Las 7 maravillas: el despertar

Capítulo 6

Diciembre 15, 2017.

LUIS ÁNGEL POV:

La luz del día se filtró por entre las cortinas aterrizando directo en mis ojos. Los abrí con cierta pesadez y restregué mis manos sobre ellos para despertarme por completo.

Mis compañeros aún seguían durmiendo, por lo que aproveché para ir por mi toalla para ir a tomar una ducha. Al igual que ayer, las regaderas se encontraban vacías. Parece ser que aquí la vida inicia un poco más tarde de lo pensado. Pasado unos breves minutos, cerré el grifo y procedí a secarme el cuerpo. Me acomodé la toalla en la cintura y regresé a mi habitación.

En cuanto entré, me di con la sorpresa de que tanto el moreno como el rubio se encontraban recostados en el suelo haciendo abdominales.

—Doscientos cuarenta y ocho, doscientos cuarenta y nueve y doscientos cincuenta —terminó el rubio sentado mientras unas finas gotas de sudor resbalaban por su cabello hacia su cuello.

Mientras respiraba agitadamente por el cansancio posó sus ojos en mí. La ropa que llevaba a la mano la coloqué a la altura de mi pecho tapando así mi piel desnuda.

—Buenos días —se atrevió a saludar. Yo pasé de largo directo a mi armario para cubrirme de ropa, me causaba vergüenza andar así enfrente de desconocidos— No sé de qué te avergüenzas, los tres tenemos exactamente lo mismo. Bueno, no en la misma medida —soltó insinuando sus bajos atributos. Esto lo hizo reír a él y a su amigo.

—Tontos —dije en un inaudible susurro para mí mismo.

—Te escuchamos —señaló Erick.

—¡Que bien! era mi intención —respondí mientras seleccionaba mi outfit de hoy.

—Sigo sin comprender tu repentino cambio de decisión —comentó una vez se puso de pie para ir por su toalla. Yo le respondí lanzándole una mirada de pocos amigos— Pero aprecio que hayas optado por quedarte. Sabia elección.

—Empiezo a dudarlo —respondí enfocándome en mis cosas— En fin, ¿saben a quién le debo pedir mi horario?

—A Nerissa, ella es la encargada de los horarios —respondió el moreno.

Sin agradecer y una vez ya listo abandoné la habitación para ir en busca de Nerissa.

En el camino me topé con varios alumnos, todos corriendo hacia las regaderas, apresurados por la falta de tiempo.

—Tontos, si tan solo se levantaran un poco más temprano, no estarían corriendo ahora —comenté hacia mis adentros mientras llegaba a la dirección.

Posé la mano en el picaporte y abrí la puerta de inmediato.

Nerissa me recibió con una mirada entre enojada y disgustada.

—Toca la puerta y vuelve a entrar —ordenó entre dientes. Puse los ojos en blanco y luego de suspirar salí de su oficina y toqué la puerta— Adelante —dijo— Ya vez que no era tan difícil tocar la puerta.

—Como sea. Erh, vine para recoger mi horario de clases.

—Cierto —contestó para luego hurgar en uno de sus portafolios, de donde sacó una hoja— Aquí los tienes.

Cogí la hoja y empecé a leerla. Tenía clases de lunes a viernes, desde las 8.30am hasta las 4.30pm. Los cursos que llevaré por ser de nivel 1 son historia de la magia I, introducción a la magia, legeremancia I.

—Un segundo, ¿por qué llevo legeremancia si no leo mentes?

—¿Cómo estás seguro de eso? —preguntó ladeando la cabeza y con cara de confusión— Hasta donde tengo entendido tú aún no sabes cuál es tu habilidad natural.

—Ehrm, sí, pero estoy seguro de que leer mentes no es lo mío —expliqué tratando de sonar convincente— Llámalo presentimiento —agregué poniendo mi mirada de nuevo en la hoja para no tener que seguir viéndola.

—Sí, claro. Como digas —soltó ella.

La lista de cursos continuaba con filosofía, curso que me resultaba todo un despropósito; herbología I, no le veía tan importante; latín I.

—¿También debo estudiar latín?

—Por supuesto que sí. Por si no lo sabías la mayoría de los hechizos se recitan en latín. Es de vital importancia que aprendas una lengua tan poderosa como el latín.

Puse los ojos en blanco y proseguí. Especies mágicas I, puede que me sea útil; y habilidades naturales I. Ahí terminaba.

—Un segundo, ¿por qué no llevo los cursos de defensa como los demás?

—Ah, eso es porque recién están en el primer nivel. Eres un principiante, querido. Primero debes aprender las cosas básicas relacionadas con nuestro mundo, tales como animales mágicos, herbología…

—¿Me estás diciendo que es más importante aprender los nombres de plantas y animales que saber defenderme?

—Por supuesto que no. Es solo que…

—Es solo que qué. No pueden pretender que no aprenda cómo defenderme. Es un despropósito total que me enseñen filosofía o herbología y no cómo realizar hechizos —me quejé con justa razón— ¿Quién decidió todo esto?

—Yo lo hice —respondió Ravenna entrando a la oficina de su prima y tomándonos por sorpresa— ¿Hay algún problema?




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