Raúl, chico del alma,
con humildad fuiste tejido
Sabes ahondar con calma
en las lombrices de tu nido
Creciste en una dualidad
por obra de la indiferencia
de un hombre de poca gracia
que se aprovechó de tu inocencia
sin decir nunca la verdad
Pero entre las dificultades
tú supiste continuar
tan frágil como las palabras
que otros te supieron dar
pero tú supiste andar
y llenarte de habilidades
Raúl hoy es un hombre
lleno de gratas sorpresas
entre otras, su sonrisa, que dará calma
a quien fácilmente se estresa