Mientras el autobús avanzaba durante el camino estuve pensando mucho sobre mi vida y mis planes futuros. Llegue a mi casa a las 3 de la tarde aproximadamente, tome un segundo autobús a mi casa y me encontré ya en casa con mi madre y mis 2 hermanos; mi madre y yo hablamos un poco acerca de cómo llegaría hasta donde estaba mi abuelo, no tocamos mucho el tema ya que era nuestra última tarde juntos por un tiempo una vez más, así que salimos caminar un poco al parque de mi pueblo, estuve contando a mis hermanos algunas cosas divertidas que hice durante mi semana ausente, a mi hermana Dafne le compramos un helado, Eric y yo quisimos unas hamburguesas y mi madre no recuerdo que quiso, fue una tarde muy agradable, casi había olvidado todo lo demás por completo, no había nada como la familia, gente que te quiere. De todo el dinero que había juntado para irme esa semana, gran parte era para mis comidas diarias, pero como la familia de Bruno también me había ayudado mucho en ese aspecto, así que me había sobrado algo de dinero que fue con lo que compramos algunas cosas esa tarde y aun así sobro bastante, hablando con mi madre pensamos que lo mejor sería tener ese dinero como una reserva cuando me fuera.
Al día siguiente Domingo, recuerdo que en la mañana fui a la central de autobuses una vez más, para llegar con mi abuelo tomaría un autobús, sería un viaje bastante largo, de 12 horas para ser exactos; conseguí el boleto y esa misma mañana regrese a casa, pues habíamos organizado un día de campo junto con mis tíos y otros primos. Esa mañana mientras preparábamos las cosas en la camioneta Dora había mandado un mensaje, no recuerdo muy bien que decía.
Llegamos al campo donde pasaríamos el día, recuerdo que mi hermano y yo llevamos guitarras para cantar un rato; era raro saber que en ese momento estaba con mi familia en una pradera, en menos de 5 horas estaría en un autobús viajando hasta donde me encontraría con mi abuelo. Mi autobús iba a salir de la ciudad a las 7 de la tarde para llegar más o menos a las 5 de la mañana a nuestro destino. Mientras alistaba mis cosas recuerdo que quise mandar un mensaje a Leila para “despedirme” por un tiempo, ya que no sabría si podría hablar de manera electrónica constantemente, no recuerdo exactamente que escribí, pero era algo más o menos así:
Hola Leila,
Es muy posible que no hablemos mucho por un buen tiempo, no sé cómo será mi rutina diaria ahora. Quiero agradecerte una vez más por ser mi amiga, agradezco que al menos pudimos compartir un rato mientras estuve por Allá.
Ojalá algún día podamos volvernos a ver, no sé cómo será la comunicación ahora, pero espero eso no afecte nuestra amistad.
El autobús pasara a un lado de tu pueblo durante la noche, intentare saludarte cuando pase por ahí.
Entonces mi madre me acompaño hasta la central de autobuses, nos despedimos y entonces aborde mi autobús.
No sabía que esperar de todo, no sabía cómo sería mi forma de vida ese tiempo, me sentía algo desanimado, a mí siempre me había gustado viajar por todas partes, pero en esta ocasión este era un viaje al que no quería ir. Era un viaje de 12 horas, bastante largo para mí, aunque sé que hay gente que ha viajado por días, el lugar donde me esperaba mi abuelo quedaba casi en la frontera del país. El autobús comenzó a moverse y cuando estábamos avanzando por las carreteras de la ciudad para salir, más o menos por las 7:20 de la tarde de ese domingo 14 de agosto, me llego un mensaje de Leila, era la contestación de mi mensaje de hace un rato, no recuerdo que había escrito pero más o menos recuerdo que me deseaba mucha suerte y ánimos para poder superar cualquier cosa que enfrentara en un futuro; después de ese mensaje recuerdo que yo continúe con otro mensaje, luego ella con otro y fue así como estuvimos platicando casi una hora y media mientras el autobús estaba en camino, después de un rato cortamos la conversación, cada vez estaba más obscuro, pasaron 2 horas, luego 3 y ya era de noche, eran casi las 10 de la noche y yo ya me sentía cansado, pero quería estar despierto hasta que pasáramos junto al pueblo donde no hace más de 3 días había estado con Dora, Leila, Jasón y Bruno; aunque todo ya estaba bastante obscuro a nuestro alrededor sabía que como el pueblo estaba de fiesta habría mucha iluminación en él y sus alrededores; eran casi las 11:40 de la noche cuando me di cuenta de que estábamos pasando por su costado. En ese momento tome mi teléfono celular y mande un saludo a Leila, ya que por esos escasos momentos estábamos a casi un kilómetro de distancia, sabía que para ese momento Leila ya se encontraba dormida así que no espere recibir ningún mensaje de respuesta en ese momento, así que una vez que mande el mensaje intente dormir un poco ya que sabía que casi inmediatamente que llegara comenzaría a trabajar, pues la idea era que comenzara a trabajar lunes 15 de agosto para que se me diera el salario completo, eso era lo que decía mi abuelo. Recuerdo que me desperté ligeramente a las 2 de la mañana y vi que Leila ya había respondido el mensaje, recuerdo haberlo leído, pero ya no le tome importancia como para contestar, así que solo vi el mensaje e intente volver a dormir.