La Villana del Emperador

CAPÍTULO 1

CAPÍTULO 1: MUERTE EN LA HOGUERA

 

 

Blair Jones, una joven extrovertida llena de vitalidad, con casi treinta años de edad que ya había experimentado todo tipo de deportes extremos.

 

 

Un día normal para ella sería ir a su trabajo, hablar con sus compañeros y compañeras bajo la insistente mirada de su jefe quien era bien conocido por los sentimientos hacia la pelinegra. En cuanto el reloj marcara las seis, terminaba de arreglar su área y esperaría a que sus amigas la invitaran a tomar unos tragos. Ese día no fue la excepción, todos decidieron hacer una pequeña reunión en un bar no muy lejos de la empresa, debido a que pronto se cumplirían veinte años de la misma. 

 

 

El jefe, quien no pensó tener una oportunidad como aquella puso los ojos sobre Blair. Si bien no era ajena a sus sentimientos, no estaba lista para una relación tan seria, esta mujer era más del tipo informal. 

 

 

La tarde pasó amena, entre risas, bromas y demás. Al menos hasta cuando ya la mayoría estaban borrachos, incluyendo a la pelinegra. Esta se levantó dirigiéndose hacia el baño. Sin duda alguna ambos sabían a que se atenían. 

 

 

Después de esa noche la relación entre Blair y su jefe pasó de ser empleado/empleador a “algo no tan formal” y con no tan formal hablamos de un polvo, algo de una noche que nunca formaría parte de sus recuerdos.

 

 

Sin embargo, muy lejos de su imaginación, Blair jamás imaginó que el juego de ese hombre no sólo sería pasajero. En cuanto ella decidió poner fin a esos encuentros fugaces, él sacó la casta. Tras dos días de haber sido secuestrada, todos sus familiares entraron en pánico. Ella podía desaparecer un día, o quizá día y medio, pero dos era exagerado. Las noticias volaron más rápido que la luz. 

 

 

Había sido una perra, con toda la expresión. No imaginó que uno de sus ligues la trataría de esa manera. Cautiva, violada y expuesta ante todo el mundo terminó siendo comida para gusanos. La muerte de Blair Jones quedaría grabada en todas partes, por mucho que los internautas débiles borraran e intentarán bloquear cierto video, este no desaparecería, no después de haber degenerados en cierta web pagando por ver esos shows. 

 

 

¿Cómo terminé de esa manera? — se preguntó la mujer sin recordar lo mal que se portó. — Después de todo merezco una oportunidad — ¿La merecía?. La respuesta correcta era no. Claramente sus actos sólo fueron el detonante a la bomba que ella misma había creado. Aunque por mas loco que esto pareciese un dios o deidad se terminó apiadando de su alma. 

 

 

Viajando a través del tiempo y de las edades, sin mucho que pensar y hacer, renació justo en medio de una tragedia. ¿Quién se imaginaria aquello? 

 

 

Al abrir sus ojos todo se veía realmente grande. Movió su cabeza ligeramente al suelo, notando el camisón en su cuerpo, al parecer se hallaba arrodillada pero ciertamente no se veía como su ropa. En el suelo había rastros de pisadas; y no era un suelo cualquiera, la fertilidad en este se podía observar a leguas. Su vista se enfocó en las cenizas revoloteando por el aire hacia su ubicación. Frente a ella se hallaban dos personas que por increíble que pareciera, eran calcinados debido al fuego incandescente. Una escena espeluznante; para alguien que no estaba acostumbrado a esas vistas. 

 

 

Claro, que lejos de la realidad no estaba. El simple hecho de que una persona te tachara de fácil, era como mandarte a la orca. No obstante, parecer, ver y sentir estaban fuera de ser similares. 

 

 

Ni siquiera podía pensar o más bien ordenar las preguntas que rondaban su cabeza. —¿Dónde estoy? ¿Por qué hay tantas personas vestidas de esa manera? ¿A caso es una obra de teatro? — Las primeras tres en el orden correcto. Y como por arte de magia sus recuerdos llegaron como rayos al igual que las lágrimas. 

 

 

“Pobre bebé. Tan miserable a tan corta edad”. 

 

 

Lejos de seguir lamentándose y reparar en su llegada, decidió poner fin a sus lágrimas e incluso al dolor en su pecho. Miró con molestia a todos a su alrededor, pero con maldad a las personas causantes de tanto sufrimiento.

 

 

— Por ti Erin. Yo vengaré a tus padres por ti. Juro que todos los causantes e involucrados pagarán las consecuencias de sus actos. Puedes descansar.

 

......

 

 

Ahora, con dieciséis años tomaba el valor de abandonar aquella casa que, con tanto sacrificio se vio obligada a habitar. Armada de valor y buenas capacidades mágicas tras haber entrenado arduamente, salía con decisión y la cabeza en alto. En cuanto puso un pie en el pueblo, la magia golpeó su rostro, aunque, nadie le llegaba siquiera a los talones. Una bruja con el don de nacimiento, no era comparable.

 

 

De pronto, una nube gris apareció sobre ella. Se volvió algo intangible; atravesaba a las personas con temor, sin duda aquél poder era nuevo para Erin, no obstante, formuló un hechizo para contrarrestar cualquier magia, logrando con esto aparecer de la nada en una habitación parecida a una jaula.

 

— Bienvenida bruja.

 

— Vaya, creí que en la torre de magos habría más educación que en el palacio imperial.

 

— Hemos sido comparados con esos animales.

 

Dice un mago a otro sentado a su costado.

 

— Quizá, si se ubicó con eso, entonces están jodidos.

 

Cubrió su boca en el intento de retroceder el tiempo para evitar que alguien la escuchara hablar de aquella manera, las palabras que había pronunciado claramente no se escuchaban. Ella no provenía de esa era, fácilmente sería descubierto su secreto por ellos.

 

— Entonces es verdad lo que dijo Meer. La bruja no es originaria de esta época.




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