-Te pareces a mi madre- dije con un poco de humor, pero a ella no le causo mucha gracia.
- ¿Puedes entenderme? –
- ¿eh?, puedo leer tus labios, no seas tan rápida-
Bajo su mirada, y la subió de nuevo, y dijo lentamente – ¿puedes entenderme? –pude entenderla, le dije que, si con mi cabeza y me sonrió, no podía tocarla ni escucharla, pero sabía que podríamos ser… buenas amigas.
Sabía que podría ser… una amiga imaginaria, no le puse en duda, la necesitaba, aunque fuera de mi imaginación la quería como si fuera una amiga real, no tuve mucha sorpresa cuando no pude tocarla ni escucharla, para tener 12 años era inteligente. Pasaron los días, y me quede callada, no haría otra vez el ridículo, mi madre estaba al tanto de todas las burlas que me hacían en la escuela y en el pueblo, no diría otra vez lo mismo, ni que tengo una amiga imaginaria, me daba miedo…
Ella no sentía hambre o sentía alguna cosa, solo… de noche… la veía llorar… no tenía la razón del porqué, también me daba miedo preguntar, ¿Qué tal si era algo malo? Me quedé con la duda por un año, cuando cumplí 13 años, no podía tener una conversación inteligente con nadie, seguía siendo la chica miedosa, pero esta vez con mi amiga imaginaria, a los pocos meses de cumplir esa edad, aprendí lenguaje de señas, mi amiga estaba en las clases, quería entenderme mejor con ella, y sabía que me ayudaría eso cuando sea oficial de policía porque en serio… quería serlo. Mi amiga y yo comunicábamos por el lenguaje de señas, en los exámenes ella me ayudaba a estudiar y como nadie más la veía, le pedía ayuda… era una pequeña tramposa en ese aspecto y a los demás les daba miedo ¿Cómo es que una chica como ella puede aprender tan rápido?
Cumplí 14, Salí del pueblo con mi tío, esta vez era más cautelosa cuando hacia movimientos con mis manos, ya que iba a mudarme a la ciudad, la gente te vigila, aunque no lo sabes, o… te mira de reojo, y si detectan algo raro, te siguen mirando, es algo raro de los humanos.
-Bien… ¿Cómo me veo Abigail? – mi primer día de clases era lo más importante, tenías que dar una buena impresión, entendí cuando alzo su dedo pulgar, nos habíamos conocido hace 2 años ¿Por qué no habla? Siempre me cuestionaba eso.
- ¿Me vas a decir? ¿Por qué no hablas? – le pregunte… ella no respondió por unos momentos y… me dio la respuesta que siempre responde cuando le preguntaba eso “Cuando seas mayor”
No fue muy malo mi primer día de clases, mi mejor amiga estaba al lado mío, le sonreía a todo el mundo como ella me decía, obedecía cada cosa que ella me decía como si fuera su muñeco, confiaba en ella.
Ella tenía casi mi edad… es dos años mayor que yo, su cabello estaba súper largo… me impresionaba cuando lo veía…
-Hey! – me saludo un chico muy guapo, y no era tu padre… después de unos días… decidimos ser amigos, todo normal hasta ahí, me había enamorado de él, perdidamente. Abi me decía que lo dejara y eso era la razón por la cual peleábamos tanto, nos gritábamos con las manos y con los gestos… yo parecía una loca hablándole a la nada.
Después… me dijo que yo era un juego… me boto y… me quede sola en la calle… a media noche… sola… con el frio… nadie pasaba por ahí… mi amiga apareció de repente atrás de mí, y pude sentir que era ella, sus brazos estaban en mis hombros… aunque no la podía sentir sabía que era ella. Le habia contado sobre Abi... no me habia creido y me insulto... varias veces... fue la primera vez que... me insultan de esa manera en serio... me dio miedo... demasiado miedo...
Después de dos años… me gradué… sip… me gradué a los 16 años, ya había conocido a tu padre y… el la podía ver…
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perdidas tristeza y soledad, terror mejor amigas bff, finales felices
Editado: 16.11.2020