Han pasado varios meses, quizás años y aún tengo en mi mente el rostro que me decía, te amaré por toda la eternidad.
Aún logro sentir esa sensación en la que abro la puerta y veo volver tu figura entre la espesa neblina de esta noche sin luceros. Me ataca la ansiedad de querer abrazarte y ver tu mirada otra vez.
Que agonía estoy viviendo al imaginar tu regreso, pero me deprimo al tener que aceptar la realidad, solo son pensamientos y un sentir que no es mutuo.
Dormiré pensando en tu regreso, soñaré que me despiertas con un beso y me miras como solo tú sabes hacerlo, no importa que solo sea un sueño, pero te amaré sin importar que me esté muriendo de tristeza y depresión.
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Editado: 09.08.2024