- No pueden irse la boda de Edward está cerca, tienen que estar aquí. – Habló Alice, impidiendo que Jasper y Lara partieran.
- No está en discusión Alice, estamos avisando no pidiendo permiso. – Dijo Lara rodando los ojos, no estaba nada contenta con Alice ahora podía leer su mente, sabía perfectamente que lo único que le molestaba era que Jasper se vaya.
- Pero, Jasper será el padrino no puede irse ahora. – Lara suspiro tratando de mantener la paciencia. – No puedes obligarlo. Le dirigió una mirada a su compañero para que el manejara la situación porque no le iba a gustar nada a los Cullen si es que ella lo hacía.
- Lara me dio la opción de quedarme Alice, ella no me obliga a nada, todo lo que estoy haciendo es bajo mis condiciones y porque yo lo deseo así. – Y mirándola agregó. – No como ustedes que me engañaron solo para su conveniencia y poder salvar a la humana. No volveré a cometer el mismo error, no dejaré a Lara sola, nunca más. – Dijo esta vez mirando a su compañera, ante esto Alice se quedó petrificada no recordaba ocasión alguna en la que Jasper se dirigiera en ese tono con ella.
- Además, no tienes de que preocuparte por tu hermano, Alice. – Sonrió Lara, ella sabía que Alice no veía a Jasper como un hermano. – Regresaremos justo para la boda, recuerda que prometieron la conversión justo después de eso, tengo que estar presente para verificarlo y anunciarlo antes los reyes. – Lara se acercó a Jasper para abrazarlo y dejar un beso en sus labios para después mirar a Alice, ella apretó los labios y solo asintió. – Ahora no es por echarte, pero queremos pasar algún tiempo solos antes de partir, ¿cierto, amor? – Jasper quién no había dejado de ver a Lara, asintió a su petición. – Lara se despegó de Jasper acercándose a la puerta para hacer el gesto para que Alice pueda salir. Ella miró una ultima vez a Jasper, pero al ver que este no decía nada solo asintió y salió de la recamara.
- Conversaremos una vez salgamos de aquí, cariño. – Dijo mirándolo fijamente, en ese momento Jasper supo que estaba en problemas.
***
-No puedo controlar lo que los demás sienten por mí, Lara. – ella solo lo miro. – Bueno, si puedo, pero no quería que luego se sintiera incomoda por mí así que solo fingí no darme cuenta después de un tiempo simplemente lo ignore. – Terminó de contestar a la pregunta que su novia le había hecho, por supuesto que Jasper sabía lo que Alice sentía por él al menos las primeras décadas después de conocerse, pero pensó que pasado el tiempo esos sentimientos se habían acabado, al parecer Lara no pensaba lo mismo.
- Leí su mente Jas, a ella no le molestaba que me fuera lo que le molestaba era que tú vendrías conmigo. – Aclaró la joven. – Ella siente algo por ti, y no puedo juzgarla eres hermoso, pero eres mi novio y si ella no se controla me vale que se tu hermana. – Dijo haciendo comillas con los dedos en la palabra hermana. – La mataré y créeme no lo verá venir. – Jasper solo asintió, a este punto con toda sinceridad le daba igual lo que le pasará a los Cullen después de lo que ellos habían hecho no tenían por qué tener su compasión, mas aun Alice y Edward.
Luego de esa platica ambos guardaron silencio, se encontraban en el auto siendo este manejado por Jasper, se dirigían al aeropuerto para tomar el avión que los llevaría con Samantha Rodríguez una muchacha que aparentaba 17 años, pero en realidad tenia mas de 200 años de vida inmortal, aquella muchachita es una vampira muy habilidosa. Lara la quería por dos motivos, ansiaba uno de los poderes de aquella fantástica muchacha y el otro motivo es para llevarla ante Edward en el preciso momento en que acepte unir su vida a lado de la insípida de Isabella Swan.
Al llegar a su destino siendo este Perú, al norte de este país específicamente en una cuidad llamada Huaraz, en su monte más alto, El Huarascán es el punto exacto en donde ella se encontraba.
- ¿Estás segura que es por aquí? – Preguntó por décima vez Jasper, Lara poniendo los ojos en blanco respondió que sí, la pareja siguió recorriendo ese monte tratando que los turistas no los vieran.
- Alto. – Gritó Lara, viendo a su alrededor cerrando los ojos visualizó todo lo que tenía más adelante expandiendo su poder a varios kilómetros a la redonda, en uno de esos picos con nieve abundante se encontraba aquella chica. – Te encontré. –Susurró
- Yo no veo nada, amor. – Dijo Jasper detrás de ella con un gesto de confusión en el rostro.
- Sígueme. – Lara contuvo la risa al ver la carita de Jasper, le causo mucha ternura esa expresión. Jasper sin decir nada la siguió sin poner objeción, si por el fuera la seguiría hasta el fin de sus días, aun si eso lo llevara directo a la muerte.
Al llegar a aquel riachuelo en uno de los puntos de la montaña, a los lejos podían ver la silueta de una persona, Lara se acercó a ella tratando de no ponerla en alerta para que no atacará.
- ¿Quiénes son? – Preguntó aquella vampira a los desconocidos que tenía delante, Jasper influyo en sus emociones para darle calma y que no pensara que estaba en peligro.
- Mi nombre es Lara, él es Jasper. – Presentó Lara. – Te estuve buscando por mucho tiempo Samantha. – Dijo ella sonriendo
- ¿Cómo sabes mi nombre? – Preguntó con curiosidad, a pesar de estar asustada sentía que ellos no estaban ahí para atacarla.
- Sé muchas cosas de ti, es parte de mi don. Conozco todo de ti, tu pasado, presente y futuro. – Dijo sonriendo. – Es un hermoso futuro
- Tú no sabes nada de mí, el que veas algunas cosas no te dice nada de mí
- Sé lo que le pasó a tu familia
- No hables de mi familia. – Exclamo furiosa, ese tema aún era delicado para ella.
- No todo es como te lo han contado. – Respondió Lara. – Déjame mostrarte. – Se acercó con cautela. – ¿Me permites? – Preguntó haciendo una seña para tomar su rostro. Samantha con duda y un poco de miedo lo medito, pero Jasper ayudando a su novia manipulo otra vez sus emociones. Lara también podía influir en las emociones, y manipular decisiones, pero una de las limitaciones de su don es que no podía usar mas de un don al mismo tiempo. Samantha al ser manipulada por el don de Jasper, asintió sintiendo confianza en Lara.