La Vida Que Yo EsperÉ

UNA MUJER DE UN ALTO VALOR

Estupefacta, Salomé se queda callada ante lo dicho por su esposo, y su primera reacción es recostarse en su silla.

De inmediato, Jorge le dice:

— ¿Qué piensas?

Salomé se levanta de su silla, y le responde:

— ¿Por qué me ocultaste que querías buscar otro trabajo?

— Amor, no te vayas a molestar por lo que voy a decir, pero me sentía un poco incomodo al trabajar juntos, no me malentiendas, yo te amo y me encanta estar a tu lado...

— Pero... habla Jorge.

— Necesitamos trabajar por separado, para que la hermosa relación que tenemos, no se nos vaya a volver monótona.

En ese instante, Emily llama a Salomé desde Estados Unidos, pero Salomé ve su teléfono y le cuelga a su amiga, y luego le dice a Jorge:

— Monótona.

— Si Salomé, créeme eso es lo mejor para los dos.

— Tú sabes que nunca me han gustado los secretos.

— Perdóname amor, pero tenía que hacerlo así.

Salomé se vuelve asentar, y luego le expresa a Jorge:

— Yo te apoyo.

Jorge coge de las dos manos a Salomé, y le expresas:

— Gracias amor, yo sabía que ibas a entender, esto es lo mejor para los dos.

— Como tu esposa tengo que apoyarte en tus decisiones, espero que la próxima vez tengas la confianza de decirme las cosas con anticipación.

— Tienes razón.

Emily vuelve a llamar. Cuando Jorge le dice a Salomé:

— Amor, contesta.

Salomé mira el teléfono, y le expresa a Jorge:

— Ahora le devuelvo la llamada, ahora dime, ¿dónde vas a trabajar?

— En Integra Producción y Logística S.A.S. Yo voy hacer el nuevo asesor comercial de esa empresa.

— Que bien, pero me vas hacer falta aquí.

— No te preocupes amor, podrás encontrar otro jefe de ventas y cobranzas en cualquier parte... bueno, voy a recoger mis pertenencias y nos vemos en la casa.

— Está bien.

En ese instante, Jorge sale de la oficina de su esposa. Cuando Cindy le dice:

— Señor, Loraine y Marlon lo estaban buscando.

— Desde hoy yo ya no trabajo más aquí.

Estupefacta, Cindy espera que Jorge entre a la oficina de él, para levantarse de su puesto y entrar a la oficina de Salomé, y le dice:

— Disculpe jefa, quiero hacerle una pregunta.

Salomé deja su teléfono en la mesa, y le dice:

— Dime Cindy.

— ¿Usted echo a su esposo?

Salomé se sonríe, y le expresa a Cindy:

— Claro que no, el renuncio porque se consiguió otro trabajo, ahora déjame sola porque voy hacer una llamada a larga distancia.

— Claro jefa.

Horas más tarde, Salomé llega a casa y encuentra a Jorge en la sala jugando con el niño, y le da un beso, diciéndole:

— ¿Y mi tía?

— Ah, ella está en la tienda.

— ¿Y cómo sea comportado esta preciosura de niño?

Miguel se sonríe cuando ve a su mamá y se abalanza hacia ella, estando cargado por su padre.

Salomé carga a su hijo y le da más de cinco besos en la mejilla derecha, diciendo:

— ¿Quién es él bebe más hermoso de la casa?

Jorge le pregunta a Salomé:

— ¿Si pudiste hablar con Emily?

— Si, me dijo que me extrañaba mucho, y que se había casado con un estadounidense.

En ese instante, Liliana llega de la tienda, y le dice a su sobrina:

— ¿Cómo le fue a la gerente más joven de Bogotá?

Salomé se sonríe, y le contesta a Liliana:

— No exageres tía, Bogotá está llena de personas muy capaces, a la muestra un botón, a Jorge le ofrecieron un buen puesto en otra empresa.

Jorge les dice a las dos:

— No es la gerencia, pero el cargo que me dieron es importante.

De inmediato, Salomé le expresa Jorge:

— Pero ser jefe de ventas no es malo, tú te fuiste a otra empresa porque no quieras que entremos en monotonía, pero en la empresa estabas bien, es más, yo podría darte un cargo más alto.

Liliana coge el niño de los brazos de su sobrina, y les dice a los dos:

— Bueno muchachos, no deben de alegar por esas cosas.

Jorge abraza a su esposa, y le dice a Liliana:

— Yo amo a Salomé con todas mis fuerzas, y nunca pelearía con ella. Y con respecto al cargo más alto, ella sabe cuál es mi decisión.

Salomé se queda mirando a su esposo, y dice:

— Si, como te dije en la empresa y vuelvo y lo reitero, yo te apoyo en todo lo que decidas...

En los días siguientes, Jorge se desempeña muy bien en su nueva empresa como asesor comercial, mientras Salomé encuentra el remplazo de Jorge. Y comienza a trabajar más duro en la empresa.

En la casa, Miguel se enferma y no para de llorar. Cuando Liliana llama a Salomé, pero esta no contesta y decide llevarse al niño al hospital más cercano.

Minutos más tarde, Salomé ve las llamadas de Liliana, y de inmediato la llama, diciéndole:

— Hola tía, ¿pasa algo en casa?

— Estoy en el hospital.

Salomé entra en pánico, y se levanta de su silla, diciendo:

— ¿Le paso algo a Miguel?

— No te alarmes hija, ya voy a salir de hospital con Miguel, solo era un susto.

— ¿En qué hospital están?

— Estoy en el hospital San Juan de Dios.

— Ya voy para allá tía.

— Bueno, conduce con cuidado, Miguel está bien y lo tengo en mis brazos.

— Bueno, en unos minutos llego a ese hospital.

En poco tiempo, Salomé llega al hospital y cuando ve saliendo a Liliana con el niño, Salomé se baja de su carro y corre hacia ellos.

En seguida, Salomé revisa al niño por todas partes, y llora de tantos nervios. Cuando Liliana le dice:

— Miguel está bien, no llores Salomé.

— ¿Qué te dijo el médico?

— Nada en específico.

— ¿Cómo así?

— Es que en la casa el niño comenzó a darle un hipo muy excesivo, y yo me asuste mucho. Y te llame, pero no me contestabas.

— ¿Jorge sabe de esto?

— No, la verdad fue que ni siquiera me acorde de llamarlo.




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