A veces crees que no te das cuenta -aunque indudablemente sí lo haces, porque en el fondo te mentís- de que hay cosas que no podes controlar. Situaciones, actitudes, emociones, sentimientos. A su vez, sos consciente, de que hay personas que tampoco estarán de acuerdo con lo que sientas, digas y hagas. Pero tampoco lo podrán controlar.
La vida es eso, respetar, y sobre todo ser sincero con el otro. Se que cuesta mucho juntar valor y enfrentar algo que no crees ser capaz de afrontar, te entiendo, aunque te quiero incentivar, comentándote que no sabés lo bien que te vas a sentir cuando seas capaz de liberar tu corazón y poder soltar esa carga que te pesa tanto.
Adelante, yo te miro, desde acá, reunir toda tu valentía y decir lo que necesitas expresar.
Si crees que debes pedir perdón, hacelo. Si -por el contrario- te parece que al que deben una disculpa es a vos, exigila.
Y no te sientas culpable si las cosas no resultan como las esperabas, no todo en esta vida resulta como uno lo espera. Y está bien. Ésto, y mucho más, está bien. Forma parte de la vida, de las relaciones, de las amistades.
Te quiero, aunque no te conozco. Y confío en vos, porque te conozco.