Estimado tiempo,
ya estoy harto de ti.
Sigues pasando con total indiferencia
a pesar de que soy incapaz
de hallarle un sentido a esta existencia.
Tú te encargarás de borrar mi legado
sin pensar en los sacrificios
que hice para crearlo.
No intentas lastimarme a propósito,
pero juro que tus golpes cada día duelen más.
Ser derrotado de semejante manera
es muy difícil de aceptar.
No sería sensato dedicarte tantas palabras,
pronto las vas a olvidar.
Seguirás tranquilamente tu camino
mientras yo me voy quedando atrás.
Deseaba explicarte esto
porque en verdad necesito que mi vida
empiece a tener algo de paz.