Lágrimas de una mujer desesperada.

CAPÍTULOS XVIII: MUDANZA A UNA NUEVA CASA, NUEVA ETAPA EN ALCÁZAR DE SAN JUAN.

Dicen que cualquier tiempo pasado siempre es mejor… En este caso, por desgracia así es ya que en esta ocasión se trata de estar entre la espada y la pared, entre el amor y la mismísima muerte.


Por fin, a finales de mes, concretamente el mes de octubre pueden mudarse, es un piso cuatro veces más grande que el otro donde estaban y el cual a primera estancia a Alma le encanta por las dimensiones ya que su intención es poder formar una familia con Lucas ya que a pesar del miedo que le está comenzando a tener su amor hacia él es aun muchísimo mayor al miedo.
Ya de entrada a Lucas no le gusta nada el piso y se lo reprocha a base de gritos y de insultos, el carácter de Lucas se ha tornado directamente a agrio, violento y agresivo a cada palabra que le dirige, nadie diría que la quiere tanto como dice.
Día a día, Alma se va dando cuenta de que Lucas tenía razón respecto al piso ya que comienzan a salirles hongos en las paredes, lo cual hace que se les comience a estropear absolutamente todo y que con ello sigan en aumento los insultos, los reproches y los golpes de Lucas hacia ella.
La situación cada vez es más insostenible y por mucho que intenta no puede evitar el hecho de al menos defenderse de los ataques agresivos de Lucas.

 


Con todo esto encima, va llegando las fiestas de Navidad, con su proximidad, van comprando la comida necesaria para estas fechas y haciendo los planes familiares adecuados, en los cuales a Alma le hacen el vacío rotundamente.
Entre lágrimas pasan los dos solos la noche de Nochebuena donde Alma aprovecha para ahogar sus problemas en una botella de vino, sin darse cuenta de que con ella comienza un precipicio al vacío de una botella tras otra.
Y entre estas botellas pasa la chica las navidades y sobre todo el día de fin de año, el cual debe pasar con la sola compañía de su perro, ya que Lucas ha ido a pasar una semana a casa de su madre.
Ese día de fin de año comienza una huida desesperada hacia ninguna parte para la muchacha, quien únicamente se levanta de la cama para ir a por su botella de vino y sacar a pasear a Tar.
Ya está completamente desesperada con toda su vida, incluso la noche anterior de volver Lucas a casa, en una conversación por Whatsapp el muchacho le comienza a decir que ya no la quiere y a insultar y que ya no volvería. Lo que provoca que Alma no sea capaz de pegar ojo en toda la noche.
Solo sabe dar vueltas por la casa, una casa llena de desgracias; varias puertas rotas, varias botellas de vino vacías en el salón, el perrillo con depresión, ella con una depresión aun mayor y desesperada.
Todo esto pasa y tan solo unas horas después de todo esto, Lucas regresa pretendiendo que Alma no tenga en cuenta ninguna de las duras palabras que la dirigió tan solo unas horas atrás, pero la muchacha es incapaz, le duele demasiado ya que a pesar de todo sigue demasiado enamorada de él.
Entre el dolor, las lágrimas y los reproches entre la pareja, dos días después de regresar, Lucas decide abandonar la relación e irse a casa de su madre, dejando a Alma rota de dolor y abandonada en una situación desoladora, en una casa que comienza a enfermar a los dos, iniciando una enfermedad llamada alcoholismo, sin dinero y sin saber que hacer.

 


Rota de dolor pasa dos días llorando abrazada a su perro y a su botella de vino, sus dos fieles amigos en ese momento.
Hasta que decide llamar a su madre en un intento desesperado de recibir cariño.
Llamada que no solo es atendida sino también aceptada con cariño y con ayuda hacia la joven.
En cuestión de unos minutos su madre le manda un taxi para que regrese a Madrid con su familia.
Una vez más, sus padres no la dejan sola.

​​​​​




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.