CAPITULO 13

Han pasado quince días y no he podido hablar con Mila, ni Peter ni el guitarrista me dejan acercarme, no sé por qué pero ya tengo la duda de quién será la cantante misteriosa, me parece raro de que el guitarrista se la pase con Milagros y no con su novia a menos de que Milagros sea la cantante pero eso es algo ilógico no, tengo que descubrir la verdad. Estoy concentrada pensando en eso que no me doy cuenta en que momento llegan los amigos de Milagros junto con ella, se me acercan y me saludan, aprovecho de la situación y me le acerco para hablarle.

 - Hola Mila.

 - Hola Lalo

 - Y eso porque no estas con tu noviecito

 - ¿Novio?

- Si, el guitarrista.

 - El no es mi novio.

- Entonces será que eres la cantante misteriosa.

 - No, no lo soy.

 - Eso es extraño.

 - Eso no tiene nada de extraño.

 - Aja si como no Milagros.

 - Bueno como digas Lalo. – dijo alejándose

Nuestros grupos nuevamente se unen y empezamos a hablar, esta noche habrá una fiesta y como será fin de semana es muy buen plan todos estamos hablando pero veo a Mila un poco preocupada y hablando por teléfono. No digo nada pero no dejo de mirarla, tengo que volver a ganármela aunque no sé cómo, pero primero tengo que averiguar si ella es la cantante misteriosa o no.

Estamos por despedirnos cuando la escucho decir que ella no puede, todos la miramos y hay aumenta mi sospecha nuestras miradas se encuentran y sabe que es lo que pienso a lo que dice que su padre la necesita, no creo que Peter le prohíba ir a fiestas, decido no preguntar nada para que nadie sospechara, nos despedimos y cada quien va a su clase, veo a Milagros con su amiga con la que me acuesto. Este algo serio y preocupado, será que paso algo con Peter.

Como siempre después clases viene el entrenamiento, y como los últimos días Milagros ya no volvió a verme en mis entrenamientos, esta noche saldré de la duda. Apenas término el entrenamiento me cambio rápido y voy a la oficina de Peter para ver porque no puede ir, llego y está hablando por teléfono, me siento en la silla a esperar a que se desocupe.

 - Hola Peter

 - Hola Lalo, ¿Cómo estás?

 - Bien Peter, oye voy a ir al grano, ¿por qué no dejas que Milagros vaya está noche a una fiesta?

 - Sabes que es viernes Lalo, noche familiar.

 - Pero...

 - Pero nada Lalo, si mi hija acata mis órdenes tú tienes que aprender a respetarlas también.

 - Bueno esta bien.

 - Si, hijo. Más bien ve y disfruta.

 - Bueno papá esta bien.

 - Chao Lalo.

 - Chao Peter, cuídate

Salí de la oficina un poco molesto ya que no sé cómo descubrir si es o no es la cantante misteriosa. Estoy pasando por el corredor cuando la veo entrar a un salón con el guitarrista ese, me recuesto en la pared cerca de la puerta para escuchar de lo que hablan.

 - Por favor Milagros, dame una oportunidad.

 - Alex tu sabes yo a quien quiero.

 - Si, pero tu para él eres un cero en la izquierda, por favor.

 - Si, lo sé a él siempre le han interesado las otras chicas

 - Por eso Milagros tu misma lo has dicho, por favor.

 - Hagamos algo.

 - ¿Qué?

 - Dame quince días y te doy una respuesta

 - Pero porque tanto

 - Alex

 - Bueno está bien

 - Tengo que dejar las cosas claras con él

 - Y ¿nos veremos está noche no?

 - Claro que si- dijo feliz

Decido entrar en esa conversación me da malgenio que me mientan en la cara, no se porque ella esta siendo así conmigo y menos me gusta que este coqueteando con otro.

 - Así que no tienes cena familiar- dije asustándola.

 - Lalo.

 - Tranquila Milagros no tienes que darme explicaciones

 - Mila, no tienes que darle explicaciones- le dijo el tal Alex

 - Pero si necesito que hablemos- dije

 - No tenemos nada de que hablar- me contesto

 - Claro que si, nos vemos a la salida de clases.

 - Pero…- no deje que terminara de hablar ya que me retire fui de ahí.

Estoy realmente molesto a ella no le interesa de que su primera vez fue con migo, ella me pertenece, nadie más la va a tocar y le hare recordar a quien le pertenece ella. Estoy muy ansioso por terminar las clases para encontrarme con Milagros y no la dejare ir.

Apenas termina la última clase salgo corriendo al estacionamiento y la veo huyendo corro más rápido, la cojo de la cadera y la alzo, la meto en carro y arranco, la escucho como me empieza a gritar y a tratarme mal pero la ignoro, decido llevarla a un hotel para tener un lugar en donde hablar sin que nadie nos interrumpa.