Con un gesto, Lan Wangji hizo que los discípulos pararan.
Los juniors estaban más adoloridos y la sangre corría por sus espaldas.
El segundo jade los miraba de manera inexpresiva, él no quería parar con este castigo pero al observar a su esposo se dió cuenta que no deseaba hacerlo pasar por esto.
—Sus poderes quedarán sellados hasta que su castigo termine —mencionó mirando a Wei Wuxian quien negó al saber lo que su esposo iba a decir ahora—. No voy a terminar con esto, mañana antes de que vayan a escribir las reglas nos volveremos a encontrar en este lugar.
Los juniors abrieron los ojos asustados.
Xichen, Qiren y Jiang Cheng no podían creerlo.
Wei Wuxian ahogó un sollozo.
El líder Yao y el Líder Ouyang saltaron eufóricos.
—¿¡Quién se cree, Hanguang-Jun!? —exclamó el líder Yao para disgusto del nombrado—. Estoy seguro que ese asesino tuvo algo que ver con esto.
Algunas personas asintieron de acuerdo a lo que él mencionado decía.
—Líder Yao —habló Lan Wangji con una calma escalofriante—, creí haberle dicho que mantuviera su boca cerrada, ¿Verdad?
El líder tragó saliva asustado, era la primera vez que veían al gran Hanguang-Jun de esa manera.
—Wangji —advirtió Xichen.
—No, hermano —habló el segundo jade—. Ya tuve suficiente con todos ellos y sus palabras hacía Mi esposo.
—¡Pero está no es la forma— exclamó Zewu-Jun.
Lan Wangji rió sin gracia.
—¿Ésta no es la forma, Xichen? —preguntó con ironía—. ¿Cuál es la forma, entonces? —rió al ver cómo el cuerpo de su hermano se iba tensando—. ¿La tuya?
Ambos hermanos se miraban fijamente. Jiang Cheng y Wei Wuxian desconocían de que hablaban.
—¿Quieres que te recuerde lo que querías hacerle al mocoso por insultar a Jiang WanYin?
Tanto Wei Wuxian como Jiang Cheng abrieron los ojos sorprendidos.
—¿O quieres que te recuerde como mataste a todos esos cultivadores?
Lan Qiren soltó un pesado suspiro y negó con la cabeza.
—Cállate, Wangji.
—¿Por qué debería, hermano? —preguntó con rabia—. Al igual que tú, yo no pienso dejar que alguien venga y lastime a mi esposo, ¿Entiendes?
Xichen apretó su mandíbula, entendía a su hermano, lo entendía completamente pero, no podía aceptar algunas cosas que él hacía. Sí, sabía que sonaba egoísta de su parte y Wangji lo sentía por eso, actuaba como lo estaba haciendo en este momento.
El segundo jade dirigió su mirada nuevamente a los juniors. El desprecio no era tan notorio en su mirada pero podía notarse, aunque fuera un poco.
—Pueden irse, yo iré luego a supervisarlos.
Los juniors asintieron sin ver a Lan Wangji y con cuidado, se levantaron. Mientras caminaban por inercia dirigieron sus miradas a Wei Wuxian. Este se notaba tembloroso, culpable y asustado.
¿Por qué estaba así?
Él era el causante de todo esto, ¿Por qué se miraba de esa forma?
El ex Patriarca Yiling salió de la cueva siendo seguido por su Jiang Cheng y los esposos de ambos. El ambiente en el lugar era tenso. Hasta que la voz del líder Yao se hizo presente.
—¿Crió monstruos, Lan Qiren?
Qiren lo miró, a ese hombre no le tendría que interesar si criaba monstruos o no.
—Líder Yao, eso es algo que a usted no le concierne —respondió Qiren caminando hacia la salida de la cueva siendo seguido por los demás cultivadores.
No muy lejos de ellos se encontraban Zewu-Jun y Hanguang-Jun discutiendo siendo observados por los esposos de ambos.
Algunos podían ver cómo Zidian empezaba a soltar chispas y como la energía resentida empezaba a salir de Wei Wuxian.
Tanto el líder de Yunmeng como el Patriarca Yiling habían tenido suficiente de las discusiones entre sus esposos.
—¡Solo haces que te odien, Wangji! —gruñó furioso el primer jade.
El mencionado rodó los ojos con fastidio, a él le daba completamente igual si lo odiaban.
—¿Y qué, hermano?
A Lan Xichen le estaban entrando unas ganas de golpear a su hermano hasta que entienda.
—¿¡Por qué no lo entiendes, Wangji!?
—¿¡Qué debería entender, Xichen!?
Zidian azotó el suelo furioso, igual que su líder.
—Wei Wuxian y yo ya tuvimos suficiente con sus patéticas discusiones.
Lan Xichen y Lan Wangji observaron a sus esposos algo avergonzados.
—Nosotros tendremos una larga conversación —sentenció el ex Patriarca con seriedad dándose la vuelta para caminar hacia el Jingshi. En situaciones como estás, no le vendría mal un par de sonrisas del emperador.
Jiang Cheng también lo siguió.
Zewu-Jun y Hanguang-Jun empezaron a discutir, otra vez. La razón ahora eran sus esposos.
—A-Cheng es mejor —habló el lider Lan con una gran seguridad.
—¿En serio? Porque Wei Ying es mucho mejor todavía.
—A-Cheng es mejor.
—Wei Ying lo es más.
—A-Cheng lo es mucho más.
—Wei Ying lo es mucho mucho más.
A los nombrados le estaban empezando a salir un par de tic's nerviosos. El enojo empezaba a hacerse presente en ellos.
Ambos sabían que sus esposos solían tener discusiones —como las anteriores—, pero jamás pensaron que también empezarían una discusión así de estúpida.
¿¡Por qué sus esposos tenían que ser tan idiotas!?
Corrección...
¿¡Por qué sus esposos eran idiotas!?
Lan Xichen y Lan Wangji siguieron con esa pequeña discusión sobre quién tenía el mejor esposo mientras que los orgullos de Yunmeng contaban cabezas de Nie Mingjue para calmarse.
Lan Qiren a la lejanía podía ver cómo ambos se contenían de uno no azotar a su esposo y el otro de no asesinarlo con energía resentida. El Lan mayor suspiró con pesadez y siguió su camino con los otros líderes y, los juniors.
—¡A-Cheng es mucho mejor!
—¡Claro que no! ¡Wei Ying lo es más!
Ambos se miraban desafiantes, ninguno daría su brazo a torcer.
Calma, Wei Wuxian. No puedes asesinar a tu esposo y a tu cuñado.
No puedes.
Si Wei Wuxian no los asesina, lo haré yo.