9 pm. Con gran ilusión de poder recuperar a su esposa e hijo, Jorge regresa a su país y llega de sorpresa a casa de sus padres. Y toca el timbre mientras se acomoda para darles la gran sorpresa a sus seres queridos.
En ese momento, Cristina abre la puerta rápidamente, y de la gran impresión de ver a su hijo. Pone sus dos manos en su boca, y le dice:
— ¡Hijo!
— ¡Mamá! ¿Cómo estás?
— ¿Qué cómo estoy?
— ¿No te esperabas esto?
Con mucha alegría, Cristina se sonríe, y le expresa a su hijo:
— No, pensaba que te ibas a quedar allá para siempre.
— ¡Aquí estoy! ¿Cómo estas mamá?
— ¡Bien!
De inmediato, Cristina abraza a su hijo. Cuando Fabián sale a la puerta, y dice:
— ¡Jorge! Pero qué sorpresa nos has dado muchacho.
Fabián también abraza su hijo. Cuando Cristina dice:
— Pero entremos a la casa hijo mío. Jorge, ahora te veo más gordo.
— ¿Sí? Yo me veo igual a cuando estaba acá.
Fabian le dice a su hijo:
— Has cambiado un poco.
En seguida, Jorge les dice a sus padres:
— Se siente muy agradable volver al país. Los extrañe mucho, no saben cuánto. Estos días fueron muy duros para mí.
Todos entran a la casa. Cuando Cristina le dice a su hijo:
— Jorge, se sinceró y di que nos tenías un poco olvidados.
Fabian también le expresa a su hijo:
— Sí, estábamos muy extrañados porque casi no llamabas, que digo, no llamabas.
Jorge se sonríe y vuelve a abrazar a sus padres, y les sorpresas:
— Discúlpeme. No fue mi intención, ustedes saben que sobre todas las cosas yo los quiero.
En seguida, Fabián le dice a su hijo:
— Estás perdonado... ¿y tu esposa Salomé?
Cristina queda viendo a Fabián. Cuando Jorge le responden:
— Nos hemos separado.
Fabián se pone muy serio, y le pregunta a Jorge:
— ¿Por qué?
— Fue mi culpa, yo le fui infiel con otra mujer y ella me descubrió.
Cristina acaricia la cabeza de su hijo, y le dice:
— Te veo arrepentido de lo que hiciste.
— Si, yo estoy muy arrepentido, no puedo devolver el tiempo y borrar lo que hice.
Fabián está muy enojado con su hijo y se sienta en una de sus sillas favoritas. Cuando Jorge se acerca a su padre, y le dice:
— Yo voy a luchar por volver con ella.
— ¿Y cómo?
— Siendo sincero con ella.
— Espera un poco... ¿fuiste tan irresponsable que la dejaste allá en Canadá con mi nieto?
— No, no, ella está aquí en Bogotá.
Cristina le dice a su hijo:
— ¿Como así? ¿Ella viajo sola hasta acá?
— Si, por eso vine al país lo más pronto posible. Yo amo a esa mujer y voy hacer lo imposible para recuperarla.
Cristina se pone sería. Cuando Fabián le expresa su hijo:
— No mientas Jorge, si en verdad fueras querido a Salomé, no la hubieras traicionado.
— Fui débil y lo reconozco papá.
En seguida, Jorge coge de nuevo su maleta e intenta irse. Cuando sus padres le dicen al mismo tiempo:
— ¡¿A dónde vas?!
— A casa de un amigo, está visto que ustedes no me quieren aquí.
De inmediato, Fabián se acerca a su hijo, y le expresa:
— Además de infiel, eres tonto, nadie te está echando de esta casa.
Cristina le dice a su hijo:
— Esta es tu casa, ¡quédate!
Jorge vuelve a poner su maleta en el suelo, y les dice:
— ¿En serio quieren que me quede aquí?
Cristina se sonríe, y le dice a su hijo:
— Claro que sí.
— Está bien.
Fabian le dice a su hijo:
— Pero con una condición.
— ¿Cuál?
— Que busques la manera de recuperar tu matrimonio.
— Si, eso haré.
— Mira qué Salomé es una mujer completa, no vas a encontrar a otra mujer con tantas cualidades como ella.
Cristina se sincera, y le expresa a su hijo:
— Mi esposo tiene razón y yo lo reconozco, Salomé es la mujer indicada para ti.
Jorge recuerda el momento en que Salomé lo vio con Eliza, y dice:
— No sé si algún día Salomé me perdonarme, le hice mucho daño...
El día siguiente, Jorge se pone en la tarea de recuperar a su esposa. Y llega al Banco de Occidente y comienza a buscar entre los trabajadores, pero no la ve por ninguna parte. Y decide preguntarle al vigilante de la entidad:
— Disculpe.
— Si, ¿en qué puedo ayudarlo?
— ¿Aquí trabaja una joven bonita llamada Salomé Gómez castillo?
— La nueva gerente trabaja en la nueva sede.
Estupefacto, Jorge dice:
— ¿Gerente?
— Si, el nombre que usted me dice es de la gerente de la nueva sede.
— ¿Y dónde queda la nueva sede?
— Queda diagonal al Museo del Oro.
De inmediato, Jorge le da la mano el vigilante, diciéndole:
— Gracias.
— De nada.
En seguida, Jorge sale del banco y se monta en un taxi, diciéndole al chofer:
— Llévame a la nueva sede del Banco del occidente.
Minutos después, Jorge llega a la nueva sede y comienza a buscar a Salomé, pero tampoco la encuentra por ninguna parte, y le pregunta a un analista que está pasando por su lado:
— Disculpe señorita. ¿La nueva gerente se encuentra?
— Ella no se encuentra por el momento, pero tome asiento y le espera.
— Gracias, voy a esperarla fuera.
— Bueno, como usted quiera.
En ese instante, Jorge sale el banco y se va a una cafetería que queda al frente. Cuando ve llegar una camioneta muy lujosa al frente del banco, pero no presta mucha atención y se sienta en una silla.
En ese momento, un hombre muy elegante se baja de la camioneta, iba al otro lado y abre la otra puerta. Cuando Salomé se baja del carro.
Estupefacto, Jorge ve a su esposa con otro hombre, y de inmediato se levanta de la silla e intenta irse con todo a donde están ellos, pero se detiene...
Editado: 23.03.2023