Adam me conduce al segundo piso de su casa en donde tiene muchos instrumentos, discos por todos lados, máquinas de grabar y muchas cosas musicales.
Le pregunte:
Emily: Eres músico? Tienes pinta - le dije mientras miraba todo al rededor.
Adam: Tengo muchos intereses - me dijo mientras se sentaba en el sofá y me invitaba a acompañarlo.
Me sentí algo nerviosa, y le pedí que pusiera música. Accedió y coloco una de mis canciones favoritas.
Emily: No puede ser!!! Amo esa canción, admiro mucho al compositor, pero los medios no logran dar con él, seguro es un freak antisocial - dije mientras hacia con mi mano unos círculos al lado de mi cabeza, como expresando locura - En fin, sea como sea en un genio.
Adam voltea inmediatamente, y deja el vino servido a medias.
Se acerca a mi y aspira mi aroma.
Exhala un suspiro. Lo veo extrañada. Me sentí como una presa a punto de ser devorada.
Adam toma las copas de vino y me entrega una, el no bebe, pero yo si.
Adam: Trabajas en el hospital, no?? - me pregunta
Emily: Así es, soy enfermera - le dije mientras le daba un sorbo al vino.
Adam: Ya te había visto, sobre todo cuando andabas en ropa interior por la casa, cantando a todo pulmón “Purple Haze” de Jimi Hendrix - me dice con una sonrisa picara.
Me atraganto con el vino, el cual se riega por la comisura de mis labios, cayendo unas gotas por mi pecho.
Emily: eeeehh!!! Pues, no creo que sea malo disfrutar de la música - le dije limpiando un poco mis labios.
El detiene mi mano y usa la suya para agarra una gota que baja por mi mentón y chupa su dedo.
Adam: Lo malo es verte haciendo eso desde tan lejos - me dice mientras me da un pequeño beso en la comisura de mis labios.
Mi cuerpo tiembla. Mi respiración se agita.
El se acerca mas y voltea mi cara y comienza a besarme, correspondo al beso. Sus labios fríos chocan con el calor de los míos, el deseo comienza a aflorar desenfrenado, Toma mi copa y la deja sobre la mesa de café que esta enfrente.
Me recuesta sobre el sofá y baja a mi pecho, pasa su lengua sobre las gotas de vino que ruedan y se escabullen por mis senos.
Con sus manos aprieta mi cintura, se le nota bastante excitado y deseoso.
Por mi parte, siento mi cuerpo ardiendo, hace mucho ningún hombre me tocaba. Y este hombre era diferente, el roce de sus manos sobre mi cuerpo, sus besos apasionados con su lengua recorriendo mi boca.
Nos desvestimos como si ya nos conociéramos de años, veo su cuerpo delgado pero tonificado, piel blanca y suave, su abdomen firme y su pecho marcado.
El mira mi desnudez y muerde sus labios deseoso de devorarme.
Besa mi cuello y mis senos, habilidosamente motiva mi sexo haciendo que arquee mi espalda y muerda mis labios. Veo como con sus dedos penetra mi sexo suavemente haciendo que exhale un suspiro. En un par de minutos estoy totalmente húmeda, siento como mis jugos chorrean por mis glúteos. Mientras el chupa sus dedos saboreándolos, relamiendo sus labios.
Se pone sobre mi y suavemente introduce su falo en mi sexo. Me estremezco y apretó sus brazos. Hago un gesto de dolor, el se detiene y acaricia mi mejilla. Me da un beso y sigue introduciendo su miembro en mi.
Mientras estoy sin aliento por tener su labios entrelazados con los míos siento como se empieza a mover suavemente dentro de mi. No dejamos de gemir extasiados.
De un momento a otro me levanta sin sacar su miembro y se sienta en el sofá, quedo sobre el, agarra mi cintura e introduce del todo su falo.
Abro la boca sin aliento y lo abrazo apretando su rostro entre mis senos. Muevo mis caderas con fuerza, estamos demasiado excitados.
Lo escucho gemir... Acelero el paso y el aprieta mis glúteos. Estamos a punto. El muerde mis senos y los chupa con fuerza. No puedo mas y al parecer el tampoco.
Exhalamos un gemido con fuerza, al unisono.
Siento como escurre por mi sexo su semen, mientras el me abraza, su mano se desliza por mi espalda a causa del sudor.
Sin dejar de abrazarme nos recostamos en el sofá y nos quedamos dormidos.
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