La vida no se acaba

El eco de los viejos nombres

Sábado – 11:30 AM – Cuarto secreto de Valery

El grupo se había reunido en el escondite de Valery, una antigua bodega abandonada que su padre alguna vez usó como taller. Allí guardaban lo que no podía ver la policía, ni la dirección, ni nadie más.

Souta arrojó sobre la mesa una carpeta polvorienta que había encontrado en la base de datos del colegio.

—Lo conseguí en el disco duro cifrado de la oficina de Asterio. Parece viejo, pero... —miró a Maiky—. Tu madre aparece en varios documentos.

Maiky se tensó.

—¿Mi madre? ¿Qué tiene que ver ella con ese malnacido?

Flashback – Hace 17 años – Universidad Nacional

Una joven de cabello largo y rizado, con una sonrisa brillante, discutía apasionadamente en un aula universitaria sobre derechos humanos. Se llamaba Liora S., madre de Maiky. Junto a ella, un joven silencioso, de gafas oscuras, tomaba apuntes en silencio. Su nombre: Asterio Delgado.

Pero lo que parecía una amistad académica escondía algo más.

Archivo confidencial – “Operación Lirio Blanco”

Objetivo: reclutar a estudiantes destacados para integrar una nueva célula del Clan 28.

Nombre clave: Liora – potencial disruptivo. No coopera. Demasiado íntegra.

Nombre clave: Asterio – reclutado con éxito. Asignado como sombra de Liora. Vigilar. Informar. Neutralizar si es necesario.

Fin del flashback

—No… —susurró Maiky—. ¿Estás diciendo que él…?

Valery asintió, con la voz apagada.

—Asterio fue el primero en traicionar a tu madre. Fingió ser su amigo, incluso su compañero de lucha. Pero era un espía del clan desde el principio.

Souta mostró una última foto. Estaban Liora y Asterio juntos. Ella lo abrazaba, él sonreía… pero con los ojos vacíos.

—La traicionó... y luego la entregó.

Maiky se levantó, temblando de furia.

—Él la hizo desaparecer. ¡Él destruyó mi familia!

Daiki lo sujetó del hombro.

—Lo haremos pagar. Pero no a lo bruto. Lo haremos como hace Black Cat… en silencio, con precisión.

Sábado – 6:00 PM – Terraza del colegio

Asterio observaba la ciudad con un cigarro entre los labios. Un hombre con demasiados fantasmas y cero remordimientos.
Mientras tanto, Maiky abajo… activaba la primera fase del plan: infiltrar las cámaras del colegio y grabarlo cuando cometa su próximo error.

—Se acabó el juego limpio —murmuró Maiky—. Ahora es personal.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.