Alan se levanta el policía se pone en medio de mi hermano y Joshua, ya que podría ponerse las cosas feas, mis ojos estaban llenos de lágrimas, mi hermano me había puesto la mano encima.

—En tu vida se te ocurra ponerle las manos encima. —Le reclama Joshua a Paul, el policía estaba ahí mediando la situación.

—Señores las cosas no se resuelven a golpes, no debió pegarle a su hermana. —Regaña el policía.

—Lo hago porque desde que este señor apareció ella es diferente, nunca había dejado de venir a dormir a casa, mucho menos por irse con este.

—A mi me respetas, Irma es mayor de edad y si quieres pegarle a alguien pégame a mí, vamos aquí estoy. —Joshua estaba apunto de cometer una locura, el oficial lo tenía sujetado a él, pero tiene que escucharme a mí.

—Basta, señores, no quiero detener a nadie ¿Señorita se encuentra bien? —Me pregunta a mí.

—Si, no pasa nada tengo que hablar con mi hermano a solas.

—Comprendo, debemos retirarnos señores. —El policía trataba de sacar a Joshua, pero estaba resistiéndose hasta que yo tuve que decir que necesitábamos estar solos.

—Quiero hablar con mi hermano a solas.

—No me pienso ir y dejarte con él, te pego.

—No voy a matar a mi hermana, solo fue para que la próxima abra la boca y avise donde esta, esa delincuente esta suelta por ahí y tu quedándote con tu amigo y yo aquí preocupado.

—No gastes tu palabra Paul, ella se dejo influenciar por ese… señor, ya cuando abra los ojos será muy tarde. —Comenta Alan ya que no había dicho ni una sola palabra.

—No te metas Alan, eso es un problema familiar, así que mejor vete.

—Sigues molesta, yo preocupado por ti, tu hermano me llama preocupado y tú te comportas así.

—No debiste molestarte, gracias, pero es mejor que te vayas.

—Si yo me voy este también debe de irse.

—¿A quién te refieres con este? —Responde Joshua.

—A ti, que solo le has traído problemas a Irma, conmigo no estaba en peligro.

—Pero si traicionada, porque eso es lo que haces, traicionarla. —Alan se pone a la defensiva, Paul y el oficial que quiere que salgan ellos dos, los separan.

—No es momento para que se peleen, es mejor que se retiren, por favor. —Alan sale de mala gana y Joshua se queda unos segundo más.

—Me avías cualquier cosa, Muñeca. —Me dice así sin importar nada.

—Si tranquilo. —Le da una ultima mirada a Paul y sale del departamento, me quedo con mi hermano que ya se nota mas tranquilo, se acerca a mí y me abraza.

—Perdóname, me moría de la preocupación, no te quiero perder eres lo único que tengo. —Lo abrace fuerte, el sabe que no puedo estar enojada con él.

—Lo sé, perdón por no contestarte, pero no existe llamar a Alan, sabes como es.

—Lo siento, pero si tan solo me hubieras dicho que estabas con tu amigo o mejor dicho tu novio, porque con los amigos no se duerme, verdad.

—Ya, es algo de lo que no quiero hablar.

—Debes tenerme confianza, sabes que eres lo único que tengo, eres mi hermanita y te quiero, solo la próxima avísame donde andas, me preocupo mas porque esa mujer está libre.

—Voy a tener cuidado. —Nos abrazamos y me fui a mi cuarto a dejar mis cosas, vi los papeles y los guarde muy bien, Joshua no quería hacer nada, pero debo devolverlos si no van a saber que soy yo la que lo tomo.

Rato después recibo un lindo mensaje, era Joshua, decía que pasaría por mi mas tarde para salir a dar una vuelta, sonreí como tonta, le respondí que sí, solo espero que esta situación no se salga de control.

 

NARRA ALAN.

Maldita sea, ese muerto de hambre no se va a quedar con Irma, ella es solo mía, prácticamente me corrió de su casucha, pero me desquitaría con ese muerto de hambre.

—¿Qué te crees? Irma no te quiere, te está usando por despecho.

—Mira no quiero pelear contigo.

—No es mi problema, me vas a escuchar ahora.

—Mira niño rico, no quiero partirte la cara, es mejor que te vayas.

—Irma es mía.

—No me hagas reír, si la quisieras, aunque sea un poco, no la hubieras traicionado con su mejor amiga.

—Tu no eres mejor que yo.

—Soy sincero algo que tu no, mejor déjame en paz.




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